Astenia primaveral. ¿Qué es y por qué se produce?
Publicado: 6 marzo, 2024 | 15'
La despedida del invierno y la llegada de la primavera con el cambio horario y el aumento de temperatura, puede afectar a nuestro organismo. Durante esta época de cambio es común estar más cansado de lo habitual y sentir falta de energía, pero ¿sabes por qué ocurre esto?
El doctor Jacinto Valverde Navas, internista y divulgador, nos ayuda a entender mejor qué ocurre en nuestro organismo durante este cambio de estación.
¿Qué es la astenia primaveral?
“La astenia primaveral es el nombre que recibe el trastorno temporal que pueden sufrir algunas personas y aparece con síntomas como la tristeza, la pérdida del apetito o la fatiga”, explica el doctor, “esto ocurre porque nuestro reloj biológico ha de adaptarse a la nueva climatología y ello nos resta energía”.
¿A quién afecta la astenia primaveral?
Como hemos comentado antes, es un proceso temporal que puede afectar generalmente a personas entre los 20 y 50 años, aunque tiene una mayor presencia en mujeres. Si es persistente la sensación de astenia es recomendable consultar a un especialista, porque podría deberse a depresión o anemia.
¿En qué época del año se presenta la astenia primaveral?
La astenia se presenta justo con los cambios de estación:
- La denominada astenia primaveral, que es la más frecuente, suele comenzar con el cambio de estación del invierno a la primavera, que es cuando se produce el principal cambio de temperatura de un clima frío a más cálido, coincidiendo con el aumento de horas de luz al día.
- También puede darse en otoño con síntomas similares, derivado del cambio al horario de invierno y, con él, la reducción de las horas de luz, dejando atrás el buen clima y dando paso al frío.
Síntomas de la astenia primaveral más comunes
Aunque la sensación generalizada principal de la astenia es el cansancio o fatiga, produciendo una sensación de debilidad a nivel general, la astenia primaveral puede presentar otros síntomas, te contamos los principales.
Fatiga física y mental
“La astenia puede identificarse principalmente por la debilidad a nivel general, pero también puede causar fatiga mental y corporal, así como cansancio excesivo”, nos cuenta el doctor Valverde.
Alteraciones del sueño
Debido a los cambios en las horas de luz al día el ritmo circadiano del sueño es afectado, lo que causa que haya modificaciones en nuestra rutina de sueño. Así, durante los procesos de astenia podemos presentar alteraciones del sueño, dando lugar a somnolencia durante el día y sentirnos faltos de energía por no haber tenido un descanso adecuado durante la noche.
Dificultad para concentrarse
Los síntomas de la astenia están conectados entre sí, por lo que, si no estamos teniendo un adecuado descanso durante la noche, bien no dormimos las suficientes horas o no tenemos un sueño reparador, por el día nos sentiremos más cansados y con sensación de aturdimiento. Por esta razón, puede que experimentemos dificultad para concentrarnos.
Cambios en el estado de ánimo
La irritabilidad o cambios de humor también son habituales en este proceso, sintiendo por ejemplo tristeza sin causa aparente. “Al sentirnos más cansados es común no tener ganas de hacer nada, por lo que podemos estar más irritables, incluso llegando a tener episodios de ansiedad al notar que no llegamos a todo lo que tenemos que hacer o exigirnos más de lo habitual”, cuenta el doctor.
Dolor de cabeza
El dolor de cabeza puede darse debido a la alteración del descanso nocturno. “Nuestro cerebro se ve afectado por el cambio de cualquier rutina”, según nos cuenta el doctor, “el hecho de modificar los horarios para dormir e incluso de nuestra alimentación puede ser detonante para cualquier tipo de cefalea”.
Pérdida de apetito
El cambio de estación y la presencia de la astenia inducen cambios tanto en nuestras rutinas como en nuestros procesos fisiológicos. El apetito puede disminuir durante esta etapa y puede haber pérdida de peso.
¿Cuánto tiempo dura la astenia primaveral?
Como bien nos explica el doctor Valverde, “no se suele valorar la astenia primaveral como un cuadro clínico, sino que tiene un carácter estacional, puesto que se produce concretamente cuando llegan los cambios de estación”.
“Pero no hay por qué preocuparse, esta sintomatología es siempre leve y no suele durar más de tres semanas”, añade, aunque durante este tiempo es normal que la condición física de cansancio, malestar o irritabilidad afecte a las actividades del día a día y a las relaciones interpersonales.
Causas de la astenia primaveral, ¿por qué se produce?
La astenia primaveral tiene su origen en el hipotálamo, una glándula situada en el cerebro que regula, entre otras cosas, la temperatura, la sed, el apetito, el sueño y la vigilia. Esta glándula se altera con el cambio de tiempo, por lo que se ve afectada con la llegada de una nueva estación.
Más que un trastorno psicopatológico se trataría de un trastorno temporal, físico y mental, relacionado con el cambio horario con más horas de luz al día y el aumento de temperatura. Además, también se producen cambios por la humedad y la presión atmosférica.
También puede estar asociado a estrés prolongado, actividad física excesiva, insomnio, ansiedad, depresión y también los hábitos nutricionales incorrectos o deficitarios.
Cambios ambientales
Con la llegada del buen tiempo nuestro reloj biológico ha de adaptarse a la nueva climatología, esto supone un gasto extra de energía en las actividades rutinarias.
- Bien sea por la disminución de las betaendorfinas en el plasma, que son las encargadas de regular el sistema bienestar-malestar.
- Por la presencia del polen en la atmósfera.
- Por procesos asociados a estados de ánimo.
- O por algunos aspectos relacionados con el trastorno del sueño.
La percepción de la salud depende de cada persona. Bien podemos sentirnos decaídos por la somnolencia ante el cambio horario o, por el contrario, la luminosidad nos puede activar y estimular para un aumento de actividad.
Reloj biológico y cambios en la luz
Nuestro reloj biológico está programado por los estímulos externos que percibimos y uno de estos es indudablemente la luz, que es sincronizadora de todos los ciclos que ocurren en nuestro cuerpo.
Al exponernos a ella, unas células que se encuentran en la retina se encargan de enviar información a una zona del cerebro que alberga este reloj, encargado de poner en hora los procesos que ocurren en nuestro cuerpo. La zona en concreto se trata del núcleo supraquiasmático, que se encuentra en el hipotálamo.
Esto implica muchos procesos internos, que son sensibles a los cambios ambientales. Por eso, un incremento en el número de horas de exposición a la luz natural, que en principio es recomendable para mantener una buena salud mental y física, puede desestabilizar de forma temporal estos procesos, hasta que se adapten a los cambios.
Consejos para combatir la astenia
Según el doctor Valverde, “este trastorno de astenia primaveral que consideramos transitorio no requiere un tratamiento específico, sino un proceso de adaptación del organismo a las nuevas condiciones ambientales”.
Prevención de la Astenia Primaveral
“Tener un estilo de vida saludable es la base para mantener en plena forma nuestro organismo y su sistema inmune como principal forma de evitar que los factores externos afecten nuestra energía en épocas de cambio estacional”, informa el doctor, “complementar la dieta con suplementos alimenticios puede ser de utilidad para aportar un plus de vitalidad y ayudar a minimizar el impacto del cambio estacional”.
Seguir algunas pautas nos ayudará a hacer frente a las épocas de cambio y a los síntomas de la astenia primaveral:
- Seguir una dieta variada y equilibrada, basada en alimentos frescos y ricos en vitaminas y minerales.
- Adoptar un estilo de vida saludable con la práctica de actividad física moderada.
- Tener una rutina de sueño adecuada y dormir el suficiente número de horas cada día.
- Llevar un ritmo de vida relajado y evitar el estrés.
- Usar complementos alimenticios, siempre bajo la supervisión de un profesional sanitario.
Adaptación al cambio de estación
Con el objetivo de aminorar los posibles síntomas que aparecen derivados tanto por el cambio estacional como el de nuestra rutina diaria, podemos iniciar un par de semanas antes de la fecha de renovación estacional un proceso de adaptación con pautas como:
- Regular el horario de sueño y de comidas.
- Ir adelantando unos minutos, en este periodo, el reloj hasta alcanzar paulatinamente la hora legal.
- Iniciar ejercicios suaves.
En realidad no hay un tratamiento específico para atenuar los síntomas de la astenia primaveral. Pero sí se puede minimizar sus efectos acelerando el proceso de adaptación del organismo mediante la adopción de una serie de medidas.
Dormir bien y ajustar la rutina de sueño
Anticiparse y adaptar gradualmente la rutina diaria al cambio horario, es una de las medidas que podemos adoptar para intentar reducir algún síntoma relacionado con la astenia.
Una medida fundamental para anticiparse y adaptarse al cambio de estación es seguir manteniendo una rutina de sueño adecuada: la astenia primaveral afecta a la secreción de melatonina (hormona que induce el sueño y que nuestro organismo produce naturalmente) y puede ocasionar alteraciones del sueño, lo que produce un descanso insuficiente y no reparador.
El mantener un horario adecuado o regular de sueño, significa acostarnos y levantarnos a la misma hora todos los días, siempre y cuando sea posible. “Debemos intentar mantener el número de horas de sueño cada día”, recomienda el doctor, “así como crear un ambiente adecuado para dormir y adoptar una serie de hábitos que nos ayuden a inducir el sueño como cenar al menos una hora antes de irse a la cama, reservar el dormitorio solo para dormir y bajar las persianas en el caso de que haya luz diurna”.
Alimentación saludable
“Una nutrición adecuada permitirá a nuestro organismo obtener de los alimentos los nutrientes necesarios para el normal funcionamiento de los sistemas nervioso e inmunitario y combatir así la astenia”, nos informa el doctor Valverde. Para ello, debemos seguir una dieta variada y equilibrada.
Consumir alimentos que contengan cantidades suficientes en vitaminas y minerales
La alimentación deberá adaptarse a las necesidades que las nuevas condiciones ambientales generan en el organismo, “recomiendo consumir menos alimentos hipercalóricos y aumentar la presencia de frutas y verduras frescas de temporada en nuestra dieta diaria”, añade.
Mantener un orden en las comidas
Durante el día, se debe mantener un cierto orden y rutina en cuanto a las comidas. Además, se recomienda que el desayuno aporte energía suficiente con la ingesta de cereales, preferiblemente integrales por su aporte de fibra y nutrientes, junto con fruta y lácteos. Por otra parte, las cenas deberán ser más ligeras y tomarlas al menos dos horas antes de acostarse para evitar que la digestión interfiera con el sueño.
Beber suficiente agua
La hidratación también juega un importante papel. Por esto se debe ingerir al menos dos litros de agua al día o bien complementarlos con infusiones o zumos de fruta natural.
Además, especialmente en épocas cálidas como la primavera y el verano, nuestro organismo transpira más y necesita más líquidos.
- Evitar el consumo de alcohol y limitar la ingesta de cafeína
Tanto el alcohol como la cafeína pueden alterar los patrones del sueño, por lo que evitar o moderar su ingesta, nos ayudará a mantener una correcta rutina de descanso durante el proceso de cambio y adaptación a la nueva estación.
Hacer ejercicio físico
Practicar ejercicio físico de manera regular y frecuente ayuda a hacer frente a los síntomas de la astenia como la apatía, la fatiga o la alteración del ciclo del sueño. Además, el ejercicio moderado libera dopamina y serotonina, hormonas relacionadas con la felicidad y la sensación de plenitud.
De esta forma, la actividad física nos ayudará a acelerar el proceso de adaptación, facilitando la liberación del estrés y la conciliación del sueño, que será más reparador.
Elegir actividades aeróbicas moderadas
Realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana es suficiente para mantenerte activo y comenzar a notar los beneficios de practicar ejercicio como mejorar el estado de ánimo y el descanso, mejorar la movilidad y flexibilidad de articulaciones, mejorar la resistencia cardiorrespiratoria, entre otros.
Algunos ejemplos de actividad física moderada son caminar a paso rápido, bailar, nadar e incluso tareas domésticas del hogar.
Realizar ejercicio y actividades al aire libre
El buen tiempo y más horas de sol será la excusa perfecta para pasar más tiempo fuera de casa, por lo que intentar realizar ejercicio al aire libre nos permitirá aprovechar todos sus beneficios. Puede aumentar la vitalidad, mejorar el bienestar y la autoestima, síntomas frecuentes durante la astenia primaveral.
Durante el invierno, la luz solar es mucho más reducida que en primavera y verano, por lo que en estas estaciones debemos intentar exponernos a la luz solar cada día para intentar aprovechar al máximo sus beneficios. Uno de sus beneficios principales, es que la luz del sol favorece la producción de la vitamina D en nuestra piel y esta, a su vez, ayuda a asimilar el calcio, nutriente clave en el bienestar de nuestros huesos.
Por supuesto, esta exposición a la luz solar se recomienda en horas matutinas. Si vamos a estar expuestos por mucho más tiempo, especialmente durante la tarde, es importante aplicar cremas que tengan factor de protección solar (SPF), que protegen la piel y previenen el envejecimiento prematuro.
Ingredientes naturales para la astenia
Una adecuada alimentación variada y rica en nutrientes es la base para proporcionar a nuestro organismo las cantidades necesarias de proteínas, hidratos de carbono, grasas, sales minerales, vitaminas y agua. Además, podemos complementarla con suplementos alimenticios durante periodos de astenia primaveral.
El Dr. Valverde indica que “existen ingredientes naturales como la Jalea Real, el polen o el propóleo, junto a otros suplementos que incluyan vitaminas, minerales o aminoácidos en forma de complementos alimenticios”. Añade además que “la acción combinada de estos activos se cree que puede ser beneficiosa en estos casos con el objetivo de superar la fatiga física y mental”.
Otros ingredientes que pueden aportar un plus en situaciones extraordinarias son la maca y el guaraná, y pueden añadirse a nuestra dieta perfectamente.
Jalea Real
La Jalea Real ha sido utilizada tradicionalmente desde la antigua Grecia ya que favorecía las capacidades físicas e intelectuales, así como símbolo de longevidad y fertilidad.
La Jalea Real ayuda a combatir el cansancio y la fatiga, debido a su exclusiva combinación de proteínas, azúcares, lípidos, vitaminas, minerales y aminoácidos. Los aminoácidos que están presentes ascienden a 29, y de esos, 10 son esenciales para el cuerpo humano. Además, es el alimento de la abeja reina y se caracteriza por su relación de ácidos grasos insaturados que intervienen en el metabolismo energético, destacando el ácido 10-hidroxi-2-decenoico (10-HDA).
Las dosis usualmente ingeridas alcanzan hasta los 2 gr al día, en adultos. La ingesta individualizada dependerá de los efectos de la astenia primaveral en nuestro cuerpo. Es importante destacar que según la Autoridad Alimentaria Española (AESAN) no existen límites máximos de ingesta con la jalea real.
Polen Abierto
El polen contiene una gran variedad de activos en su composición como proteínas, aminoácidos, carbohidratos, lípidos y ácidos grasos, así como compuestos fenólicos, enzimas y coenzimas, junto con vitaminas y otros bioelementos. Gracias a este alto valor nutritivo, lo hace un activo de utilidad para promover el apetito. Por esta razón, se ha utilizado comúnmente durante épocas de astenia.
La Autoridad Alimentaria Europea (EFSA on hold) reconoce la utilidad del polen para estimular el apetito y en los estados de astenia (3135), además de ayudar a estimular la respuesta inmune y a mantener la resistencia a las alergias (3136, 4695).
Concretamente, el polen de abeja abierto posee una muy buena asimilación por el organismo. En adultos, la dosis diaria puede alcanzar hasta los 2 gr, e igualmente no tiene límites máximos de ingesta diaria por la AESAN.
Propóleo Purificado
El propóleo es una sustancia que producen las abejas y, al igual que la jalea real, también contiene diversos nutrientes y activos con hasta doce tipos de flavonoides entre los que destacan la galangina, pinocembrina y catequina, dos ácidos fenólicos cinámico y cafeíco y resveratrol.
En su composición en “bruto” el propóleo cuenta con otras sustancias inactivas como la cera. Por tanto, para conseguir aprovechar el máximo beneficio de estos flavonoides, el propóleo pasa por diferentes procesos para separar esas sustancias inactivas que suponen hasta un 90% de su composición y conseguir así un propóleo purificado.
Por lo que lo ideal es que, en complementos alimenticios que contengan propóleo, estos contengan un contenido mínimo de flavonoides del 10%.
Además de los flavonoides, el propóleo contiene importantes vitaminas, como las B1, B2 B6, C y E y minerales como el magnesio, calcio, potasio, sodio, cobre, zinc, manganeso y hierro, lo que puede ser de utilidad durante procesos de astenia favoreciendo los procesos metabólicos de nuestro organismo.
Vitaminas y minerales para combatir la astenia primaveral
Las vitaminas y los minerales son micronutrientes requeridos por el organismo en muy pequeñas cantidades, pero que no por eso dejan de ser esenciales y de vital importancia para su buen funcionamiento. De hecho, deben ingerirse diariamente ya que no son producidos por nuestro cuerpo, sino utilizados y/o almacenados. Participan directamente del funcionamiento de los sistemas nervioso e inmunológico, por lo cual son de interés cuando se presentan síntomas de astenia. Están presentes en frutas, verduras, cereales y legumbres.
El complejo vitamínico B y la vitamina C son las más recomendadas durante el período de astenia, ya que favorecen el metabolismo energético, el funcionamiento normal del sistema nervioso y ayudan a reducir el cansancio y la fatiga. Entre los minerales podemos mencionar al magnesio no solo por su participación dentro del metabolismo energético, sino porque además, favorece el funcionamiento muscular.
¿Qué hacer si los síntomas de la astenia persisten?
Los síntomas de astenia primaveral suelen aparecer con el cambio del clima, normalmente coincidiendo con el cambio de estación de invierno a verano, con una duración de dos o tres semanas. Pero, si estos síntomas persisten más tiempo, es recomendable acudir al médico.
¿Cuándo consultar a un médico?
“En el caso de que alguno de los síntomas sea intenso y le impida realizar sus tareas del día a día, no es recomendable realizar un autodiagnóstico, puesto que su médico de cabecera será el más indicado para determinar qué le ocurre y poder indicarle las pautas a seguir”, indica el doctor.
Síntomas persistentes por más de dos semanas
Se recomienda acudir al médico de cabecera o especialista si se suman otros síntomas diferentes a los de la astenia primaveral, como por ejemplo fatiga y cansancio extremo, fiebre, tos o congestión nasal, para obtener un diagnóstico preciso y descartar otros posibles problemas de salud de mayor entidad (anemia, descompensaciones en enfermos crónicos, causas virales, alergias, etc.).
Hay que tener en cuenta que la astenia no es un trastorno psicológico, como se cree normalmente, pero si la sensación de cansancio o tristeza persiste durante varias semanas, un especialista deberá valorar que no se trate de otro problema que necesite ser tratado (estrés, ansiedad, depresión, etc.).
Contenido elaborado con la colaboración del doctor Jacinto Valverde Navas. Este artículo es informativo y no sustituye la consulta de un especialista.
Sobre el especialista
Doctor Jacinto Valverde Navas
Con más de 30 años de experiencia, el doctor Jacinto Valverde Navas es jefe del servicio de Medicina Interna en el Hospital Beata Mª Ana de Jesús de Madrid, donde ejerce una atención clínica, completa y científica del paciente desde una perspectiva integral.