Virus: ¿Qué sabes sobre ellos?
Publicado: 13 marzo, 2020 - Actualizado: 20 octubre, 2021 | 8'
¿Qué es un virus?
Un virus es una partícula diminuta que contiene material genético dentro de un recubrimiento de proteína, y es mucho más pequeña que un hongo o una bacteria.
Para poder multiplicarse, los virus necesitan invadir células vivas. Para ello usan toda la “maquinaria” celular a su favor, siendo capaces de ocasionar daño y muerte celular, lo que se traduce en enfermedad.
Contraer un virus no necesariamente causa enfermedad, ya que el sistema inmunitario puede eliminarlo, siempre y cuando las células de defensa estén en óptimas condiciones o el sistema inmune “recuerde” las características del virus por una presencia previa.
La gran mayoría de las enfermedades que sufrimos cuando somos niños son debidas a virus, tales como el sarampión, la varicela, la rubeola, entre otras. Actualmente, y gracias al desarrollo del sistema sanitario, disponemos de vacunas para combatirlas.
Tipos de Virus
La estructura de los virus es muy diversa y varían en tamaño, forma y composición química. Básicamente, se definen por la clase de material genético, su tamaño, sus formas microscópicas, su capacidad de poder transmitirse y su capacidad de multiplicarse, entre las más importantes.
Ejemplos de tipos de virus son:
Virus de la Gripe
El virus de la gripe o ‘virus de la influenza’ presenta forma esférica con extensiones alargadas y afiladas desde su superficie, que a veces tiene forma de bastón o de hongo. Hay identificados tres subtipos de virus de la gripe: A (de mayor virulencia), B y C.
Rinovirus
Los rinovirus tienen forma poliédrica y no presentan la cápsula de proteína. Son los principales causantes del resfriado común.
Coronavirus
Los coronavirus comprenden la subfamilia Orthocoronavirinae de la familia Coronaviridae. Son virus más grandes que el virus de la gripe, y sus extensiones desde la superficie semejan una corona. Pueden infectar tanto a humanos como a animales.
Rotavirus
Los rotavirus tiene forma de rueda dentada, comúnmente infectan a niños y a bovinos. Existen 8 grupos denominados A, B, C, D, E, F, G y H.
Adenovirus
Los adenovirus son de forma circular, no están recubiertos por una capa proteica y poseen un material genético distinto a los ya mencionados.
¿Qué tipo de infecciones pueden causar los virus?
Los virus tienen la habilidad de infectar diferentes sistemas del cuerpo humano. Revisemos las infecciones por virus más comunes:
Infecciones gastrointestinales
Se transmiten de una persona a otra por la vía fecal-oral. Algunos virus afectan más al sistema gastrointestinal en determinados grupos de edad, por ejemplo, el Rotavirus afecta gastrointestinalmente a niños; el Norovirus a niños mayores y adultos y el Adenovirus a lactantes. Existe una vacuna que se ha desarrollado contra rotavirus que es eficaz contra la mayoría de las cepas patógenas y forma parte del esquema de vacunación recomendado para los lactantes.
Estas infecciones se conocen comúnmente como ‘virus estomacal’, ‘gripe estomacal’ o ‘gastroenteritis vírica’ y sus síntomas principales son vómitos y diarrea. No se recomienda un tratamiento específico, pero resultan importantes las medidas de sostén, en particular la rehidratación. El lavado de manos y las medidas sanitarias adecuadas pueden ayudar a prevenir la diseminación.
Infecciones de la piel y las mucosas
La transmisión es típicamente de persona a persona. Algunos de los virus más frecuentes que pueden causar infecciones cutáneas son el virus del herpes simple (VHS), el virus del papiloma humano (VPH), o el llamado virus boca mano pie (virus Coxsackie A16 de la familia de los enterovirus) que suele afectar a bebés y niños pequeños.
Suelen provocar verrugas, sarpullidos, moluscos contagiosos u otras alteraciones cutáneas. Otros virus como el de la varicela también puede afectar a la piel a través de una erupción.
Hepatitis vírica
Se han identificado al menos 5 virus específicos que causan hepatitis, A, B, C, D y E, teniendo características y desarrollos diferentes de la enfermedad. La hepatitis A se transmite por vía oro-fecal y es más común en niños y adultos jóvenes. Las hepatitis B y C suelen transmitirse por vía sanguínea, a través de compartir agujas o hemoderivados contaminados. La hepatitis E generalmente es transmitida por vía oro-fecal o por contaminación de alimentos. La hepatitis D se transmite generalmente por contacto parenteral o mucoso con sangre o líquidos corporales infectados. Existen vacunas disponibles para los tipos de hepatitis A, B, C y E.
Infecciones respiratorias
Son las infecciones virales más frecuentes y las que más probabilidades tienen de causar síntomas graves en lactantes, adultos mayores y pacientes con trastornos pulmonares o cardiopatías. Los virus respiratorios incluyen los de la gripe (A y B), los virus de la gripe aviar, adenovirus, rinovirus, coronavirus, entre otros. Los virus respiratorios se diseminan típicamente de una persona a otra por contacto con gotas de secreciones respiratorias infectadas.
¿Cuáles son los síntomas de una infección respiratoria viral?
Los virus que más frecuentemente afectan al tracto respiratorio son los virus de la gripe, rinovirus, coronavirus y adenovirus.
Los síntomas a veces pueden prestar a confusión si es debida a infección viral o bacteriana, por lo cual el mejor diagnóstico lo efectuará un especialista a través de pruebas específicas.
Dependiendo de si el virus se aloja en la parte superior o inferior de las vías respiratorias las sintomatología es distinta:
- Las infecciones de las vías respiratorias altas incluyen a la garganta, laringe, tráquea, senos paranasales y oídos. A la hora de presentar síntomas se manifiestan generalmente con fiebre, tos, dolor de garganta, disfonía, goteo o congestión nasal, dolor de cabeza, dolor de oído con o sin secreción, conjuntivitis y estornudos. Las estadísticas arrojan que casi el 70% de las infecciones respiratorias de tracto superior son virales.
- Las infecciones del tracto respiratorio inferior comprometen a bronquios y pulmones, y son las que más riesgo generan en la salud. Los síntomas que se presentan son: dificultad respiratoria progresiva que puede llevar a la hipoxia (deficiencia de oxígeno), tos “con silbidos” o tos perruna y con flema, dolor en el pecho al respirar o toser, ronquera, alergia por una reactividad exagerada de los bronquios, fiebre, transpiración (sudor) y escalofríos con temblores, vómitos o náuseas, entre otros.
¿Cómo se diagnostican las infecciones virales?
El diagnóstico de infección viral siempre debe ser realizado por un especialista sanitario, y suele hacerse a través de dos técnicas:
1) Mediante la identificación de los síntomas denominados clínicos, como por ejemplo, en la gripe que presenta fiebre alta, rinitis, tos, cefalea y malestar general, o en el sarampión que presenta conjuntivitis, manchas en la mucosa oral y pequeñas pápulas en la piel principalmente en la espalda. Asimismo, si hay brotes epidémicos puede determinarse que una persona esté infectada porque se encuentre en zona de riesgo.
2) Mediante pruebas de laboratorio que dependen de la correcta recolección de muestras por parte de la persona enferma, pudiendo emplearse tanto la observación del virus a través de un microscopio especial o pruebas de inmunoensayo para identificar antígenos virales.
¿Qué medidas preventivas puedo tomar para evitar las infecciones virales?
Puedes prevenir las infecciones virales tomando medidas sencillas como lavarte frecuentemente las manos o extremar el cuidado al manipular los alimentos, entre otras.
Medidas Higiénicas frente a los virus
Lavarse las manos, ya sea con agua y jabón o con gel alcoholado, es la forma más sencilla y eficaz de protegerte de los gérmenes y de la mayoría de las infecciones. Lava tus manos cuando vayas a manipular alimentos o comerlos, después de toser, estornudar, cambiar un pañal e ir al baño. Otras medidas son evitar el contacto con personas enfermas y limitar la interacción frecuente y/o cercana con animales sin tomar las debidas precauciones, especialmente aves y cerdos.
Vacunas disponibles contra los virus
Las vacunas actúan a través de la estimulación de la inmunidad, y muchas son administradas durante nuestra niñez. Las vacunas disponibles contra los virus son variadas, como las de la hepatitis A, la hepatitis B, el virus del papiloma humano, antigripal, antiparotiditis, antipoliomielítica, antirrábica, antirrotavirus, entre otras. En el caso del resfriado común (rinovirus) y las infecciones respiratorias por coronavirus, no existe ninguna vacuna.
Inmunoglobulinas
Las inmunoglobulinas ofrecen (siempre siguiendo el consejo médico) la denominada “inmunidad pasiva”, ya que se usan: antes de la exposición al virus (por ejemplo para la hepatitis A); generalmente cuando hay alguna situación de riesgo; después (por ejemplo para la rabia o la hepatitis); o durante (por ejemplo eccema por vacunación).
Recuerda, si presentas sintomatología que te sugiera que has contraído una infección viral, busca asistencia médica.
¿Cuáles son los tratamientos disponibles?
Los tratamientos antivirales existentes están dirigidos a controlar los síntomas, detener su progresión y reducir la convalecencia hasta que nuestras mismas defensas eliminen al virus. Veamos cuáles son:
Fármacos Antivirales
Los estudios hasta ahora han demostrado que algunos medicamentos pueden reducir la duración de la fase de crecimiento del virus, siendo útiles por ejemplo para las infecciones por virus del herpes, hepatitis, etc. En el caso de los virus que causan infecciones respiratorias existen muy pocos medicamentos que demuestren una eficacia aceptable, y a veces los costes de adquisición son elevados.
Interferones
Los interferones son compuestos liberados por nuestras propias células en respuesta a los antígenos virales. A partir de éstos, se han desarrollado medicamentos que han demostrado efectividad en ciertos tipos de hepatitis, sin embargo, tienen efectos adversos que deben ser controlados por personal sanitario.
Ingredientes naturales alternativos
Conocido es el papel que tienen muchas plantas para ayudar a combatir infecciones; extractos de plantas como la equinácea, el ginseng, el espino amarillo, el saúco o el hongo reishi, tienen propiedades naturales para contribuir a nuestras defensas naturales.
El Saúco, una planta con propiedades antimicrobianas
El Saúco (Sambucus nigra), es un arbusto ramoso y de follaje denso, que se encuentra en zonas templadas del planeta. Sus frutos son bayas de color negro, azul-negruzco o rojo (raramente de color amarillo o blanco), con elevado contenido de antocianósidos, y que tradicionalmente se ha utilizado para las molestias propias del invierno en nariz y garganta.
La EFSA (ON HOLD 2134) declara que el contenido de antocianósidos en las bayas del Saúco contribuye a las defensas naturales del cuerpo.
Asimismo, dos estudios clínicos recientes, de 2016 y 2019, han evaluado su utilidad para reducir la duración del resfriado común y la gripe, respectivamente, concluyendo lo siguiente:
- Estudio del año 2016 con 312 individuos para evaluar la utilidad del extracto de Saúco en resfriado común, con resultados de reducción de la duración del resfriado en 30% vs. aquellos que no tomaron Saúco. Además, que los síntomas fueron de mucha menor intensidad en aquellos individuos que ingirieron el extracto de Saúco.
- Estudio del año 2019 donde analizan las ventajas del uso del Saúco en resfriado común y gripe en 4 estudios diferentes que involucran 180 individuos, concluyendo que el uso del extracto de Saúco reduce significativamente tanto los síntomas asociados, como también la duración del resfriado/gripe.