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Prebióticos, para qué sirven y por qué tomarlos

Prebióticos, para qué sirven y por qué tomarlos

Publicado: 17 enero, 2023 - Actualizado: 10 noviembre, 2023 | 6'

¿Qué son los prebióticos?

Un prebiótico es definido por la  FAO como “un componente alimentario no viable que confiere un beneficio para la salud del huésped asociado a la modulación de la microbiota”.

Esta definición surgió de la observación de que las fibras vegetales alimentarias no digeribles provocan una modulación específica de la microbiota intestinal, en particular el aumento del número de células de bifidobacterias y/o lactobacilos, o la disminución de bacterias potencialmente nocivas.

Beneficios de los prebióticos

Entre los beneficios de los prebióticos están:

  • Su fermentación produce ácidos grasos de cadena corta que son nutrientes específicos del tejido intestinal, además de modular los residuos metabólicos producidos por la descomposición de los aminoácidos.
  • Aumento del peso fecal y modulación del pH en el colon.
  • Disminución de la concentración de sustancias putrefactivas, tóxicas, mutagénicas o genotóxicas y de metabolitos bacterianos, así como de ácidos biliares secundarios.
  • La producción de ácido butírico refuerza la regeneración del epitelio intestinal.
  • Participa de la absorción de minerales.
  • Favorece la inmunidad local y la producción de mucina (que reviste la mucosa intestinal).

¿Cuál es la utilidad de los prebióticos?

Los prebióticos son un tipo de fibra alimentaria que estimula el crecimiento de los probióticos y otro tipo de bacterias que se alojan en nuestro organismo.

– Efecto osmótico

Los prebióticos, al igual que otros hidratos de carbono poco digeribles, ejercen un efecto osmótico en el tracto gastrointestinal mientras no son fermentados; cuando son fermentados por la flora endógena (es decir, en el lugar donde exhiben su efecto prebiótico), también aumentan la producción de gases intestinales.

– Efectos bifidogénicos o prebióticos

Estos efectos prebióticos o bifidogénicos, dependen del tipo y de la concentración del prebiótico, así como de la concentración de bifidobacterias en el intestino del huésped.

– Características principales

Los carbohidratos que cumplen los criterios de no son digeribles y si fermentables por la flora intestinal son la inulina, la oligofructosa, los galacto-oligosacáridos (GOS), o la lactulosa.

Tipos de prebióticos

Entre los alimentos ricos en prebióticos, los más aconsejados son aquellos con concentraciones elevadas de fibras, almidón resistente, inulina y oligosacáridos. Normalmente, los prebióticos suelen encontrarse en aquellos alimentos que son de origen vegetal y, también, en la leche materna.

• Fructanos

Son un grupo de oligosacáridos y fructooligosacáridos (FOS) naturales. Los fructanos de tipo inulina son los oligosacáridos mejor documentados por su efecto sobre las bifidobacterias intestinales y se consideran importantes sustratos prebióticos.

– Dónde los encontramos

Se encuentran en pequeñas cantidades en las cebollas, los plátanos, el trigo, las alcachofas, el ajo y otros alimentos integrales.

También se extraen de la achicoria (inulina) o se producen a partir de la sacarosa para su uso en la industria alimentaria.

– Diferencias

Aun estando relacionados, los fructanos difieren entre sí en su origen, estructura y características de fermentación; factores que contribuyen a las grandes variaciones en los recuentos medibles de unidades formadoras de colonias, los niveles de ácidos grasos de cadena corta y enzimas y otras mediciones de los resultados.

• Almidón resistente

Ha sido objeto de numerosos estudios que documentan un efecto prebiótico, tanto como ingrediente único como en combinación con FOS.

– Dónde lo encontramos

El almidón resistente se encuentra en las patatas crudas, los productos feculentos cocidos y enfriados (almidón retrógrado) y en frutas inmaduras como los plátanos, además de fabricarse específicamente para su uso en la industria alimentaria.

– Qué cantidad tomar

La dosis estándar de almidón resistente es de unos 20 g/día, pero dosis bajas que oscilan entre 2,5 y 5 g/día han demostrado un efecto prebiótico; la diferencia en la dosificación se debe a los distintos perfiles de fermentación de los ingredientes prebióticos.

Usos de prebióticos para el bienestar intestinal

De forma resumida en la siguiente tabla (tomada y traducida de Ross Watson, 2016), podemos observar algunos usos de los prebióticos para el bienestar intestinal.

 

Prebiótico

Posible Acción

Constipación (estreñimiento)

Lactulosa, fructooligosacáridos, galactooligosacáridos

Efecto osmótico y de modulación de la microflora endógena

Síndrome de Intestino Irritable (SII)

Inulina, fructooligosacáridos, galactooligosacáridos

Regulación de la respuesta inmunitaria del individuo y la bacterias patógenas

Prevención de cálculos biliares

Oligosacáridos (fructooligosacáridos, isomaltooligosacáridos, galactooligosacaridos, palatinosa, rafinosa, y oligosacáridos de soja)

Estimulación del crecimiento de bifidobacterias in vitro e in vivo

Prevención de infecciones de origen intestinal

Oligosacáridos

Contribución a generar mayor resistencia a la infección. La mayoría de las especies de Bifidobacterium ejerce función de “barrido”

Uso de prebióticos en cosmética

La piel, al igual que nuestros intestinos, está colonizada por una microbiota autóctona, denominado microbioma cutáneo.

• Microbioma cutáneo

Este microbioma en la piel es producto de la colonización por diversos de microorganismos, la mayoría de los cuales son comensales, ya que son inofensivos e incluso beneficiosos para la piel.

Se calcula que nuestra piel alberga aproximadamente mil millones de microbios por centímetro cuadrado. Este microbioma, además, es una señal distintiva dado que la composición de los microbios de la piel varía de un individuo a otro.

Este conjunto de microrganismos junto con las estructuras cutáneas y el sistema inmunológico asociado, ejercen de barrera protectora.

• Barrera protectora de la piel

Las glándulas sudoríparas, los folículos pilosos y las glándulas sebáceas forman sebo, que ayuda a crear el ”manto ácido”, una barrera protectora de aproximadamente pH 5 que procura el desarrollo de la microbioma, y a la vez limita la entrada o colonización de microbios no beneficiosos en la piel.

Cualquier cambio en este microambiente (ya sea por las condiciones de humedad, edad, temperatura, factores ambientales, etc.), puede afectar el bienestar cutáneo.

Efecto de los prebióticos en la piel

Tal como lo comentamos, los prebióticos, si se eligen correctamente, pueden “alimentar” a la microbiota de la piel pero no a los microorganismos no beneficiosos, mejorando así el bienestar cutáneo.

Por ejemplo, los prebióticos como la glicerina alimentarán al Cutibacterium acnes, pero no así la sacarosa.

• Galactooligosacáridos (GOS)

Los galactooligosacáridos (GOS) son considerados como un prebiótico adecuado, para estimular selectivamente el crecimiento de una o un número limitado de especies bacterianas que tienen el potencial de mejorar el bienestar de la piel.

De hecho, datos extraídos de un análisis de estudios clínicos1 en Dermatitis Atópica en niños (PAD), usando una combinación de galactooligosacárido y fructooligosacárido, muestran una reducción del 32% en la incidencia.

• Piel de los lactantes

Así mismo, lactantes con riesgo de atopia y que fueron alimentados con una fórmula suplementada con prebióticos, durante los primeros 6 meses de vida, presentaban una incidencia acumulada de PAD a los 5 años significativamente menor.1

  Referencias



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