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Hipertensión. La importancia de conocer tu presión arterial

Hipertensión. La importancia de conocer tu presión arterial

Publicado: 13 mayo, 2020 - Actualizado: 21 octubre, 2021 | 7'

¿Sabes qué es la Hipertensión o presión arterial alta?

1 de cada 2 adultos. Prevalencia de la hipertensión

Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión. Detectar esta enfermedad a tiempo, realizar un tratamiento adecuado y llevar un control constante, son pautas fundamentales y, por ello, es necesario dar visibilidad a la Hipertensión en este día. También es esencial concienciar a la población de los riesgos que pueden suponer los casos no diagnosticados o aquellos no tratados adecuadamente. 

El 85% de las personas mayores de 65 años

Según la Sociedad Española de Hipertensión y la Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial, en España, la prevalencia de la hipertensión arterial es de un 48% en personas de edades adultas, y el dato aumenta considerablemente en personas mayores de 65 años hasta un 85%. Sin embargo, tan solo un 26% de los pacientes que la padecen tienen sus cifras controladas.  

Además, la hipertensión es el principal factor de riesgo a la hora de padecer otras enfermedades cardiovasculares.

¿Qué es la hipertensión?

Tensión arterial

Se denomina hipertensión arterial (HTA) a la enfermedad crónica que consiste en una elevación continuada o sostenida de la presión arterial. 

Para poder entenderla mejor, primero debemos saber qué es la presión arterial (PA). Se trata de la presión máxima con la que la sangre circula cuando sale del corazón, tensión arterial sistólica, o también conocida popularmente como “la alta” y cuando vuelve al corazón llenándolo de sangre, tensión arterial diastólica, o “la baja”.

La presión máxima se obtiene en cada contracción del corazón, y la mínima con cada relajación. Esta presión debe encontrarse dentro de unos determinados valores óptimos considerados como normales, por lo tanto, hablamos de HTA cuando las cifras de presión se igualan o se elevan de forma persistente por encima de ellos.  

¿Cuándo se considera alta la presión arterial?

Hay que tener en cuenta que la presión arterial no es constante, sino que se adapta al organismo y varía en función de las circunstancias como, por ejemplo, en diferentes momentos del día, según el lugar donde nos encontremos, las actividades que hayamos realizado, los niveles de estrés, etc.

Por ello, a la hora de medir la presión arterial, es necesario intentar hacerlo a la misma hora del día, en un lugar tranquilo, de forma relajada y en una posición cómoda, sin hablar. Además, se recomienda hacer dos mediciones separadas de al menos dos minutos y quedarse con el resultado medio de ambas.

Según la Sociedad Española de Cardiología, la tensión arterial normal sistólica (máxima) están entre 120-129 mm Hg, y la diastólica (mínima) entre 80 y 84 mm Hg.

Así pues, se considera que hay presión arterial alta cuando las cifras superan los 130/85mm Hg. 

Siempre hay que intentar que sea inferior a 130/85 mm Hg, especialmente las personas que padecen diabetes o enfermedades cardiovasculares. 

¿Qué enfermedades causa la tensión alta?

La presión alta es considerada un importante factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Las complicaciones que puede producir la HTA son:

  • Problemas en el corazón. Cuando la presión arterial es elevada, el corazón hace un sobreesfuerzo, lo que posteriormente da lugar a insuficiencias cardíacas o infartos.
  • Problemas en los riñones. Son uno de los órganos a los que más suele afectar la HTA. Genera lesiones progresivas en la circulación del riñón produciendo insuficiencia renal. 
  • Problemas cerebrovasculares. La hipertensión arterial puede producir la rotura de una arteria ocasionando hemorragias cerebrales como un accidente vascular cerebral hemorrágico o un ictus. Por otra parte, las arterias también pueden estrecharse disminuyendo así el riego sanguíneo y originando infartos cerebrales.
  • Problemas en la vista. Pérdida de la vista por daños en los vasos sanguíneos de la retina.      
  • Otros problemas. Esta patología también está asociada con la arteriosclerosis como el aneurisma de aorta y la enfermedad arterial periférica. Y, en el caso de los hombres, puede ser una causa de disfunción sexual. 

Hipertensión durante el embarazo

La hipertensión arterial supone una complicación del 10% de los embarazos. Durante esta etapa, resulta de vital importancia tener controladas las cifras de presión arterial, pues si es elevada puede llegar a suponer un importante problema ya que puede causar enfermedades en el feto. Asimismo, debido a la disminución del flujo sanguíneo uteroplacentario el riesgo de morbimortalidad fetal es mayor. 

La HTA durante el embarazo se puede clasificar como:

  • Crónica: cuando la tensión arterial ya era alta antes del embarazo o antes de las primeras 20 semanas de gestación.
  • Gestacional: surge una vez pasadas las 20 semanas de gestación y suele desaparecer después de ciertas semanas tras el parto. 

¿Cuáles son las causas de la hipertensión arterial?

Las causas de la hipertensión se conocen solamente en un 5% de los casos. Cuando se conocen, se puede tratar la causa del problema actuando sobre los órganos afectados y así lograr que desaparezca definitivamente. 

Sin embargo, en la gran mayoría de los pacientes se desconoce qué es lo que ha provocado esta enfermedad. Estos casos son conocidos como hipertensión esencial, denominado también hipertensión primaria o hipertensión idiopática, y al desconocer las causas, la enfermedad se puede tratar, pero no curar. 

Aun así, en la hipertensión esencial – cuando no se conocen las causas – existen algunos factores relacionados con una mayor prevalencia de la enfermedad, como son:

  • Edad: cuanto más avanzada mayor es el riesgo de padecer hipertensión.
  • Obesidad y sobrepeso.
  • Consumo de tabaco y alcohol.
  • Diabetes.
  • Estrés.
  • Antecedentes familiares de hipertensión.
  • Malos hábitos: falta de actividad física.
  • Dieta poco saludable: excesivo consumo de sal o grasas saturadas e insuficiencia de frutas y verduras en la dieta.

Principales síntomas de hipertensión arterial

ejercicio hipertensión

Uno de los principales peligros que tiene la hipertensión arterial es que la mayoría de las veces no presenta ningún síntoma o los que presenta no son demasiado evidentes. De hecho, esta enfermedad también es conocida como “la asesina silenciosa”. Esto provoca que pueda pasar de forma inadvertida y, cuando los síntomas aparecen, ya se haya alcanzado un nivel de presión demasiado elevado.  

En múltiples ocasiones, los síntomas llegan a ser las consecuencias derivadas de la influencia de la presión arterial alta en determinados órganos. 

En algunos casos las señales que presenta la hipertensión pueden ser dolor de cabeza, sudoración, ansiedad y nerviosismo, problemas de sueño y enrojecimiento de la cara. 

En consecuencia, la forma de saber si se padece presión arterial elevada es a través de la realización de controles sanitarios regulares. 

Cómo controlar tu presión arterial

En el control de la presión arterial es fundamental vigilar el estilo de vida, ya que los malos hábitos hacen que el riesgo de padecer hipertensión aumente.

Algunas de las precauciones que se pueden tener para mantener bajo control la presión arterial elevada son:

  • Reducir el consumo de sal
  • Perder peso, en el caso de personas con sobrepeso u obesidad
  • Llevar una dieta saludable
  • Practicar actividad física de forma regular
  • Disminuir la ingesta de alcohol
  • Dejar de fumar
  • Realizar mediciones periódicas de la presión arterial
  • Reducir el nivel de estrés

Además de estas medidas, es importante seguir las recomendaciones de tu propio médico. La toma de medicamentos se realizará siempre y cuando el especialista lo considere necesario.  

Hipertensión y alimentación

Una alimentación adecuada influye mucho en los casos de presión arterial. Está científicamente demostrado que la disminución en el consumo de sodio en la dieta reduce la hipertensión. Además, la dieta que se ha de llevar debe de ser baja en grasas, con el fin de evitar los problemas cardiovasculares.

Por otra parte, los alimentos que no pueden faltar en las comidas son las verduras, entre cuatro y cinco porciones diarias; las legumbres; los lácteos, que sean desnatados o bajos en grasa como yogures o leche; fruta, entre cuatro y cinco piezas al día; el aceite de oliva; y, por último, como máximo dos veces al día consumir pescado, carne magra o ave de corral.  

Si además la persona tiene sobrepeso, la dieta que se recomienda deberá ser siempre baja en calorías. Por otra parte, no se recomienda tampoco tomar sustancias excitantes como, por ejemplo, la cafeína. 

cereales hipertensión

La sal y la hipertensión

Las personas hipertensas deben reducir al máximo la cantidad de sal que toman al día. La cantidad máxima recomendada es de 6 gramos de sal al día, lo que equivale a una cucharadita de postre rasa. La forma más sencilla de reducir su ingesta al cocinar sería utilizar sustitutos para condimentar, como el ajo, la cebolla o incluso el limón, que aporten un sabor especial a las comidas sin necesidad de utilizar sal. 

De igual manera, se tienen que evitar los productos que contienen sal en exceso como las conservas, mariscos, salazones, etc. Ciertos alimentos o ‘preparados’ que tenemos habitualmente en nuestras cocinas también contienen sal en exceso, por lo que conviene evitarlos. Según ha establecido la Fundación del Corazón los tres alimentos que más sal contienen son: los cubitos de caldo, las sopas comerciales y el bacalao salado. 

Por último, cabe destacar la importancia de revisar el etiquetado de los productos, para que nos ayude a elegir aquellos alimentos que tengan un menor contenido en sal.  

Hipertensión y alcohol

Se han realizado numerosas investigaciones con el fin de analizar si el alcohol y la hipertensión arterial están relacionados. Se puede decir que un alto consumo de alcohol está vinculado a un riesgo superior de sufrir un ictus hemorrágico e isquémico, y esto puede atribuirse a las consecuencias del consumo elevado de alcohol en la presión arterial. 

Por tanto, aunque una copa de vino al día o una cerveza no tienen que suponer un problema (a excepción de que por recomendación médica se diga lo contrario), lo recomendable para evitar futuras dificultades en personas que sufren hipertensión es hacer siempre un consumo moderado de bebidas alcohólicas.



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