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La sociedad de la colmena

La sociedad de la colmena

Publicado: 15 junio, 2015 - Actualizado: 21 septiembre, 2023 | 3'

¿Cómo es la vida dentro de una colmena de abejas?

La organización de la colmena está basada pura y exclusivamente en el trabajo. Las abejas obreras recorren un radio de hasta tres kilómetros en busca de polen y propóleos (elaborado en base a resinas de los árboles), para llevarlos a la colmena y depositarlos en las celdillas del panal.

Un grupo de abejas obreras cuida celosamente el producto con el que alimentarán los huevos que pone la reina, los que posteriormente se transformarán en nuevas abejas obreras que posibilitarán la subsistencia de la colmena.

La comida en la colmena

Dentro de la colmena hay una constante circulación de comida, ya que hay abejas que le entregan el polen recogido a otras obreras. En ese sistema de intercambio también circulan sustancias químicas de abeja a abeja y son esas sustancias las que regulan la producción de las distintas clases sociales que conforman la colmena. Si dentro de la colmena hay una abeja reina activa (poniendo huevos), no se producen otras reinas. Cuando su producción de huevos decae o el insecto muere, las obreras construyen las celdas reales (son más grandes que las demás), en las que se va a criar a la futura reina. ¿Por qué las abejas no se equivocan de cajón? Porque cada colmena posee un olor propio. Todos los integrantes de una misma colmena llevan ese olor ya que 'comen' alimento elaborado por la boca de sus compañeros.

El trabajo en la colmena

Los panales son confeccionados con placas de cera que es secretada por glándulas que las abejas tienen en el abdomen. La reina pondrá sus huevos en cada una de las celdas y cuando las larvas eclosionen del huevo, serán alimentadas a base de miel y polen. Ya desarrolladas, las larvas se encerrarán en una celda y cuando se conviertan en abejas adultas, saldrán rompiendo la cubierta que las había aislado. Pero la función de las abejas obreras no es sólo la de recoger alimento y atender a la reina; también tienen que limpiar la colmena y renovar el aire con las alas. Cada colmena tiene un olor propio. Eso permite que cada abeja vuelva siempre a su cajón y no se equivoque.

Qué producen las abejas en la colmena

En las colmenas se producen otras sustancias que son igual de valiosas o más aún que la miel:

MIEL:

Es elaborada a partir del néctar recolectado de las flores y almacenado en su primer estómago, donde es digerido y parcialmente convertido en miel. Dentro de la colmena, la miel se encuentra en estado líquido (luego de ser cosechada granula). Es un producto rico en oligoelementos, minerales y vitaminas, resultando un gran complemento en la dieta. Entre los oligoelementos se puede citar: calcio, hierro, magnesio, potasio, cobre y zinc. También tiene flavonoides, altamente distribuidos en el reino vegetal, y tienen efecto antioxidante. La miel es un gran energizante, porque tiene componentes como glucosa y fructosa, que son absorbidos directamente en el tubo digestivo. Como edulcorante, tiene un potencial una vez y media mayor que la sacarosa o el azúcar.

CERA:

Es producto de la segregación de unas glándulas que la abeja tiene en el abdomen. Con ella se confeccionan las celdas (panales) que conforman las estructuras básicas de la colmena. Este producto se emplea en cosmética, artículos farmacéuticos, de tocador, abrillantadores y artículos artesanales, como las velas.

propóleo puro

PROPÓLEO:

Es elaborado a partir de las resinas que las abejas recogen de algunos árboles. Contiene principalmente flavonoides que han demostrado ejercer efecto antioxidante. Se ha usado tradicionalmente dentro del herbolario tradicional como tónico y se utiliza también como suplemento dietético.

JALEA REAL:

Es un líquido producido por una mezcla de las secreciones de las glándulas de las abejas obreras. Es el único alimento que consume la abeja reina durante toda su vida. Es una valiosa fuente de vitaminas del complejo B y aporta grandes cantidades de oligoelementos. Posee ácidos grasos poliinsaturados, que son fuentes energéticas rápidamente disponibles. Estas propiedades lo hacen muy útil para complementar dietas con mayor aporte energético.

VENENO DE ABEJA:

El veneno de abeja (Apis melifera) se ha utilizado desde hace centenas de años para aliviar algunas dolencias, y se basó en que los apicultores, que estaban expuestos permanentemente a las picaduras del insecto, aliviaban sus dolores incluso si eran de naturaleza reumática. La apitoxina se ha convertido en una terapia alternativa para diversas afecciones.

POLEN:

Los granos de polen de abejas están compuestos por miles de corpúsculos microscópicos que contienen aminoácidos, lípidos, vitaminas, flavonoides, oligoelementos, minerales y fibra. El polen contiene los ocho aminoácidos esenciales para el hombre, y la presencia de fibras y ácidos grasos no saturados en el polen ayudan al bienestar orgánico.



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