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Osteoporosis: qué es, tipos y factores de riesgo

Osteoporosis: qué es, tipos y factores de riesgo

Publicado: 22 diciembre, 2022 - Actualizado: 21 agosto, 2023 | 12'

Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud arrojan cifras de más de 75 millones de personas con osteoporosis entre Europa, Estados Unidos y Japón.

La osteoporosis causa anualmente más de 2 millones de fracturas localizadas principalmente en las caderas, vertebras y antebrazos. Su prevalencia es mayor en mujeres postmenopáusicas, donde se calcula que aproximadamente el 21% de las mujeres entre 50 y 84 años tiene osteoporosis. Los hombres mayores de 50 años también tienen una alta probabilidad de padecer de osteoporosis.

Con estos datos en mente, vamos a resolver qué es la osteoporosis, qué personas tienen mayor riesgo de padecer osteoporosis y qué podemos hacer para prevenirlo, de la mano del Doctor Álvaro Sanjuán, médico especializado en medicina deportiva, rehabilitación, y Densitometría Ósea.

¿Qué es la osteoporosis?

Según la OMS y la Sociedad Española de Reumatología “la osteoporosis es una enfermedad esquelética sistémica que se caracteriza por una baja masa ósea y por un deterioro de la microarquitectura del hueso, lo que condiciona un aumento de la fragilidad ósea y de la susceptibilidad a las fracturas.”

Tipos de osteoporosis

Los tipos de osteoporosis se clasifican en:

  • Osteoporosis primaria: es la más frecuente representando el 90% de los casos, tanto en mujeres como en hombres. Se caracteriza principalmente por el aumento de la resorción ósea que afecta a la microarquitectura del hueso, aunque en algunos casos pueden ser debido a alteraciones en la formación del hueso. Se debe a factores como deficiencia gonadal en ambos sexos, menopausia, baja ingesta de calcio y bajos niveles de vitamina D e hiperparatiroidismo.
  • Osteoporosis secundaria: representa menos del 5% de los casos en mujeres y alrededor del 20% en hombres. Está relacionada con afectaciones o enfermedades subyacentes, como la enfermedad renal crónica, trastornos endocrinos (hipertiroidismo, hipogonadismo, diabetes mellitus, etc.), hiperfosfatemia, alteraciones de la calcemia y la concentración sérica de vitamina D, movilidad reducida, tratamientos de larga duración con esteroides, falta de peso gravitacional prolongada (como ocurre a los astronautas en los vuelos espaciales), alcoholismo, tabaquismo, entre otros.

Síntomas de la osteoporosis

Generalmente las personas con osteoporosis son asintomáticas, y cuando se presenta una fractura es cuando ya está instalada la patología. Los síntomas que surgen son:

  • Dolor de espalda, que es en muchos casos provocado por una fractura vertebral.
  • Fracturas por fragilidad.
  • Reducción de la estatura
  • Manifestaciones posturales, como el encorvamiento.

Factores de riesgo de la osteoporosis

Los principales factores de riesgo que pueden originar una osteoporosis son: el sexo (es más frecuente entre las mujeres que los hombres), la edad (mayor prevalencia en personas de edad avanzada), raza, estilo de vida (alimentación y sedentarismo), niveles hormonales, tabaquismo y alcoholismo, menopausia, bajo índice de masa corporal, y fracturas óseas previas.

Osteoporosis y Menopausia

Como vemos, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la osteoporosis es tres veces más frecuente en mujeres que en hombres. ¿A qué se debe?

Como explica el Doctor Álvaro Sanjuán, “por una parte, se debe a que las mujeres tienen un menor contenido de masa ósea y, por otra, a los cambios hormonales que suceden durante la menopausia.”

El mayor pico de masa ósea se produce aproximadamente a los 30 años, después se estabiliza durante una década y a partir de los 50 años se produce una pérdida de masa ósea de hasta un 0,5% anual, producto del envejecimiento.

Los niveles de estrógenos son clave en la preservación de la masa ósea en la edad adulta, por lo que alrededor de los 50 años, cuando empiezan a reducirse sus niveles, en igual medida lo hace la masa ósea.

¿Se puede prevenir el avance de la osteoporosis en la menopausia?

La clave para mantener una buena salud ósea en general y para prevenir la pérdida ósea en personas con riesgo de osteoporosis está en la alimentación y en la práctica regular de ejercicio.

“Durante la menopausia, como ya hemos comentado, los estrógenos juegan un papel fundamental en la mineralización de los huesos. Por tanto, especialmente durante esta etapa se debe preservar la masa ósea para prevenir la fragilidad del esqueleto, y reducir el riesgo de fracturas”, comenta el doctor.

Para esto, en el momento de la menopausia la paciente debe ser evaluada exhaustivamente para descifrar el abordaje adecuado a su condición.

En muchas ocasiones requiere modificar hábitos alimentarios, patrones de actividad física, ingesta adecuada de nutrientes esenciales para el esqueleto, etc. También durante la menopausia es importante mantener un peso adecuado, minimizar el consumo de cafeína y alcohol y evitar fumar.

Osteoporosis en hombres mayores de 70

Aunque las mujeres postmenopáusicas son el principal grupo de riesgo, la Sociedad Española de Reumatología afirma que la osteoporosis en hombres está infradiagnosticada, y “se calcula que un tercio de las fracturas de cadera a nivel mundial se producen en varones, mayores de 70 años. Asimismo, la mortalidad tras una fractura de cadera (más del 37% en el primer año) es mayor que la que ocurre en mujeres”.

Consecuencias de la osteoporosis

La consecuencia más relevante y de mayor morbilidad de la osteoporosis son las fracturas, que producen dolor e impotencia funcional. La discapacidad que producen las fracturas depende del sitio en el que se produzcan.

Fracturas comunes de huesos

Según la Sociedad Española de Reumatología podemos distinguir algunas de ellas:

  • La fractura de antebrazo distal en general se recupera bien desde el punto de vista funcional.
  • La fractura proximal de húmero en algunos casos precisa de cirugía y suele recuperarse correctamente.
  • La fractura de cadera precisa una hospitalización y una intervención quirúrgica en prácticamente todos los casos, además que conlleva un riesgo de mortalidad en los primeros 3-6 meses. La recuperación es lenta y a menudo incompleta, por lo que muchos pacientes permanecen institucionalizados permanentemente después de una fractura de cadera.
  • La fractura vertebral osteoporótica (FVO) es la complicación más frecuente de la osteoporosis y se define como la pérdida de más de un 20% de la altura anterior, posterior o central de una vértebra. El dolor secundario a una FVO es intenso, aparece con el movimiento y puede condicionar una gran limitación funcional. La consecuencia más inmediata de las FVO es la disminución de la estatura y la deformación de la columna.

¿Cómo se diagnostica la osteoporosis?

El diagnóstico de una osteoporosis debe buscarse primero con la historia clínica y exploración física del paciente. Se deben tener en cuenta aspectos como: factores de riesgo, pérdida de altura de más de 3,81 cm (con mediciones anuales), exceso de cifosis de la columna torácica, joroba de viuda, caries dental, pérdida de dientes, encías retraídas, dolor de espalda, entre otros.

Tras esta evaluación inicial, se puede realizar una analítica bioquímica sanguínea que proporcionará información sobre la función renal y hepática, el hiperparatiroidismo primario y la posible desnutrición (niveles de calcio, magnesio, vitamina D, etc.). Así mismo, detectar los marcadores óseos metabólicos que son útiles para determinar el nivel de resorción ósea.

Las imágenes radiológicas son otro factor clave para identificar la osteoporosis, sin embargo, una radiografía simple solo puede sugerir una disminución de la densidad mineral ósea, por lo que se recomienda confirmar mediante la medición de la densidad ósea (DMO).

La DMO es la cantidad de masa ósea por unidad de área, y su determinación informa sobre la probabilidad de fractura y la base para valorar la evolución de los pacientes. Existen diferentes métodos para medir la DMO, entre ellos está la densitometría, la tomografía y la ecografía.

La densitometría es el método más usado y mide la DMO por un índice denominado DE. La Organización Mundial de la Salud define la osteoporosis como una DMO o contenido mineral óseo de más de 2,5 desviaciones estándar (DE).

Densitometría ósea, qué es y qué nos muestra

Como explica el Doctor Álvaro Sanjuán, médico especialista en densitometría ósea: “la Densitometría ósea es una medición del contenido cálcico del hueso en un momento determinado”.

¿A quién se le realiza la prueba de densitometría ósea?

Esta prueba, continúa el doctor “se suele realizar, en general, a mujeres a partir de la menopausia, a hombres mayores de 50 años con dolor osteoarticular, y en casos concretos, a pacientes con alteraciones serias de vitamina D3 y paratohormona en sangre, ante alteraciones del metabolismo del calcio y fósforo, en casos de politraumatismos para descartar osteoporosis postraumática, a pacientes en situación de reposo o inmovilización prolongada, o a pacientes en tratamientos de larga duración con corticoides”.

¿A partir de qué edad se aconseja realizar esta prueba?

En general, comenta el doctor Sanjuán, “se suele recomendar su realización a partir de los 45-50 años”, siendo, como se ha comentado, muy recomendable en el caso de mujeres a partir de la menopausia y hombres mayores de 50 años con dolores osteoarticulares.

¿Cada cuánto tiempo se debería repetir una densitometría ósea?

La DMO es una medición del contenido cálcico del hueso en un momento determinado, y por lo tanto lo importante es ver la evolución”, afirma el doctor Sanjuán. Por eso, prosigue “en función del resultado de la primera prueba, se realizaría cada uno, dos o tres años (como máximo) sobre todo cuando se administra tratamiento médico”.

Manejo de la osteoporosis

Tal y como asegura la Sociedad Española de Reumatología: “tanto en la prevención como en el tratamiento de la osteoporosis es importante reducir los factores de riesgo, prevenir las caídas y recomendar una nutrición óptima”.

 Las recomendaciones en este sentido son las siguientes:

  • Abandonar el tabaco y evitar el consumo excesivo de alcohol.
  • Practicar de forma regular ejercicio físico, preferentemente de carga.
  • Optimizar el índice de masa corporal.
  • Tener una exposición adecuada a la luz del sol.
  • En la prevención de caídas es importante adecuar el entorno del paciente, identificar fármacos que pueden aumentar su riesgo y corregir déficits en la visión.
  • Recomendar una nutrición que incluya los 3 nutrientes básicos para la salud ósea: calcio, vitamina D y proteínas.

Dieta equilibrada

Las recomendaciones de dieta están enfocadas a alimentos que puedan ayudar a preservar la masa ósea. Algunos ejemplos serían:

  • Aumentar el consumo de alimentos ricos en calcio como la leche, productos lácteos desnatados, frutos secos y semillas, cereales integrales, verduras verdes y sardinas.
  • Combinar lo anterior con alimentos ricos en vitamina D (pescado azul, huevos y arroz integral), y alimentos ricos en vitamina C (cítricos, pimientos, coles de Bruselas, berros).
  • Aumentar el consumo de verduras, frutas y hortalizas.
  • Consumir legumbres, incluyendo la
  • Utilizar preferentemente aceites de semillas o de oliva (fuentes de grasa insaturada rica en vitamina E).
  • Tener un consumo moderado de proteínas de origen animal (carne, pescado, huevos).
  • Consumir preferentemente pescado, sobre todo azul, debido a su contenido en ácidos grasos esenciales (Omega-3).
  • Limitar el consumo de alimentos animales ricos en grasas saturadas.
  • Reducir el consumo de café, alcohol y bebidas con gas y azúcar.
  • Moderar el consumo de sal.

Suplementos de calcio y vitamina D

Tal como hemos leído, los niveles de calcio y vitamina D son cruciales para gozar de buena salud ósea, siendo recomendados por diferentes sociedades y por la Organización Mundial de la Salud.

Veamos las razones y las cantidades que se sugieren.

  • Calcio: es el mineral más abundante en el organismo, cuyo contenido alcanza 1,2 kg. El 99% del calcio se encuentra en los huesos y en los dientes. El pico de masa ósea es uno de los factores clave que determinan la masa ósea y el riesgo de fractura más adelante en la vida, y el calcio es un elemento básico para obtenerla. Diferentes estudios han demostrado que la suplementación de calcio es eficaz para reducir la pérdida ósea en las mujeres que se encuentran en una fase tardía de la postmenopausia (>5 años después de la misma), especialmente en aquellas con una baja ingesta habitual de calcio (<400 mg/día).5 Las recomendaciones de ingesta varían entre 800 a 1000 mg/día.
  • Vitamina D: se produce en la piel como resultado de la acción de la luz ultravioleta. La vitamina D favorece el equilibrio del calcio al mejorar la absorción intestinal del mismo, además, estimula la formación de la matriz ósea y la maduración de los huesos. Su déficit puede incrementar el riesgo de fracturas, y se ha demostrado que en mujeres postmenopáusicas, la vitamina D combinada con suplementos de calcio, reduce la tasa de pérdida ósea y también mejora la fuerza muscular y el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas.3,5 Las dosis que se recomiendan están entre los 400-800 UI/día de vitamina D.

Existen también otros dos minerales que son de interés dentro del bienestar óseo, como lo son el magnesio y el zinc, ya que el primero tiene que ver con la estructura del hueso y el segundo con la formación y la mineralización. La ingesta de estos dos minerales debe cubrir 300 mg/día para el magnesio y de 10-25 mg/día en el caso del zinc.

Prevención de caídas

Es importante que el especialista instruya adecuadamente al paciente con osteoporosis sobre los riesgos de caídas y fracturas. Como explica el Dr. Sanjuán, hay que vigilar la seguridad en el hogar, comprobar si existe medicación que pueda afectar al equilibrio y coordinación del paciente, y desarrollar programas individuales que le ayuden a mejorar su estabilidad física y prevenir fracturas”.

Algunos consejos para la prevención de caídas son: evitar caminar por terrenos irregulares o húmedos sin el calzado apropiado, evitar caminar a oscuras por casa, los zapatos deben ser adecuados y que sujeten el pie por completo, ejercicios de higiene postural, vigilar subida y bajada de escaleras, adecuar el cuarto de baño para evitar resbalones, entre otros.

Dentro de estos programas los ejercicios de fortalecimiento central pueden aumentar la estabilidad.

¿El ejercicio ayuda a la osteoporosis?

Ejercicio osteoporosis

“Definitivamente el ejercicio es fundamental para fortalecer la musculatura y reducir la pérdida de masa ósea, además de evitar caídas en personas con osteoporosis”, asegura el doctor.

Entre los ejercicios recomendados para personas con osteoporosis, generalmente se recomiendan ejercicios de carga y algunos ejemplos serían:

  • Ejercicios de equilibrio como el taichí ayudan a reducir el riesgo de caídas.
  • Combinar ejercicios de equilibrio con entrenamiento de fuerza, favorece el fortalecimiento de los músculos y los huesos de los brazos y la parte superior de la columna vertebral.
  • Los ejercicios de soporte de peso, como caminar, o subir escaleras, ayudan principalmente a los huesos de las piernas, las caderas y la parte baja de la columna vertebral.
  • Para personas con cifosis (curvatura exagerada hacia adelante de la parte superior de la espalda), los estudios han mostrado la efectividad de los ejercicios con carga de peso; así como el entrenamiento de la fuerza muscular y el equilibrio.

Entre los ejercicios que no se recomiendan para pacientes con osteoporosis estarían los ejercicios de alto impacto como correr o saltar, “ya que pueden provocar fracturas en los huesos debilitados”, explica el doctor Álvaro Sanjuán.

Es importante destacar que estos son ejemplos en general, y que la mejor recomendación del tipo y duración del ejercicio la puede proporcionar tu facultativo con base a tu historial clínico”, añade.

¿Cómo afecta la osteoporosis a la calidad de vida?

Como hemos visto, las complicaciones clínicas más habituales de la osteoporosis son la fractura y deformidad vertebral, así como las fracturas de cadera y muñeca. En casos más extremos está el riesgo de mortalidad de alguna de estas complicaciones.

Las fracturas de cadera son las que mayormente merman la calidad de vida, por la disfuncionalidad que producen.

El dolor es un síntoma cardinal que produce un considerable impacto negativo en las actividades cotidianas, lo cual afecta también a nivel emocional y social.

En un estudio que evaluó la calidad de vida en más de 700 pacientes con osteoporosis, osteopenia y sin afectación ósea, se mostró que los pacientes clasificados como osteoporóticos más de un 40% afirman que tiene algún problema para caminar y otro grupo dice tener problemas para realizar las actividades cotidianas (23.94%). Además, más de un 45% de los pacientes con osteoporosis dice tener dolor, y el 14.09% dice estar muy ansioso/deprimido.

Por todo lo expuesto, un diagnóstico temprano de la osteoporosis junto a una intervención adecuada ya sea que se haya producido o no fractura, son claves para reducir el impacto de esta condición de salud y conseguir mejorar la calidad de vida de la persona.

  Referencias


Contenido elaborado por los especialistas del área de Información Científica de MARNYS con la colaboración del Dr. Álvaro Sanjuán. Este artículo es informativo y no sustituye la consulta de un especialista.

Dr. Álvaro Sanjuán

Sobre el especialista

El Doctor Álvaro Sanjuán es médico especializado en medicina deportiva, rehabilitación, y Densitometría Ósea.

 

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