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¿Por qué bostezamos?

¿Por qué bostezamos?

Publicado: 11 febrero, 2025 | 7'

¿Sabías que los seres humanos bostezamos alrededor de 20 veces al día? Normalmente, este acto involuntario está asociado al cansancio o al sueño, pero hoy día no existe evidencia científica que aporte una explicación concluyente sobre por qué sucede. De hecho, es posible que leyendo este artículo te entren ganas de bostezar.

Te contamos las diferentes teorías que existen al respecto y las diferentes situaciones más comunes en las que se producen los bostezos.

¿Qué es un bostezo?

El acto del bostezo se produce cuando sentimos la necesidad de abrir la boca involuntariamente para inspirar profundamente durante alrededor de unos 5 segundos y terminar realizando una espiración breve. No solo bostezamos los humanos, sino que también lo hacen el resto de animales vertebrados. 

Características del bostezo: involuntario y contagioso

Aunque en algunas culturas es signo de mala educación hacerlo en público, se trata de un acto involuntario. Normalmente lo asociamos al sueño o cansancio, puesto que se produce con mayor frecuencia en esta situación, pero también ha adquirido otras características sociales, ya que ha demostrado ser contagioso

Existe una tendencia a bostezar tras detectar que otra persona lo está haciendo y suele ser más común que esto ocurra si tenemos relación afectiva cercana con esa persona. Además, puede ocurrir que incluso se contagie el bostezo solamente con escuchar a esa otra persona hacerlo. 

Principales teorías sobre el bostezo

teorías sobre el bostezo

Existen varias teorías sobre por qué se producen los bostezos, y muchas de ellas afirman que es un gesto heredado de nuestros ancestros, y también que se trata de un sistema de comunicación. Por ejemplo, los bebés también bostezan y comienzan a hacerlo durante la gestación, por lo que podría ser una forma de comunicarse con sus progenitores antes del habla en el caso de los humanos, o de otros gestos y patrones de comportamiento en el resto de animales. 

  • Teoría de la oxigenación

Una de las teorías afirma que los bostezos se producen cuando la sangre o la oxigenación del cerebro no es la suficiente, por lo que bostezar favorece el suministro de oxígeno a la sangre. Esto podría tener cierto sentido, pero estudios han reportado que altos niveles de oxígeno no tenían influencia sobre la cantidad de bostezos y tampoco bostezamos más cuando estamos en espacios pequeños con mayores niveles de dióxido de carbono. 

  • Regulación de la temperatura cerebral

Otra de ellas es que el bostezo favorece el control de la temperatura del cerebro. Al bostezar, se da una mayor ventilación y paso de aire que entra en el organismo a través de la boca. De esta forma, el cansancio habitual tras una actividad mental o física intensa aumenta la temperatura del cerebro, por lo que se incrementan las ganas de bostezar. Esto también explica lo habitual que es bostezar antes de irnos a dormir, puesto que reduce la temperatura corporal y del cerebro favoreciendo la conciliación del sueño.

  • Efecto sobre la atención

También es popular la creencia de que bostezar puede aumentar la capacidad de atención, al reestablecer la temperatura adecuada tras un aumento de la temperatura cerebral. Así, durante una actividad que requiera atención como durante el estudio o el trabajo, el bostezo incrementaría el rendimiento mental para poder mantener la atención en ella. Esta podría ser la explicación a la creencia de que bostezamos cuando estamos “aburridos”, y que es la forma del cerebro de poder mantener su actividad durante estas situaciones. Sin embargo, los estudios no indican ningún efecto de excitación cerebral tras el bostezo.

  • Teoría de la empatía y comunicación social

Que el bostezo sea contagioso tiene su explicación en nuestro cerebro, en las llamadas neuronas espejo, relacionadas con la empatía. Estas neuronas se activan al ver a otra persona realizar algún gesto o comportamiento, especialmente durante la infancia, ya que se activan para aprender a realizar cualquier actividad, e incluso al aprender a hablar. Las neuronas espejo también se activan al hablar de ese gesto en concreto e incluso cuando lo leemos, por ello, es muy probable que hayas bostezado varias veces si estás leyendo este artículo.

Aunque el bostezo es universal y todos lo hacemos, el contagio no sigue un patrón, ya que no todas las personas se contagian al ver a alguien bostezar. Existen teorías que afirman que la cercanía a la persona aumenta la posibilidad de contagio, por ejemplo, si es un familiar o un amigo. También otras que aquellas personas con afecciones en la capacidad de interacción social o de la personalidad, como puede ser el autismo, parecen responder menos al efecto contagio de cualquier gesto, debido a que son perfiles que tienden a mirar menos a las personas que están a su alrededor, aunque no existe evidencia clara sobre este tema.

¿Qué factores provocan el bostezo?

Los bostezos pueden ocurrir durante todo el día y es algo que solemos hacer habitualmente y que compartimos tanto los seres humanos como los animales, aunque hay situaciones en las que son más habituales o los relacionamos con algún momento concreto de nuestra rutina.

Fisiológicos

Las estructuras necesarias que desencadenan la acción de bostezar se encuentran en nuestro cerebro, concretamente en el bulbo raquídeo, desde donde se envía la orden por la acción de aminoácidos excitadores, dopamina y oxitocina. En el bostezo intervienen también otras áreas como el cerebelo y la corteza cerebral.

Cuando estamos somnolientos o cansados, nuestra respiración es más lenta. Así, y siguiendo algunas de las teorías mencionadas más arriba, nuestro cerebro podría activar este proceso como forma de favorecer la atención y regular la actividad neuronal. Por eso, es habitual bostezar al despertarse y también al irnos a dormir.

Ambientales

Ante situaciones monótonas o actividades que no resultan atractivas, entramos en lo que se conoce comúnmente como “aburrimiento”, que es en realidad la falta de estimulación mental y excitación nerviosa. Se cree que el bostezo, al activar la actividad neuronal, se produce como forma de hacer frente a esta situación para activarse y mantener la atención. De hecho, cuando nos aburrimos, se modifica la actividad cerebral y el comportamiento, e incluso somos más creativos y flexibles con el fin de salir de esa situación y buscar alguna actividad en la que ocupar el tiempo.

Imitación social

Siguiendo la teoría de la empatía y, debido a las neuronas espejo, es muy habitual bostezar cuando vemos o escuchamos a alguien hacerlo. También tiene que ver con una hipótesis que hace referencia a nuestra evolución y que afirma que el bostezo era una antigua forma de comunicación, al igual que ocurre con los bebés que aún no han aprendido el habla u otros gestos. Además, el bostezo contagioso se ha podido observar solamente en los humanos, los perros y los chimpancés.

Curiosidades sobre el Bostezo

La evidencia que existe sobre por qué se producen los bostezos es escasa e incierta, aunque sí que hay patrones que son comunes en todos los seres vivos que bostezan. Por ejemplo, que se trata de un acto involuntario y que no se puede interrumpir una vez que se ha iniciado el impulso. Además, si se intenta reprimir o evitar, resulta insatisfactorio. 

Bostezar durante el ejercicio físico

Es probable que se sientan ganas de bostezar al empezar a practicar ejercicio y, aunque tampoco existe evidencia concisa, este impulso puede deberse al aumento de la temperatura en el cuerpo, es entonces cuando el cerebro envía la orden para bostezar y coger aire frío con el fin de regular la temperatura.

¿Por qué los bebés y los animales también bostezan?

bebes bostezan

Prácticamente todos los animales vertebrados bostezan y lo hacemos durante toda la vida. A pesar de que no hay un acuerdo en las evidencias que concrete el origen de este impulso, bostezar puede regular la temperatura del cerebro, siendo de gran utilidad tanto en los seres humanos como en animales. De hecho, los bebés ya empiezan a bostezar a partir de la semana 12 de gestación en el vientre materno, lo que podría significar que este acto involuntario juega un importante papel a nivel cerebral.

¿Qué ocurre si bostezamos mucho en un día?

Es habitual bostezar varias veces al día, aunque hacerlo en exceso de forma continuada y seguida puede ser síntoma de ciertas condiciones. 

No hay que preocuparse si un día concreto bostezamos más de lo normal, aunque si se convierte en algo habitual, es conveniente consultarlo con un profesional sanitario, ya que podría estar relacionado con afecciones como el insomnio, migrañas, u otras condiciones. También puede ser consecuencia de algunos compuestos e incluso de exceso de cafeína.

Así, aunque se considere de mala educación bostezar en público, no te preocupes si sientes la necesidad de hacerlo, y recuerda que es un acto involuntario y que es necesario para tu cerebro.

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  Referencias


Contenido revisado por los especialistas del área de Información Científica de MARNYS. Este artículo es informativo y no sustituye la consulta de un especialista.



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