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Piel atópica en bebés y niños: causas, síntomas y consejos prácticos

Piel atópica en bebés y niños: causas, síntomas y consejos prácticos

Publicado: 27 agosto, 2024 | 9'

¿Notas la piel de tu bebé muy sensible o reactiva con la aparición frecuente de eccemas? La piel de los más pequeños requiere de especial atención durante esta primera etapa de su vida, ya que son muchos los factores que pueden afectar su estructura y funcionalidad y, además, es más delicada que la piel adulta. 

Entre las numerosas dolencias que pueden afectar a la piel de los más pequeños y adultos, la más común es la dermatitis o piel atópicas. Sigue leyendo para descubrir sus síntomas y cómo cuidarla.

¿En qué consiste la dermatitis atópica y por qué afecta a los bebés?

El estado de nuestra piel varía a lo largo de toda nuestra vida, ya que existen muchos factores que pueden afectar al estado de nuestra dermis. Especialmente durante la infancia, puesto que durante los primeros años de vida cuenta con unas características muy concretas, siendo más sensible.

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria de la piel y es el tipo de eccema más frecuente. En la DA la función de la barrera cutánea se ve afectada, provocando que esté seca y tenga una mayor irritabilidad de lo habitual. Se presenta con lesiones visibles que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, denominados comúnmente como brotes de eccema que provocan picor intenso.

Diferencias entre la piel adulta y la piel de los bebés

Nuestra piel cumple la función de protección durante toda la vida, sin embargo, durante la primera etapa de vida los cuidados cutáneos son clave para preservarla. La piel durante la infancia tiene una estructura especial, ya que es más fina que cuando llegamos a la adultez y, por ello, es más sensible y delicada. Cuenta con un pH más básico, produce menos melanina y sebo, así que también es más sensible a la acción de los rayos solares. 

Además, al no estar completamente desarrollada, pierde una mayor cantidad de agua y tampoco posee una cantidad significativa de microorganismos beneficiosos (microbiota cutánea), que conviven en la piel y que desempeñan un papel de mantenimiento de su integridad.

Entendiendo la piel atópica en la infancia temprana

piel atópica en la infancia temprana

Aunque son diversas las causas que pueden provocar el desarrollo de piel atópica como factores ambientales o hereditarios, esta condición es cada vez más frecuente en bebés y niños, que en muchos casos se prolonga durante la edad adulta.

Se estima que entre un 15% y un 25% de niños y niñas experimentan piel atópica en su primera infancia.

En esos casos, aproximadamente un 45% de todos los casos de dermatitis atópica comienzan en los primeros seis meses de vida; un 60% durante el primer año, y entre un 80-90% antes del quinto año de vida.

Durante las últimas décadas, la incidencia de esta condición se ha multiplicado en países industrializados como Estados Unidos, Europa y Japón, con algunas poblaciones mostrando una prevalencia máxima cercana al 30%.

¿Por qué se produce la dermatitis atópica en bebés?

Como ya hemos mencionado, la piel de bebés o niños tiene características específicas diferentes de la de los adultos: su barrera cutánea es más delgada y tienen menor cantidad de sebo y sudor. Por ello, son particularmente sensibles a cualquier afectación de la piel.

Factores hereditarios: antecedentes familiares en la piel atópica

Además de esto, el principal factor de riesgo para tener dermatitis atópica son los antecedentes familiares. Si alguno de los dos progenitores presenta esta afección se multiplica por 1,5 el riesgo de que un bebé la desarrolle, mientras que el riesgo se multiplica por 3 o 5, en el caso de que ambos progenitores la padezcan.

Sistema inmune

Otro factor de riesgo que puede desencadenar la atopía es un deficiente funcionamiento del sistema inmune (especialmente de las inmunoglobulinas E y G), desequilibrios de la microflora bacteriana intestinal o dietas ricas en azúcares y ácidos grasos poliinsaturados.

Factores ambientales

Los factores ambientales también pueden incidir en la aparición de piel atópica, como vivir en entornos urbanos industrializados, regiones con baja exposición a la luz ultravioleta o condiciones climáticas secas, influyen también en la incidencia de piel atópica. Por ejemplo, las bajas temperaturas y humedad aumentan la posibilidad de que se presente más irritada, mientras que el calor tampoco es bien tolerado por la mayor sudoración y cambios en el pH.

¿Cómo detectar la dermatitis atópica en bebés y niños?

No existen pruebas diagnósticas específicas para la dermatitis atópica, por lo que su diagnóstico se establece mediante un examen físico de las lesiones presentes en la piel, que tienen rasgos clínicos característicos y los antecedentes personales y/o familiares de atopia.

El rasgo clínico más típico es la elevación de los niveles de IgE total o específica de alérgenos en sangre, sin embargo, esto no está presente en todos los individuos con piel atópica.

Síntomas de piel atópica en bebés y niños

En general, la piel atópica se presenta con un prurito intenso e irritación, junto con lesiones eccematosas que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.

En el caso de la aparición de dermatitis atópica en bebés lactantes, se suelen presentar lesiones cutáneas más agudas, como eritema grave, edema, excoriaciones, exudado seroso o costras, que se distribuyen por diferentes partes del cuerpo, sobre todo en cara, mejillas y el tronco, sin afectar a la zona del pañal.

Durante la infancia, la atopía se vuelve más localizada y crónica, con eritema más pálido, xerosis y piel engrosada y reseca por el rascado repetitivo, y suele afectar a las superficies flexoras, como las rodillas y los codos.

Esta sintomatología está definida según los criterios de Hanifin y Rajka, usados por sociedades y grupos médicos como la Academia Americana de Dermatología. A nivel médico, la escala SCORAD (Scoring index of Atopic Dermatitis) es la más utilizada para valorar la severidad de la dermatitis atópica.

Consejos para cuidar la piel atópica en bebés y niños

Consejos para cuidar la piel atópica en bebés

El cuidado de la piel atópica en bebés y niños debe ser individualizado, y se recomienda que un especialista valore cada caso. Es importante que la familia reciba información suficiente para aliviar los síntomas de la atopía y mejorar la calidad de vida.

La dermatitis atópica carece actualmente de un tratamiento eficaz, aunque puede remitir espontáneamente y es tratable. El tratamiento se centra en mejorar la barrera cutánea manteniendo su hidratación, aliviar el prurito, disminuir la inflamación, equilibrar la microbiota cutánea, con el fin de reducir los brotes y el riesgo de infecciones.

Algunos de los consejos para bebés y niños con piel atópica para su cuidado en el día a día son:

  • Emolientes e hidratantes sin perfume, una o dos veces al día: son esenciales como parte de la prevención y el tratamiento diario de la dermatitis atópica. Ayudan a disminuir la pérdida de agua cutánea y reponen la humedad de la piel, disminuyendo la severidad de las lesiones y los brotes. Es recomendable el uso de preparados de lípidos estructurales tales como las ceramidas, urea, ácido láctico, alfa hidroxiácidos y ácidos omega 6 (presentes en ingredientes como el espino amarillo y el karité). Se recomienda su aplicación después del baño de una o dos veces al día.
  • Baños cortos con agua tibia: se recomiendan los baños cortos, de no más de 10 minutos y con agua tibia. Estos baños aportan hidratación y limpian la piel de costras, escamas, irritantes, bacterias, etc. Además, es preferible usar limpiadores corporales (preferiblemente sin jabones), que no contengan colorantes, perfumes y sean hiperreactivos. Tras el baño, la piel debe secarse con una toalla de tejido hipoalergénico y dando palmaditas en la piel (sin restregar o frotar), aplicando inmediatamente después un emoliente.
  • Ropa de algodón o lino: se deben evitar materiales sintéticos, y optar por prendas ligeras de algodón o lino. Es importante eliminar las etiquetas de la ropa que puedan raspar la piel. Asimismo, se recomienda lavar la ropa con detergentes suaves especiales para bebés o niños con piel atópica.
  • Ambientes limpios: es importante mantener la higiene de la casa, especialmente vigilar que esté libre de polvo o pelo de animales. También es beneficioso mantener el ambiente con temperaturas moderadas y una humedad al 50%.
  • Ingredientes naturales: en cuanto a los tratamientos tópicos con corticosteroides, los más utilizados, deben ser instaurados por un médico ya que necesitan de control y seguimiento. Los ingredientes naturales cada vez ganan más espacio y la evidencia apunta en algunos de ellos buenos resultados, especialmente en reparar la barrera cutánea y aliviar la sintomatología; son el espino amarillo, la caléndula, el comino negro, la Boswelia, el karité, el aceite de neem, entre otros.

Otras medidas como la restricción de ciertos alimentos en la dieta es un tema controvertido y solo debe instaurarse cuando las pruebas in vitro detecten una intolerancia, y aun así debe probarse si realmente tiene influencia sobre la evolución de la enfermedad.

Calmantes e hidratantes para bebés y niños con piel atópica 

Los principales síntomas de la piel atópica son la irritación y picor, por lo que es de especial importancia buscar productos para su cuidado, especialmente aquellos que calmen la piel en el día a día. Los ingredientes naturales son opciones válidas para su uso en pieles atópicas.

  • Repara la barrera cutánea y calma la piel irritada con el aceite BioAtopic Repair, especialmente diseñado para las pieles atópicas de niños y adultos, apto a partir de los 3 meses. 

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  • Para la piel de zonas muy expuestas como los labios y la nariz en ocasiones en las que se secan en exceso, el bálsamo BioAtopic Nariz y Labios hidrata en profundidad y protege estas zonas de las agresiones externas para ayudar a regenerar y calmar la piel. Apto a partir de los 3 años de edad.

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Preguntas frecuentes sobre la piel atópica en bebés

Ante cualquier duda sobre alguna variación o afectación en la piel, lo más recomendable es acudir a un especialista que examine la sintomatología y determine el origen y tratamiento correcto. 

¿La dermatitis atópica se cura?

A lo largo de nuestra vida, la piel sufre diversos cambios que pueden afectar a su estado y provocar el desarrollo de ciertas condiciones. La piel o dermatitis atópicas es una condición crónica, aunque la presencia de brotes de eccema u otros síntomas pueden agravarse dependiendo de ciertos factores externos o internos, o bien aliviarlos siguiendo unos correctos cuidados e hidratación continua.

¿Es contagiosa la piel atópica?

No, el origen de la piel atópica se debe a factores intrínsecos que dependen directamente de las características propias como la genética, factores ambientales o ciertas condiciones como un sistema inmune debilitado.

¿Qué puedo hacer para prevenir los brotes?

Una correcta rutina de higiene e hidratación diaria de la piel siguiendo los consejos arriba descritos es la forma de ayudar a reducir la aparición de brotes de eccema, así como aliviar y restaurar la piel cuando se produce alguno. 

Si quieres saber más sobre el cuidado de la piel…

  Referencias


Contenido revisado por los especialistas del área de Información Científica de MARNYS. Este artículo es informativo y no sustituye la consulta de un especialista.



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