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Testosterona: la hormona masculina y sus funciones en el organismo

Testosterona: la hormona masculina y sus funciones en el organismo

Publicado: 24 abril, 2025 | 12'

Las hormonas sexuales desempeñan importantes funciones en el organismo, tanto en hombres como en mujeres. Son responsables del desarrollo de los órganos genitales durante la adolescencia, y se encargan de regular el ciclo reproductivo a lo largo de toda nuestra vida.

En el caso de las hormonas sexuales masculinas, estas se producen en los testículos y son las responsables del proceso de producción de espermatozoides. El conjunto de las hormonas masculinas se denominan andrógenos y están reguladas por el sistema endocrino. Hablamos de la principal y más conocida de todas ellas: la testosterona.

¿Qué es la testosterona y por qué es tan importante?

La testosterona es una hormona del grupo de los andrógenos y es una de las más importantes en los hombres. Se produce en los testículos e influye en numerosos procesos que van mucho más allá del deseo sexual y la reproducción, como el mantenimiento del sistema osteomuscular, la producción de glóbulos blancos y espermatozoides, la producción del vello corporal, el estado de ánimo o las funciones cognitivas, entre otros. 

Durante el desarrollo fetal, alrededor de la semana 7, se inicia la diferenciación sexual asociada a la producción de testosterona debido a la presencia del cromosoma Y. En la infancia se produce en pequeñas cantidades, y es a partir de los 11-13 años aproximadamente cuando empieza la etapa de la pubertad, que desde el cerebro (glándula hipofisaria) se estimula la producción de testosterona en cantidades más elevadas que alcanzan su pico durante la adultez, para volver a descender en edades avanzadas. 

A pesar de lo que muchos creen, la testosterona no es exclusiva de los hombres, ya que también está presente en los ovarios del aparato reproductor femenino, aunque en cantidades muy pequeñas.

Funciones de la testosterona en el organismo

Coincidiendo con la elevada producción de testosterona en la pubertad, una de las funciones principales de esta hormona es el crecimiento y desarrollo a nivel físico, aunque está involucrada en otros muchos procesos durante toda la vida.

Funciones de la Testosterona

Desarrollo de los caracteres sexuales masculinos

El aumento de testosterona es responsable de los cambios a nivel físico en el cuerpo masculino a lo largo de todo su ciclo vital. Contribuye al desarrollo de los órganos del aparato reproductor a nivel interno y externo, junto a otras características propias de los hombres como el vello facial y corporal, la voz grave, y también se producen cambios en la distribución de la grasa corporal.

Producción de esperma y fertilidad

Es en la etapa de la adolescencia cuando se comienza a producir espermatozoides en un proceso llamado espermatogénesis y, con ello, aparece la fertilidad masculina. La testosterona es la hormona principal para la formación de espermatozoides, aunque también intervienen otras hormonas como la foliculoestimulante, la luteinizante y la inhibina.

Regulación del deseo sexual o libido

La testosterona es una hormona clave en la libido, tanto masculina como femenina, y es la responsable de regular el deseo sexual ya que, la presencia de esta hormona está directamente relacionada con un mayor interés sexual. Además, estimula la producción de dopamina, uno de los neurotransmisores responsables del bienestar emocional, pero también de la motivación sexual. Asimismo, ayuda a mantener la función eréctil y favorece el flujo sanguíneo en la zona genital.

Mantenimiento de la masa muscular y ósea

Las hormonas sexuales cumplen una función esencial en el mantenimiento y crecimiento del sistema musculoesquelético. Concretamente, en el ámbito óseo, la testosterona interviene en la producción de osteoblastos, células responsables de la formación de hueso, y ayuda a la mineralización ósea y al mantenimiento de su densidad.

Asimismo, participa en la síntesis proteica, favoreciendo el aumento de la masa muscular y su mantenimiento en óptimas condiciones, además de la hipertrofia muscular, proceso de aumento de la fuerza y crecimiento muscular. Esto, a su vez, tiene efectos beneficiosos en el rendimiento físico y ayuda a la recuperación tras la práctica de ejercicio físico.

Influencia en el estado de ánimo y la salud mental

Además de tener efectos en el físico, la testosterona influye en el sistema nervioso a nivel de función cognitiva, el comportamiento y el estado de ánimo. Así, interviene en la producción de hormonas responsables del estado de ánimo como la dopamina y la serotonina, como hemos mencionado antes, y repercute directamente en la expresión de conductas relacionadas con la dominancia o la competitividad, aunque en niveles más altos puede aumentar la agresividad.

De igual forma, unos niveles óptimos de testosterona se relacionan con una mejora de la atención y procesos de memoria, evitando el deterioro cognitivo.

Niveles de testosterona

Los niveles de testosterona varían a lo largo de la vida, principalmente dependiendo de la edad, pero también de otros factores como el estilo de vida, ciertas condiciones médicas y cambios hormonales.

Rangos normales de testosterona en hombres y mujeres

La testosterona se mide en nanogramos por decilitro (ng/dL) y sus valores se pueden conocer a través de un análisis de sangre hormonal. 

Durante la infancia, aproximadamente hasta los 10 años, los valores en ambos sexos son similares y oscilan desde los 1 a los 8ng/dL. A partir de la adolescencia comienzan a aumentar y rondan entre 300-1.000 ng/dL en hombres y entre 9-60 ng/dL en mujeres a partir de los 18 años.

Cómo varían los niveles según la edad

Como hemos visto antes, los niveles de testosterona comienzan a elevarse en gran medida en los hombres a partir de la pubertad. Suelen alcanzar su máximo entre los 20 y 30 años y, a partir de entonces, descienden alrededor de un 1-2% al año. Esto explica que los niveles de testosterona en edades avanzadas sean más bajos y se produzcan cambios a nivel físico y mental como la pérdida de masa muscular o el deterioro cognitivo.

Además, durante el día, los niveles fluctúan y suelen ser más altos por la mañana y bajan por la noche.

En mujeres, el máximo se alcanza también alrededor de los 20 años y comienzan a disminuir lentamente. Durante el embarazo la presencia de testosterona favorece el desarrollo del aparato reproductor masculino en los fetos. Más adelante, en la etapa premenopáusica, la testosterona que se produce en los ovarios es superior a los estrógenos y progesterona frente a edades más avanzadas durante la menopausia, cuando comienzan a bajar y se dejan de producir estas hormonas.

Factores que influyen en la producción de testosterona

Producción de testosteronaLa producción de testosterona varía en función de diversos factores tanto biológicos como relacionados con el estilo de vida. 

Como hemos visto antes, la edad es determinante en la producción de testosterona, aunque también influye la genética y cualquier desajuste físico tanto en la función testicular como en el hipotálamo, que regulan los procesos de producción.

En cuanto al estilo de vida, la alimentación también es determinante, ya que algunos nutrientes como el magnesio, el zinc o la vitamina D son necesarios en la producción de testosterona, así como grasas saludables. Por el contrario, el abuso de alcohol y otros hábitos como fumar son negativos.

La práctica de ejercicio físico de fuerza y un descanso adecuado también tienen efectos positivos, mientras que dormir menos de 6 horas y el estrés pueden reducir los niveles de testosterona.

Síntomas de la testosterona baja, ¿qué es el hipogonadismo?

La testosterona puede sufrir variaciones por diversas causas como hemos visto anteriormente a lo largo de todo el ciclo vital del hombre y la mujer, pero también puede darse un déficit sostenido de esta hormona, llamado hipogonadismo. Esto puede deberse a trastornos genéticos, infecciones, traumatismos u otras condiciones como el consumo de ciertos fármacos.

Los síntomas de testosterona baja o hipogonadismo incluyen:

  • Disminución de la libido.
  • Disfunción eréctil.
  • Fatiga.
  • Pérdida de masa muscular y ósea.
  • Infertilidad.
  • Cambios en el estado de ánimo.
  • Aumento de la grasa corporal.

Además, un retraso en la pubertad con el consiguiente crecimiento lento de los testículos o el pene, e incluso la falta de profundización de la voz y vello corporal, también puede estar determinado por unos bajos niveles de testosterona.

Fatiga, falta de energía y cambios de humor

Puesto que la testosterona está relacionada con el metabolismo energético, la masa muscular y el estado de ánimo, unos niveles bajos pueden repercutir en la sensación de fatiga y falta de energía. También se relaciona con un aumento de la sensación de estrés y menor motivación.

Disminución del deseo sexual y disfunción eréctil

A su vez, la fatiga y los cambios en el estado de ánimo pueden repercutir en la libido y disminución del deseo sexual, pero también tener efectos fisiológicos como disfunción eréctil.

Pérdida de masa muscular

A medida que los niveles de testosterona bajan progresivamente con la edad, también se experimenta una pérdida de densidad ósea y de masa muscular, tanto en hombres como en mujeres. Como consecuencia, existe un mayor riesgo de osteoporosis, menor rendimiento físico y disminución de la fuerza.

Testosterona alta: ¿Cuáles son las consecuencias?

De igual forma, unos niveles altos de testosterona pueden provocar cambios en diversos ámbitos como el estado de ánimo, la función sexual y la libido, la masa muscular y el vello corporal en ambos sexos, aunque con características propias de cada uno de ellos.

Efectos de niveles elevados de testosterona en hombres

En el caso de los hombres, la testosterona alta puede reflejarse a nivel físico con acné o sudoración excesiva, puesto que esta hormona interviene en la producción y secreción de grasa.

Puede aparecer un aumento de la irritabilidad o agresividad con relación a los cambios de humor, y también repercutir en el deseo y función sexual, con dificultad en las erecciones, así como reducción de la cantidad de esperma y libido. También pueden aparecer cambios en el vello corporal, con crecimiento excesivo en el cuerpo y/o inicio de calvicie temprana en la cabeza.

Testosterona alta en mujeres, ¿qué ocurre en el cuerpo?

Los niveles altos de testosterona en mujeres también repercuten en los mismos ámbitos, aunque con peculiaridades. Por ejemplo, en el caso del vello corporal, puede aparecer un crecimiento excesivo también, pero fuera de lo común en mujeres como el vello facial

En el caso de la función sexual, repercute en el deseo sexual, pero también puede provocar sequedad vaginal o ciclos menstruales irregulares, e incluso cambios físicos en la zona vulvar como un clítoris agrandado.

Cómo mantener los niveles normales de testosterona

Como hemos visto, la testosterona influye en numerosos procesos internos, por lo que es importante mantener unos niveles óptimos a través de un estilo de vida saludable. Esto lo podremos conseguir con una dieta adecuada, la práctica de ejercicio regular, una correcta rutina de descanso nocturno y aprender a manejar el estrés.

Alimentación

Alimentación

Lo que comemos repercute en la producción de testosterona, al igual que en el resto de las hormonas.

Existen algunos nutrientes importantes que favorecen el mantenimiento de los niveles normales de testosterona como la vitamina D, el magnesio, el zinc o los ácidos grasos omega 3. Además, consumir grasas saludables puede ayudar a mantener un equilibrio en los niveles hormonales. Podemos encontrar estos nutrientes en alimentos como pescados grasos (salmón o sardinas), marisco, verduras de hoja verde (espinacas o kale), chocolate negro y huevos, entre otros. 

Así, lo más recomendable es seguir una dieta equilibrada que incluya proteínas, grasas saludables y carbohidratos, como base de una buena salud general, evitando dietas restrictivas o, por el contrario, comer en exceso.

El papel de los complementos alimenticios

Una alimentación saludable puede complementarse con suplementos alimenticios. Ingredientes como la maca, el tribulus o el ginseng pueden favorecer el equilibrio hormonal, especialmente ser útiles en la vida sexual.

Es importante resaltar que cualquier síntoma que esté asociado a un desequilibrio hormonal debe ser consultado con un profesional sanitario que determine el origen de esta situación y las medidas para afrontarlo.

Ejercicio físico: entrenamiento de fuerza y resistencia

Ejercicio físicoPracticar ejercicio de forma habitual es una de las mejores formas de cuidar nuestra salud en general. Nuestra actividad física también influye en la producción de hormonas, como en este caso la testosterona, aunque sus efectos varían dependiendo del tipo de ejercicio y su intensidad.

Por ejemplo, existen estudios que han revisado la variación en los niveles de testosterona en ejercicios de resistencia como levantamiento de pesas, que revelan un aumento de esta hormona a corto y largo plazo, así como también entrenamientos por intervalos de alta intensidad o HIIT. En ambos casos, este aumento de testosterona se produce principalmente en hombres.

Hábitos saludables: sueño y reducción del estrés

Dormir bien es casi tan importante como una alimentación adecuada y practicar ejercicio, e influye también en la producción de nuestras hormonas. En la etapa adulta, se recomienda mantener una rutina estable de descanso nocturno de al menos 7-8 horas al día. Tanto es así, que un estudio realizado en la Universidad de Chicago en 2011 (Leproult, et al), reveló que dormir solo 5 horas por la noche está relacionado con una reducción de los niveles de testosterona.

De igual forma que ocurre con una alteración del sueño, el estrés a largo plazo influye en nuestros procesos internos y puede elevar la hormona del cortisol, haciendo a su vez que disminuyan otras como la testosterona.

Mitos y verdades sobre la testosterona

Alrededor de la producción de hormonas existen diversas informaciones, aunque no todas están avaladas por evidencia científica. Normalmente la testosterona se ha relacionado con algunos mitos como que solamente se encuentra en los hombres, o que unos niveles bajos únicamente afectan al rendimiento sexual. Veamos algunas de las preguntas más frecuentes en torno a esta hormona.

¿Más testosterona significa más fuerza?

La testosterona influye en el desarrollo de fuerza muscular, ya que contribuye a la síntesis de proteínas y formación del tejido muscular, aunque no necesariamente unos niveles altos siempre repercuten en este ámbito. 

Existen otros factores que guardan relación con la fuerza muscular como el tipo de entrenamiento, la alimentación y la predisposición genética de cada persona, la testosterona por sí sola no generará más fuerza sin esta combinación. 

¿A qué edad disminuye la testosterona?

Como hemos visto a lo largo del artículo, la testosterona alcanza su pico máximo entre los 20 y 30 años, y comienza a disminuir de forma natural a partir de esta edad. La velocidad a la que disminuye varía según la genética y factores del estilo de vida. El estrés, unas rutinas de sueño y alimentación desequilibradas, el sedentarismo o la obesidad pueden acelerar este proceso.

¿Es peligroso tener testosterona baja?

Los niveles de testosterona varían en función de la edad, factores genéticos, o el estilo de vida, aunque unos niveles bajos durante un tiempo prolongado si pueden tener consecuencias significativas a nivel físico y mental. Puede ocasionar una pérdida de masa muscular y ósea, una mayor acumulación de grasa, sensación de fatiga y falta de energía, bajo estado de ánimo, y disminución de la libido, afectando también a la función sexual.

Es recomendable consultar con un profesional sanitario estos síntomas con el fin de realizar los chequeos necesarios y encontrar el origen, que pueden estar relacionados con esta hormona o bien por otras causas.

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  Referencias


Contenido revisado por los especialistas del área de Información Científica de MARNYS. Este artículo es informativo y no sustituye la consulta de un especialista.



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