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¿Tienes piel atópica? Te contamos cómo detectarla y cuidarla con productos naturales

¿Tienes piel atópica? Te contamos cómo detectarla y cuidarla con productos naturales

Publicado: 23 septiembre, 2020 - Actualizado: 18 mayo, 2023 | 10'

Existen numerosos tipos de piel, al igual que afecciones que pueden modificar su estado. Además, el estado de la piel no es constante y a lo largo de nuestra vida podemos atravesar diferentes etapas que afecten a nuestra dermis, bien por factores internos o agentes externos.

La piel atópica se caracteriza por su sequedad, lo que propicia su descamación e irritación provocando gran picor. Estos se producen cuando la piel presenta una carencia de agua y/o grasa, lo que da lugar a que la piel esté más seca de lo normal y tienda a irritarse.

Una de las atopías de la piel más frecuentes en dermatología es la dermatitis atópica. Si sufres de esta afección, lo que te vamos a contar a continuación te interesa.
De igual forma, si crees que tu piel tiene algún grado de afectación, lo recomendable es visitar a un dermatólogo que se encargará de valorarla y encontrar un diagnóstico concreto.

¿Qué es la dermatitis atópica y por qué se produce?

Para saber más sobre esta afección primero debemos conocer de qué se trata. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología la dermatitis atópica es la “enfermedad inflamatoria crónica de la piel más frecuente en la infancia y también presente en la adolescencia y en adultos”.

Se trata entonces de un trastorno crónico que causa que la piel esté seca por diversos factores externos e internos y, como consecuencia de ello, presenta una mayor irritabilidad.

Causas de la piel atópica

La dermatitis atópica es un trastorno cutáneo complejo que involucra susceptibilidad genética, disfunción de la barrera inmunitaria y epidérmica y factores ambientales. Cuando la barrera cutánea de la piel está alterada facilita la entrada de alérgenos por lo que la reacción del sistema inmunológico tiende a la inflamación.

Es por esto por lo que el factor principal que causa esta atopía de la piel es la predisposición genética debido a los antecedentes familiares. Esta base se puede ver alterada también por otros factores internos y externos.

Uno de los principales factores externos que afectan a la sintomatología de la dermatitis atópica es el clima. Con la llegada del invierno, las bajas temperaturas aumentan la irritabilidad de la piel, por eso, sobre todo en invierno es muy importante mantener el cuidado de la piel de manera constante. El calor también afecta negativamente, pues se produce una mayor sudoración, cambios en el pH, que puede favorecer la modificación de la flora bacteriana de la piel provocando irritación y prurito.

Brotes de eccema en la piel

 

Según el Servicio de Dermatología del Hospital del Mar, los eccemas son grupos de modificaciones cutáneas en las que existe una inflamación en la piel. Está caracterizado por una combinación de enrojecimiento, lesiones sobreelevadas y ocasionalmente la aparición de vesículas o escamas.

La dermatitis atópica está caracterizada por ser el tipo de eccema más frecuente, según datos de la Fundación de Ciencias del Medicamento y Productos Sanitarios. En este sentido, la Academia Española de Dermatología y Venereología, recalca que hasta un cuarto de los pacientes que padecen dermatitis atópica durante la infancia desarrollan eccemas en las manos que se dan en diversos grados durante la vida adulta.

¿Cómo saber si tengo la piel atópica?

Dermatitis piel atopica

En primer lugar, cualquier signo no frecuente que pueda aparecer en nuestra piel requiere una consulta al dermatólogo. Este especialista analizará tu tipo de piel, si existe alguna afectación cutánea y proporcionará una serie de posibles soluciones.

Por esto, es muy importante estar pendientes de los cambios en la dermis o cualquier aspecto diferente que pueda aparecer en ella, así como cuidarla con productos que se encarguen de nutrirla adaptados a nuestro tipo de piel.

Aunque, como te hemos comentado, el profesional que deberá evaluar el estado de tu piel es el dermatólogo, existen una serie de indicios y características que pueden darte un primer aviso si tu piel es atópica.

Características de la dermatitis atópica

Las principales señales que presenta la piel atópica son la inflamación, enrojecimiento, picor, vulnerabilidad y sensibilidad de la piel. Estos se producen cuando la piel presenta una carencia de agua y/o grasa, lo que da lugar a que la piel esté más seca de lo normal y tienda a irritarse.

Piel atópica en bebés

Se estima que entre un 15% y un 25% de niños y niñas experimentan piel atópica en su primera infancia.

Aproximadamente un 45% de todos los casos de dermatitis atópica comienzan en los primeros seis meses de vida; un 60% durante el primer año, y entre un 80-90% antes del quinto año de vida.

Durante las últimas décadas, la incidencia de esta condición se ha multiplicado en países industrializados como Estados Unidos, Europa y Japón, con algunas poblaciones mostrando una prevalencia máxima cercana al 30%.

¿Por qué se produce la dermatitis atópica en bebés?

La piel de bebés o niños tiene características especificas diferentes de la de los adultos: su barrera cutánea es más delgada y tienen menor cantidad de sebo y sudor. Esto los hace particularmente sensibles a cualquier afectación de la piel.

Además de esto, el principal factor de riesgo para tener dermatitis atópica son los antecedentes familiares. Si alguno de los dos progenitores presenta esta afección se multiplica por 1,5 el riesgo de que un bebé la desarrolle, mientras que el riesgo se multiplica por 3 o 5, en el caso de que ambos progenitores la padezcan.

Otros factores de riesgo que pueden desencadenar la atopía son un deficiente funcionamiento del sistema inmune (especialmente de las inmunoglobulinas E y G), alteraciones de la microflora bacteriana intestinal o dietas ricas en azúcares y ácidos grasos poliinsaturados.

Factores ambientales, como vivir en entornos urbanos industrializados, regiones con baja exposición a la luz ultravioleta o condiciones climáticas secas, influyen también en la incidencia de piel atópica.

¿Cómo detectar la dermatitis atópica en bebés y niños?

No existen pruebas diagnósticas específicas para la dermatitis atópica, por lo que su diagnóstico se establece por los rasgos clínicos característicos y los antecedentes personales y/o familiares de atopia.

El rasgo más típico es la elevación de los niveles de IgE total o específica de alérgenos en sangre, sin embargo, esto no está presente en todos los individuos con piel atópica.

Síntomas de piel atópica en bebés y niños

En general, la piel atópica cursa con un prurito intenso e irrefrenable, y lesiones eccematosas que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo1,8.

En el caso de la aparición de dermatitis atópica en bebés lactantes, se suelen presentar lesiones cutáneas más agudas, como eritema grave, edema, excoriaciones, exudado seroso o costras, que se distribuyen por diferentes partes del cuerpo, sobre todo en cara, mejillas y el tronco, sin afectar a la zona del pañal.

Cuando aparece la piel atópica en la infancia, la atopía se vuelve más localizada y crónica, con eritema más pálido, xerosis y piel engrosada y reseca por el rascado repetitivo, y suele afectar a las superficies flexoras, como las rodillas y los codos1,8.

Esta sintomatología está definida según los criterios de Hanifin y Rajka, usados por sociedades y grupos médicos como la Academia Americana de Dermatología. A nivel médico, la escala SCORAD (Scoring index of Atopic Dermatitis) es la más utilizada para valorar la severidad de la dermatitis atópica.1,2,5

Consejos para cuidar la piel atópica en bebés y niños

Piel atópica en bebésEl cuidado de la piel atópica en bebés y niños debe ser individualizado, y se recomienda que un especialista valore cada caso. Es importante que la familia reciba información suficiente para aliviar los síntomas de la atopía y mejorar la calidad de vida.

La dermatitis atópica en la actualidad puede remitir espontáneamente y es tratable. El tratamiento se centra en mejorar la barrera cutánea manteniendo su hidratación, aliviar el purito, disminuir la inflamación, equilibrar la microflora cutánea, reducir los brotes y el riesgo de infecciones.

Algunos de los consejos para bebés y niños con piel atópica son:

  • Emolientes sin perfume, una o dos veces al día: son esenciales como parte de la prevención y el tratamiento diario de la dermatitis atópica. Ayudan a disminuir la pérdida de agua cutánea y reponen la humedad de la piel, disminuyendo la severidad de las lesiones y los brotes. Es recomendable el uso de preparados de lípidos estructurales tales como las ceramidas, mezcla de lípidos, urea, ácido láctico, alfa hidroxiácidos, ácidos omega 6 (espino amarillo, karité), etc., así como que contengan un bajo contenido en agua. Se recomienda su aplicación después del baño de una o dos veces al día.
  • Baños cortos con agua tibia: en cuanto a la higiene, se recomiendan los baños cortos, de no más de 10 minutos y con agua tibia. Estos baños aportan hidratación y limpian la piel de costras, escamas, irritantes, bacterias, etc. Se recomienda adicionalmente usar limpiadores corporales (no jabones), que no contengan colorantes, perfumes y sean hiperreactivos. Asimismo, la piel debe secarse con una toalla de tejido hipoalergénico y dando palmaditas en la piel (sin restregar), aplicando inmediatamente después un emoliente.
  • Ropa de algodón o lino: se deben evitar materiales sintéticos, y optar por prendas ligeras de algodón o lino. Procurar eliminar las etiquetas de la ropa que puedan raspar la piel. Asimismo, se recomienda lavar la ropa con detergentes suaves especiales para bebés o niños con piel atópica.
  • Ambientes limpios: es importante mantener la higiene de la casa, especialmente vigilar que esté libre de polvo o pelo de animales. También es beneficioso mantener el ambiente con temperaturas moderadas y una humedad al 50%.
  • Ingredientes naturales: en cuanto a los tratamientos tópicos con corticosteroides, los más utilizados, deben ser instaurados por un médico ya que necesitan de control y seguimiento. Los ingredientes naturales cada vez ganan más espacio y la evidencia apunta en algunos de ellos buenos resultados, especialmente en reparar la barrera cutánea y aliviar la sintomatología; son el espino amarillo, la caléndula, el comino negro, la Boswelia, el karité, el aceite de neem, entre otros.

Otras medidas como la restricción de ciertos alimentos en la dieta es un tema controvertido y solo debe instaurarse cuando las pruebas in vitro detecten una intolerancia, y aun así debe probarse si realmente tiene influencia sobre la evolución de la enfermedad.

Rutina para el cuidado de la piel atópica

Como ya hemos visto, sabemos que unas de las principales manifestaciones es el picor e irritación, por tanto, debemos tener mucho cuidado con rascarnos y con los roces ya que estas zonas de piel son bastante vulnerables y sensibles.

Paso 1. Valoración de la piel y limpieza

La valoración de tu dermatólogo es imprescindible para conocer el estado de la piel y qué productos utilizar para su cuidado diario. El primer paso siempre es mantener la piel limpia e hidratada diariamente para ayudar a espaciar los brotes y la inflamación. Los productos a base de ingredientes naturales como aceites con propiedades reparadoras de la barrera cutánea de la piel son una de las opciones recomendadas.

Paso 2. Calmar el picor y la irritación de pieles atópicas

Con la piel limpia podemos aplicar productos de cosmética con ingredientes naturales que nos ayudarán a calmar la sensación de picor y la irritación, y cuyo uso es coadyuvante a tratamientos para pieles atópicas, como:

  • BioAtopic Repair, es un aceite a base de ingredientes naturales para la reparación intensiva de la piel con tendencia atópica. Repara intensamente la barrera cutánea, alivia el picor y calma la irritación. Además, se absorbe rápidamente y no deja sensación grasa. Está indicado su uso en bebés a partir de 3 meses, niños y adultos de piel con tendencia atópica.
  • Otra alternativa para personas adultas son las ampollas cosméticas MARNYS® Beauty In & Out CBD SKIN RELIEF, que están formuladas especialmente para calmar y reconfortar la piel con tendencia atópica, siendo su uso coadyuvante a tratamientos para pieles atópicas. También están indicadas para pieles irritadas o con desequilibrios en el sebo cutáneo, pieles con tendencia acnéica o pieles irritadas por el uso de la mascarilla. Combinan una innovadora fórmula con CBD (cannabidiol), Niacinamida (vitamina B3), y Vitamina C estabilizada.

Paso 3. Hidratación para las zonas del cuerpo excesivamente secas

  • En el caso de pieles extremadamente secas o de presentar zonas ásperas y agrietadas en partes del cuerpo, podemos utilizar la Manteca de karité, de Espino Amarillo y Caléndula Biológica de la línea MARNYS® DERMPURE que ayuda a regenerar, calmar e hidratar la piel. Es de fácil aplicación y rápida absorción. No obstruye los poros y es adecuado para todo tipo de pieles, en especial las pieles sensibles.
  • En la nariz y los labios secos podemos utilizar BioAtopic Nariz y Labios, un bálsamo reparador con ingredientes naturales que hidrata, protege y calma estas zonas. Sus ingredientes como el karité, la sangre de dragón y el argán, mejoran la integridad de la barrera cutánea, protegiendo los labios y la piel de la nariz frente a las agresiones externas. Este bálsamo es apto a partir de los 3 años de edad.
  Referencias

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