Suplementos en el embarazo, ¿qué tomar?
Publicado: 20 abril, 2022 - Actualizado: 30 diciembre, 2022 | 8'
Importancia de los suplementos durante el embarazo
El embarazo puede representar un desafío desde el punto de vista nutricional, ya que se requieren mayores demandas de energía, proteínas, vitaminas y minerales.7,8,10
La dieta materna debe proporcionar cantidades adecuadas de nutrientes tanto para el feto en desarrollo, como para mantener su metabolismo hasta el noveno mes del embarazo.
Los cambios en la ingesta de nutrientes pueden afectar la salud materno – fetal y aumentar el riesgo de ciertas enfermedades en la edad adulta.
Por ello, tanto en el embarazo como antes de la concepción y después, el cuidado y la alimentación, acompañados de un estilo de vida saludable, son fundamentales para la futura madre y el correcto desarrollo del feto.
La demanda de nutrientes es más elevada durante la preconcepción, embarazo, post-parto y lactancia, por lo cual una dieta balanceada puede ser complementada con suplementos alimenticios para equilibrar el requerimiento incremental energético.7,8,10
Existen ciertos nutrientes, vitaminas e ingredientes naturales que resultan beneficiosos durante estas etapas. Siempre es conveniente consultar con el profesional médico, ginecólogo o matrona antes de tomar cualquier suplemento.
Vitaminas y minerales esenciales durante la gestación
La evidencia científica ha demostrado que entre los micronutrientes que favorecen el normal desarrollo embrionario y fetal se encuentran el ácido fólico (vitamina B9), hierro, yodo, calcio, vitamina B12, vitamina D y ácidos grasos omega 3.7,8,10
A continuación, se detallan cuáles son los beneficios que aportan y por qué se encuentran entre los más recomendados, de acuerdo con la Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y puerperio del Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).6,11
Ácido fólico durante el embarazo (Vitamina B9)
Los folatos son nutrientes esenciales, no sintetizables por el organismo, por lo que deben ser incorporados a través de la dieta y su aporte resulta esencial durante el embarazo.
Es de sobra conocida la relación entre el déficit de ácido fólico durante el desarrollo fetal y el aumento del riesgo de defectos del tubo neural (DTN), una de las anomalías congénitas más frecuentes que sucede entre los días 21 y 27 de vida embrionaria y la más comúnmente conocida es la espina bífida.7,8,10
Para obtener niveles adecuados de esta vitamina se aconseja una dieta equilibrada, en la que los vegetales de hoja verde, frutas, legumbres, levaduras, hígado, cereales, y frutos secos son los alimentos que mayor contenido de ácido fólico aportan.7
Dada la importancia de esta vitamina, la EFSA ha definido una ingesta diaria complementaria de ácido fólico durante el embarazo de 400-600 µg durante al menos un mes antes y hasta tres meses después la concepción.6
Por tanto, esta suplementación debe mantenerse a lo largo de todo el embarazo, de forma diaria e ininterrumpida, ya que esta vitamina no se acumula en el organismo.7
Vitamina D para la salud ósea de la madre
La vitamina D o calciferol contribuye al normal mantenimiento de los huesos y función muscular.8
A pesar de que su aporte viene dado por la exposición solar y la dieta, el déficit de Vitamina D es más frecuente de lo que cabría esperar, incluso en países soleados.
Durante el embarazo un adecuado aporte de esta vitamina resulta imprescindible para mantener la salud materna y el adecuado crecimiento esquelético fetal.7
Su déficit se asocia a retraso de crecimiento intrauterino (CIR), raquitismo o alteraciones en el esmalte dental, entre otras.
Un estudio reciente llevado a cabo en más de 300 mujeres gestantes desde la semana 14 hasta el final del embarazo demostró el efecto positivo de la suplementación oral con vitamina D en la salud ósea de la madre, al reducir el incremento del marcador de reabsorción ósea.5
De acuerdo con la EFSA, los requerimientos de vitamina D en la mujer embarazada son de 15 µg/día (600 UI)6. Durante el período de preconcepción la recomendación es de 5 microgramos al día.8
Vitamina B12 en el embarazo
La vitamina B12 desempeña un papel importante en la absorción de folatos durante el embarazo e interviene en la eritropoyesis (producción de glóbulos rojos en el organismo).
Su déficit está relacionado con el aumento del riesgo de espina bífida, alteración de la función cognitiva y anemia megaloblástica.7,8,10
Las necesidades diarias de esta vitamina se incrementan durante el periodo gestacional, siendo recomendado por la EFSA un aporte diario en el embarazo y lactancia de 4.5 µg/día y 5 µg/día, respectivamente.6
Vitamina B12 y embarazo en mujeres veganas o vegetarianas
La vitamina B12 se obtiene únicamente del consumo de alimentos de origen animal, por lo que su carencia puede ser más prevalente entre los veganos y vegetarianos.
Una dieta vegana o vegetariana equilibrada acompañada de una suplementación con vitamina B12, especialmente en el periodo gestacional en el que aumenta su requerimiento, garantiza una alimentación bien planificada, segura y saludable.2
Suplementos de Yodo durante el embarazo
El yodo es un nutriente esencial que contribuye a la normal función cognitiva y del sistema nervioso y a la normal producción de hormonas tiroideas, necesarias para el correcto desarrollo cerebral y mental a lo largo de la vida fetal y neonatal.
De acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud), el déficit de yodo es la primera causa de daño cerebral prevenible a nivel mundial.3
A través de la madre, el feto recibe las hormonas tiroideas maternas, y su aporte es especialmente sensible durante las semanas 10-12 de embarazo10.
Su déficit puede repercutir en esta primera mitad del embarazo de forma irreversible sobre el desarrollo neurológico del niño.
Debido a lo anterior, es importante garantizar niveles adecuados durante el embarazo, teniendo en cuenta que en España la prevalencia de hipotiroidismo es de 9,1%, siendo en mujeres del 14,4%9.
El aporte de yodo se debe realizar diariamente, al igual que los folatos no se almacena en el organismo.7,8 Varias son las sociedades científicas que, junto a la EFSA, resuelven que durante el embarazo y la lactancia se debe aumentar la ingesta de yodo, por ejemplo, utilizando sal yodada y un suplemento de 200 µg/día de yodo.4,6
Suplementos de Hierro para embarazadas
A lo largo del embarazo, la mayoría de las mujeres experimentarán cambios hematológicos siendo, de hecho, la anemia por deficiencia de hierro (anemia ferropénica), la deficiencia nutricional más común en mujeres embarazadas (40%).
El déficit de hierro durante la gestación se ha relacionado con prematuridad y menor desarrollo físico y neurológico de los recién nacidos,10 ya que el hierro contribuye al normal desarrollo cognitivo de los niños.7,8
En el segundo y tercer trimestre de embarazo es habitual que se produzca un balance de hierro negativo por lo que, junto a una dieta rica en hierro, es muy positivo ingerir un aporte extra a base de suplementos.
Así, durante la segunda mitad del embarazo en aquellas mujeres sin antecedentes de ferropenia y con adecuadas reservas de hierro, es recomendada la suplementación oral con bajas dosis de hierro8, en concreto, de 7-16 mg/día.6
De acuerdo con la EFSA, dicha suplementación también se puede prolongar durante el periodo de lactancia.6
Omega 3 en el embarazo
Los ácidos grasos omega 3 desempeñan una función energética y de reserva metabólica en el organismo. Concretamente, los ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 EPA y DHA favorecen el crecimiento normal y desarrollo del cerebro y, puesto que no se sintetizan en nuestro organismo, deben ser aportados a través de la dieta con alimentos como el pescado, los aceites de pescado, la leche y algas marinas cultivadas.
Un aporte adecuado de omegas 3 en niños y adultos ayuda a prevenir estados carenciales y enfermedades crónicas.1,7,8
Durante el embarazo y la lactancia los requerimientos de Omega 3 del feto o el lactante dependen prácticamente de la madre.
Los estudios han demostrado que tanto el feto como los recién nacidos demandan cantidades de Omega 3 que exceden la ingesta de la mayoría de las mujeres embarazadas y lactantes, poniendo de relieve una posible escasez tanto para la madre como para el bebé.
Ello demuestra la importancia de mejorar el estado maternal de Omega-3 durante el embarazo y la lactancia, que puede realizarse a través de suplementos de Omega 3.
Tras evaluación del beneficio del aporte de omegas 3 durante el embarazo, expertos en nutrición, obstetras y neonatólogos, concluyeron en la “Conferencia Europea del Consenso sobre la Recomendación de los Ácidos Grasos Poliinsaturados para madres gestantes y lactantes”, que la ingesta diaria de ácidos grasos polinsaturados omega-3 debe incrementarse con 200 mg DHA/día durante el embarazo y la lactancia.8
De este modo, y en concordancia con la EFSA, se establecen las siguientes recomendaciones en mujeres embarazadas o en periodo de concepción y lactancia6:
- 250 mg/día DHA y EPA + 100-200 mg/día DHA (Omega 3).
- 0,5% de Alfa-linolénico (Omega 3) del total de ingesta energética.
- 4% de ácido linoleico (Omega 6) del total de ingesta energética.
Calcio en el embarazo
El calcio es el mineral más abundante en el ser humano, debido a que se encuentra formando parte de nuestra estructura ósea y contribuye a la normal función muscular y neurotransmisión.6
Los cambios fisiológicos adaptativos que se producen durante el embarazo (por ejemplo, una mayor eficiencia de absorción para facilitar el aporte desde la madre al feto) son en gran medida independientes de la ingesta materna de calcio.
En consecuencia, el grupo de expertos de la EFSA concluye que no se requiere suplementación adicional de calcio en mujeres embarazadas y lactantes, ya que la ingesta diaria recomendada (750 – 860 mg/día) queda cubierta a través de la dieta con 2-3 raciones de alimentos ricos en calcio como el queso, la leche y fuentes no lácteas.6,8 En caso de suplementación con calcio durante el embarazo debe ser consultado con un facultativo.