Psoriasis: síntomas y cuidados
Publicado: 19 octubre, 2020 - Actualizado: 25 mayo, 2023 | 9'
¿Es posible controlar la psoriasis? Te contamos todo sobre esta afección en la piel
La piel es uno de los órganos más sensibles de nuestro cuerpo y precisamente por eso tenemos que saber cómo cuidarla, mimarla y nutrirla. Este tejido suele verse afectado por agentes externos e internos que pueden ocasionar ciertas lesiones.
Una de las afecciones de la piel más frecuente, aunque también más desconocida, es la psoriasis. Es un trastorno cutáneo muy irritante, crónico e impredecible, causada por la inflamación de las células de la piel.
En este artículo te ofrecemos información relevante sobre qué es la psoriasis, sus síntomas, qué zonas del cuerpo se ven más afectadas y cómo puedes tratarla.
¿Qué es la psoriasis y por qué se produce?
Según la Academia Española de Dermatología y Venereología, la psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica del sistema inmunitario que afecta a la piel, uñas y articulaciones.
Es una de las afecciones dermatológicas más comunes, ya que, según la Asociación Española de Pacientes de Psoriasis y Artritis Psoriásica, afecta a un 2,3 % de la población mundial.
En Europa, la psoriasis afecta al 0,6-6,5% de la población, y es más común en los países septentrionales.
La psoriasis es una enfermedad de las denominadas autoinmunes causada por el mal funcionamiento de las vías y elementos del sistema inmunitario, que ocasiona que las células de la piel puedan multiplicarse hasta 10 veces más rápido que la tasa normal del crecimiento celular.
¿A quién afecta la psoriasis?
Varios estudios han demostrado que los primeros signos de psoriasis aparecen entre los 15 y los 20 años, como muy pronto, y entre los 55 y los 60, como muy tarde. Así mismo, la padecen por igual hombres y mujeres.
Causas de la psoriasis
Existen factores genéticos, inmunitarios y medioambientales, que pueden causar o disparar brotes de psoriasis.
Factores genéticos
Según la Asociación Española de Dermatología y Venereología, en el 40% los casos de psoriasis, existe un antecedente familiar de la enfermedad. Según el estudio Genética y Psoriasis de la Asociación Española de Pacientes de Psoriasis y Artritis Psoriásica, el riesgo genético de padecer psoriasis se cifra en un 14%, es decir, el riesgo de transmitir la enfermedad a los hijos en el caso de que uno de los progenitores la tenga.
Si es importante acotar que la investigación genética sobre la psoriasis no es concluyente con relación a los genes asociados a esta enfermedad. De hecho, estudios en gemelos idénticos, han demostrado que en un 70% de los casos padecían de psoriasis ambos individuos, siendo esto contradictorio con el 100% esperado por herencia genética. Esto confirma que la aparición de la psoriasis está determinada adicionalmente por otros factores.
Factores inmunitarios
Se presenta una desregulación primaria del sistema inmune elevando la presencia de factores inflamatorios, como lo son las citoquinas y quimioquinas, provocando la hiperproliferación de los queratinocitos. Esta proliferación celular “no controlada” inicia una respuesta inmunológica para controlar la inflamación (se origina un infiltrado de linfocitos T, CD4 y monocitos), lo que resulta en un ataque autoinmune, es decir, combatimos nuestras propias células como si fueran extrañas. Se manifiesta principalmente por placas psoriásicas que aumentan y se exfolian gradualmente, con pústulas y manchas acompañantes.
Factores medioambientales
Con todo, la mayoría de los casos de psoriasis, 8 de cada 10, se relacionan con factores externos y medioambientales, así como el estilo de vida de cada persona. Diferentes sociedades médicas coinciden que existen factores que pueden desencadenar o incrementar los brotes de psoriasis; algunos de ellos son:
- Estrés, un factor importante que puede conducir al primer brote de psoriasis y a recaídas periódicas.
- Malos hábitos, como el fumar ya que el riesgo de padecer psoriasis en las personas fumadoras es el doble que en las no fumadoras. Así mismo, el alcohol, puede inducir el inicio de la psoriasis y empeora el pronóstico.
- Traumatismos, directos u otras agresiones físicas (quemaduras solares, cicatrices quirúrgicas, entre otras), sobre la piel puede desencadenar la aparición de lesiones psoriásicas en la zona afectada (fenómeno isomorfo de Koebner). Los traumatismos pueden inducir frecuentemente la aparición de brotes psoriásicos, ya sea en personas con psoriasis o sin manifestación clínica.
- Infecciones, pueden inducir o empeorar las lesiones. Un ejemplo es la faringitis por estreptococo que puede desencadenar la psoriasis guttata.
- Obesidad o aumento de peso, incide en la severidad y frecuencia de la psoriasis. Se desprende que es posible que esté relacionado con la aparición de psoriasis, debido al carácter inflamatorio crónico de la obesidad. En los individuos obesos es importante limitar el sedentarismo, e implementar una dieta equilibrada e hipocalórica y la práctica regular de deporte.
Otras enfermedades y afecciones asociadas a la psoriasis
Aunque la psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a la piel, puede causar complicaciones y afecciones en otras partes del cuerpo, siendo de importancia que las personas con psoriasis sean conscientes de estos posibles riesgos y se sometan a pruebas y exámenes regulares para detectar cualquier problema de salud.
Algunas de las enfermedades y afecciones asociadas a la psoriasis son:
- Artritis psoriásica: Es una forma de artritis que se presenta en personas con psoriasis, causando dolor, rigidez e inflamación en las articulaciones, frecuentemente en manos y muñecas. La prevalencia de la artritis psoriásica está entre un 25-30% de las personas con psoriasis.
- Enfermedad renal: La prevalencia de desarrollar insuficiencia renal es el doble en personas con psoriasis grave que aquellas con afectación de leve a moderada.
- Enfermedad cardiovascular: Las personas con psoriasis tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, que incluye enfermedad coronaria, enfermedad de las arterias periféricas y accidente cerebrovascular.
- Diabetes tipo 2: La psoriasis grave presenta un mayor riesgo de desarrollar diabetes.
- Síndrome metabólico: Incluye dislipidemias, hipertensión arterial, obesidad abdominal, entre otras, están asociadas a la enfermedad psoriásica, ya que todos cursan con inflamación crónica; de hecho un 40% de los pacientes padecen de este síndrome.
- Enfermedad de Crohn: Es una enfermedad inflamatoria intestinal que puede estar relacionada con la psoriasis. Los síntomas incluyen dolor abdominal, diarrea y pérdida de peso.
Calidad de vida y psoriasis
La piel es nuestra ventana a la socialización, por eso la psoriasis puede incidir negativamente en la calidad de vida, que implica la autoestima, las relaciones cotidianas, las actividades diarias, las relaciones sexuales, el rendimiento laboral o escolar, etc.
De hecho las personas con psoriasis suelen sufrir de depresión y/o ansiedad, primero por el efecto visual y el miedo al contagio en su entorno, y segundo por el rechazo y estigmatización social.
La psoriasis no es contagiosa.
La psoriasis no es contagiosa, es decir, no se trasmite por contacto físico; tal como lo hemos comentado se califica como una enfermedad autoinmune, que principalmente tiene un componente hereditario.
La visibilidad de las lesiones psoriásicas repercute en el desempeño laboral, causando aislamiento, inseguridad y estrés. Este último, además puede ser un desencadenante de un brote psoriásico.
Impacto negativo de la Soriasis según la OMS.
Según la OMS, los pacientes con psoriasis presentan en un 98% afectación de su vida emocional, el 94% en su vida social, el 70% en su vida familiar, el 68% en su carrera profesional, el 38% en su funcionamiento físico, el 17% en su intimidad sexual y el 21% en su vida educativa.
La OMS enumera cuatro áreas principales para disminuir el impacto negativo en la calidad de vida de las personas con psoriasis:
(i) asegurar cobertura y un tratamiento óptimo de la enfermedad;
(ii) desarrollar e implementar campañas educativas que eleve el conocimiento de la psoriasis tanto a nivel de medicina primaria como en la sociedad en general;
(iii) incrementar la investigación científica de la enfermedad; y
(iv) seguir desarrollando nuevos tratamientos focalizados en erradicar las causas.
Tipos de psoriasis
Resulta muy habitual pensar que solo existe un tipo de psoriasis, sin embargo los expertos establecen varias formas:
- Psoriasis en placas: es la forma más frecuente. Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero principalmente en codos, rodillas, zona lumbar y cuero cabelludo.
- Psoriasis eritrodérmica: es la forma más grave, pero la menos frecuente. Puede afectar a todo el cuerpo y ejerce efectos negativos en la barrera de la piel.
- Psoriasis pustulosa: caracterizada por la aparición de pústulas sobre las placas.
- Invertida o de pliegues: placas de color rojo intenso que se manifiestan en los pliegues de la piel en la ingle, los glúteos y las mamas.
- Psoriasis en el cuero cabelludo: es también una forma frecuente, que se caracteriza en las formas leves por escamas muy finas y ligeras; mientras que en las formas graves se presentan placas gruesas que cubren todo el cuero cabelludo, que puede extenderse hasta la frente, la región occipital y alrededor de las orejas.
- Guttata o en gotas: afecta sobre todo a niños y adolescentes y se presenta en forma de pequeños puntos rojos escamosos.
Principales síntomas de la psoriasis
Los síntomas varían dependiendo del tipo y localización de la psoriasis. Los principales son:
- Manchas, aparecen con mayor frecuencia en codos, rodillas, cuero cabelludo y al final de la espalda. Se caracterizan por ser redondeadas u ovales de color rojo con escamas plateadas o blancas.
- Ardor y picor, relacionados con la localización de la lesión, siendo las lesiones inguinales, el cuero cabelludo o las piernas las que presentan mayores de estas molestias.
- Dolor, especialmente en las placas muy inflamadas localizadas en las palmas de las manos o plantas de los pies, que en ocasiones pueden sangrar
Tratamiento y cuidado de la psoriasis
Aun cuando es necesario tratamiento farmacológico para la psoriasis, es importante tener un enfoque integral en cuerpo y mente, con el objetivo de mejorar la calidad de vida.
Las recomendaciones generales de diferentes sociedades médicas y de pacientes, es que el manejo de la psoriasis debe ser individualizado, teniendo en cuenta la localización y extensión de las lesiones y los síntomas asociados.
Las cuatro áreas que contempla el manejo integral de la psoriasis son: tópicos, fototerapia, fármacos sistémicos y biológicos, y estilo de vida.
Cuidados tópicos y estilo de vida saludable
Alimentación
Una de las recomendaciones más importantes es cuidar el peso, por lo cual se recomiendan dietas hipocalóricas. La presencia de un mayor contenido de masa grasa en el cuerpo contribuye a los brotes psoriásicos debido al carácter inflamatorio de estos depósitos.
Se recomiendan dietas ricas en antioxidantes, con frutas, legumbres y hortalizas, con buen contenido en omegas 3 provenientes de pescado y frutos secos, así como una buena combinación de vitaminas del grupo B, vitamina A y zinc. Así mismo, se debe reducir el consumo de carnes rojas, alcohol y dejar de fumar.
Ejercicio
La actividad física es fundamental en todos los aspectos de nuestra vida, y más en personas con psoriasis. La actividad física favorece el mantenimiento de un peso ideal, así como reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Junto al ejercicio, se recomienda a personas con psoriasis atender terapias grupales o practicar actividades que combinen el aspecto físico como el mental, tales como el yoga o el taichí, para trabajar los temas de confianza, estima, relajación y bienestar mental.
Hidratantes y emolientes
La Asociación Española de Dermatología y Venereología confirman que “las cremas hidratantes constituyen el pilar terapéutico básico, ya que facilita la movilidad del paciente y evita la fisuración de las placas.”
A tal efecto existen evidencias que apoyan el uso de aceites vegetales para el alivio de la sintomatología y el mantenimiento de la estructura de la piel. Algunos de estos aceites son el aloe vera, la soya, la onagra, el comino negro, entre otros.
Psoriasis, recomendación final
Como has podido comprobar, la psoriasis es una afección compleja cuyas causas son muy variadas y que requiere una atención especial.
Si has observado algún síntoma o padeces molestias similares a las descritas en este artículo, lo recomendable es que acudas a un especialista o dermatólogo para recibir la información y tratamiento experto que necesitas.
