6 mayo, 2024

Rita Cava, bióloga y doctora en nutrición

Especialista en planificación de dietas con más de veinte años de experiencia en investigación y docencia.

Rita Cava Roda, es bióloga y doctora en Nutrición y Tecnología de los Alimentos, con más de 20 años de experiencia en investigación y docencia. Ha sido profesora en la Universidad Simón Bolívar de Venezuela en el área de Microbiología de los Alimentos y en la Universidad de Murcia en el grado de Nutrición y del máster universitario «Nutrición, Tecnología y Seguridad Alimentaria». En su curriculum cuenta además con numerosas publicaciones en revistas científicas y presentaciones en congresos de reconocido prestigio nacional e internacional.

Además, es Dietista-Nutricionista, y pasa actualmente consulta privada de nutrición y dietética en la clínica Kiré (Murcia), siendo su especialidad la planificación dietética en obesidad, nutrición metabólica, microbiota intestinal y problemas digestivos.

Licenciada en Biología.
Máster en Ciencias de los Alimentos.
Doctora en Nutrición, Bromatología y Tecnología de los Alimentos.
Graduada en Nutrición Humana y Dietética.

Dra. Rita Cava Roda

Hablamos con la Dra. Rita Cava sobre su trayectoria y recomendaciones como especialista en un área tan importante para la salud como es la nutrición.

¿Qué la llevó a licenciarse en Biología y posteriormente doctorarse en Nutrición y Tecnología de los Alimentos?

Desde siempre estuve interesada en el funcionamiento de los procesos bioquímicos de nuestro cuerpo, de hecho me licencié en la mención Bioquímica. Estudiar Biología me ha aportado ese conocimiento sobre como la “ciencia básica” es tan importante para entender cada una de las rutas metabólicas que nuestro organismo ejecuta y cómo esto repercute en el funcionamiento de cada uno de nuestros órganos.

Una vez que adquiero este conocimiento teórico de la biología y bioquímica, es cuando quiero enlazarlo con el área práctica, y hago primero mi máster en «Ciencia de los Alimentos» en la Universidad Central de Venezuela, y posteriormente un doctorado en «Nutrición, Bromatología y Tecnología de los Alimentos» en la Universidad de Murcia. Estos estudios me han permitido relacionar los conocimientos teóricos del metabolismo y el impacto real que la nutrición tiene sobre el mismo.

También es doctora en bromatología, ¿en qué consiste esta ciencia y cómo lo aplica en el día a día?

La ciencia de la Bromatología me ha permitido conocer con profundidad, la composición nutricional y microbiológica de los alimentos, así como sus propiedades funcionales y tecnológicas. Evidentemente este conocimiento de los alimentos y sus propiedades me ha facilitado asociarlos con los beneficios o perjuicios que pueden ejercer en el ser humano. Así mismo, gracias a la Tecnología de Alimentos puedo seleccionar los tratamientos y los métodos de conservación más adecuados para mantener sus propiedades nutricionales y organolépticas (sabor, olor, entre otros) de los alimentos, y al mismo tiempo garantizar su inocuidad.

En su trabajo en el campo de la investigación, ¿cuál considera que ha sido su contribución más significativa o que más satisfacción le ha generado?

Me siento satisfecha en general con los logros obtenidos durante mi trayectoria profesional en el área de la investigación, sobre todo con los resultados de las investigaciones durante mi doctorado y postdoctorado. Específicamente los estudios realizados sobre la canela, el clavo y la vainilla me han permitido demostrar que estas especias, tan ampliamente usadas como ingredientes alimentarios, tienen efectos beneficiosos para la salud. En el artículo publicado en la revista Foods, 2021, se describe un trabajo de investigación, donde se demuestran los efectos antimicrobianos y antioxidantes de estas especias naturales, especialmente la sinergia que presentan sus combinaciones al potenciar su capacidad antimicrobiana. Las propiedades de estas especias pueden tener una utilidad práctica, por ejemplo, en los procesos de pasteurización de la industria lechera, donde ingredientes naturales, como la canela y la vainilla, pueden reducir las temperaturas usadas durante el proceso, garantizando la calidad microbiológica y manteniendo la integridad de las proteínas lácteas en mejor estado.

¿Podría hablarnos sobre alguna investigación o proyecto en el que esté trabajando actualmente y que considere relevante?

Estoy trabajando actualmente en un proyecto relacionado con la microbiota intestinal, en la clínica Kiré, donde trabajo actualmente. En líneas generales, la base de este proyecto consiste en utilizar unos kit para analizar la microbiota intestinal de los pacientes, lo cual nos permite caracterizar de forma individual las poblaciones microbianas que tienen las personas, y poder relacionarlas indirectamente con diferentes tipos de enfermedades. Esto proporciona un diagnóstico mucho más preciso y permite ofrecer tratamientos personalizados en base a probióticos y prebióticos, y lineamientos nutricionales y de estilo de vida, que, a su vez, equilibran esa microbiota intestinal y, por ende, mejoran la salud.

¿Cómo ha sido su experiencia profesional combinando la investigación, la consulta, y la docencia a lo largo de su carrera?

Ha sido fantástica porque cada etapa ha apoyado a la siguiente. La investigación me ha permitido tener herramientas para discernir un problema, establecer hipótesis y definir objetivos, para luego generar resultados con data contrastada y relevante. La parte de docencia me ha permitido aprender a comunicar de forma asertiva con las personas, a comprender sus motivaciones para poder guiarlas y estimularlas para alcanzar sus propias metas. La combinación de esta dos facetas es la que me faculta a la hora de hacer consulta, es decir, establecer un vínculo comunicativo y de empatía para explicar esa data científica en palabras coloquiales, que sean motivantes y que transmitan esperanza, que el paciente sienta que existe solución práctica a su problema del día a día.

Háblenos de su experiencia con los pacientes en consulta de nutrición y planificación dietética. ¿Cuáles son las principales preocupaciones que presentan y qué los llevan a acudir a un dietista-nutricionista?

La principal preocupación que expresan mis pacientes son las consecuencias que tiene el sobrepeso sobre su salud. El médico los refiere a un nutricionista porque tienen enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes entre otras, que se ven afectadas negativamente por el sobrepeso. Estas enfermedades crónicas no transmisibles son la principal amenaza de la sociedad.

Otras preocupaciones por las cuales asisten a consulta es el estancamiento en el peso que ocurre generalmente en la menopausia, problemas digestivos, síndromes intestinales (especialmente en jóvenes), y por último personas que quieren mejorar su composición corporal.

¿Cuál es su enfoque a la hora de diseñar un plan alimenticio para un paciente?

Para proponer un enfoque, el primer paso es realizar una evaluación integral del paciente (anamnesis), analizamos todas las enfermedades y los problemas personales, hábitos alimentarios y de estilo de vida que presenta el paciente, y desde aquí se marcan los objetivos a conseguir, que pueden o no coincidir con los del paciente.

Por ejemplo, si una persona padece diabetes y no tiene mucho sobrepeso, el plan nutricional se dirige a mejorar los indicadores de glucosa en sangre o si, por el contrario, el paciente tiene sobrepeso, el enfoque sería un plan nutricional para reducir el peso y que incluya el control del azúcar. Lo que sí es importante es conocer las rutinas diarias, preferencias y hábitos alimenticios del paciente, a fin de elaborar un plan individualizado que éste sea capaz de cumplir y le entusiasme, además de implementar una educación nutricional.

Además de una alimentación saludable y un estilo de vida activo, ¿suele recomendar complementar la dieta con suplementos alimenticios? ¿En qué situaciones?

Soy súper amiga de los suplementos. Son adyuvantes en cualquier dieta que se siga, y la razón es sencilla: aportan elementos necesarios para mantener la salud y que no se introducen en la dieta debido principalmente a las preferencias o hábitos de la persona. Por ejemplo: hay pacientes a los cuales no les gusta el pescado por lo que se deben usar otras fuentes proteicas diferentes, pero, entonces, hay que complementar la dieta con ácidos grasos omegas 3. Otro ejemplo lo encontramos en personas en las cuales la saciedad no se completa por lo que también pueden ayudarse con algunos complementos que produzcan esta sensación. No obstante, es importante hacer saber que los suplementos alimenticios no sustituyen una dieta, sino que la complementan.

¿Cuáles son los ingredientes activos que más suele recomendar?

Los ingredientes que más suelo recomendar son ácidos grasos omegas-3, magnesio, vitamina C y D, flavonoides y quercetina, estos últimos ingredientes activos procedentes de plantas.

En los últimos años se habla mucho de la microbiota. ¿Qué papel tiene la microbiota intestinal en la salud digestiva y también en la obesidad?

La microbiota intestinal tiene un papel predominante y fundamental en la salud digestiva. Actualmente, la evidencia científica no deja dudas de que la salud digestiva depende del estado de la microbiota y que cualquier desequilibrio (disbiosis), va a ser el punto de partida de diversas patologías como enfermedades inflamatorias intestinales, obesidad, o enfermedades de tipo inmunológico e inclusive enfermedades mentales. De hecho, ahora mismo dentro del proyecto de microbiota que estoy realizando, existen pacientes referidos por el dermatólogo que tienen diversas afectaciones de piel (psoriasis, rosácea), a los que una previa evaluación con el kit y otros análisis clínicos determinan que la alteración de la microbiota es la que está produciendo estos desequilibrios.

Con un plan nutricional se ha podido aportar, junto con el tratamiento médico, resoluciones de estas afecciones dermatológicas, las cuales muchas veces tienen un componente inmunológico. En estos casos, el uso de probióticos y prebióticos aportan buenos resultados junto con la dieta personalizada.

¿Cree que la población en general tiene una buena relación con la comida? ¿Qué se debe mejorar?

La relación con la comida tiene un contexto social prominente, tanto a nivel familiar como en el círculo de amistades. La presión ejercida a este nivel es tan fuerte que es muy difícil que las personas puedan llevar una dieta equilibrada, y a todo esto, se suma el efecto de la publicidad. Por eso es importante obtener una buena educación nutricional (no es necesario ser un experto), que nos permita elegir y combinar los diferentes alimentos con su contenido en proteínas, grasas y carbohidratos, y así poder mantener la presión social bajo control. Especialmente esto debe ser prioridad con los niños, los cuales actualmente son la población más vulnerable y que puede enfrentar mayores problemas de salud debido a la alimentación. Educar desde el hogar, a pesar de la vida ajetreada que llevamos, es una de las tareas fundamentales para lograr tener una buena salud a lo largo de la vida.

¿Cómo ve el futuro de la alimentación y la nutrición en el contexto en el que vivimos con cambios climáticos y sociales?

Debemos volver a lo básico, esto es, procurar comprar alimentos lo menos procesados posible, de carácter orgánico y evitar la comida rápida, la basura o la recalentada. La alimentación más saludable debe estar basada preferentemente en plantas, que aportan a la dieta una fuente muy importante de proteínas, además de una cantidad considerable de fibras, antioxidantes y otros elementos beneficiosos. Sabemos que el clima, la presión social y la comercialización afectan tanto a los hábitos alimentarios como a las propiedades funcionales de los alimentos, pero siempre que sea posible debemos seguir un plan alimenticio que aporte bienestar integral y, para ello, tanto el individuo, las comunidades y los gobiernos locales deben generar acciones concretas con el objetivo de tener generaciones sanas y productivas.