
La microbiota vaginal: qué es y cómo mantenerla saludable
Publicado: 15 octubre, 2024 | 13'
En nuestro organismo existen comunidades bacterianas propias a las que llamamos microbiotas, que son necesarias para el bienestar y la salud de diferentes zonas del cuerpo como la piel, el intestino o la cavidad oral. Cada una de ellas está formada por una amplia población de microorganismos que viven en una zona específica de nuestro cuerpo, como es el caso de la vagina, que cuenta con su propia microbiota.
Te contamos qué es la microbiota vaginal y la importancia de mantenerla en buen estado con la ayuda del doctor Joan Matas Dalmases, ginecólogo integrativo.
¿Qué es la microbiota vaginal y por qué es importante para tu salud íntima?
La zona de la vulva es la responsable de proteger el tracto genital de posibles infecciones y, desde su abertura externa hasta el cuello del útero, la vagina, se caracteriza por tener una alta humedad y mucosidad. Así, “esta zona posee unas características concretas con una microbiota propia, un conjunto de bacterias que desempeñan funciones en el desarrollo de la respuesta inmunitaria”, informa el doctor.
La composición de la microbiota vaginal: Un delicado equilibrio de bacterias beneficiosas
La microbiota vaginal normal está compuesta predominantemente por lactobacilos junto con otros organismos presentes en menor número (incluidos Staphylococcus epidermidis, Corynebacterium spp, Ureaplasma spp, Streptococcus/Enterococcus spp, Gardnerella vaginalis, Candida spp). Durante las diferentes etapas de la vida de una mujer, la composición de su microbiota vaginal va presentando variaciones. De este modo, la mucosa vaginal de las mujeres durante su edad reproductiva contiene más de diez especies de Lactobacillus diferentes, predominando L. crispatus, L. gasseri, L. jensenii y L. iners.
La presencia de los lactobacilos vaginales está directamente relacionada con los niveles hormonales y su actividad metabólica deriva en un nivel de pH normal de 3,8 - 4,4.
Estos niveles hormonales y la edad también son factores clave en el estado de la microbiota. “Por ejemplo, en la niñez existe escasa cantidad de microbiota vaginal, ya que su composición y abundancia se va desarrollando con el crecimiento y está influenciada por la presencia hormonal de estrógenos y progesterona”, cuenta Matas. También durante la menopausia la microbiota vaginal sufre cambios notorios debido a la reducción de los niveles de estrógenos, predominando bacterias intestinales y procedentes de la piel. Estos cambios pueden conducir al incremento de infecciones ginecológicas durante esta edad. Además, la presencia de factores que median la inflamación en esta zona, entre los que se encuentran las citoquinas, pueden ayudar a regular la inflamación según su cantidad y el equilibrio del sistema inmune.
Funciones clave de la microbiota vaginal: Barrera, equilibrio y bienestar
La microbiota de esta zona, también conocida como, flora bacteriana de la vagina, está principalmente compuesta por Lactobacillus, como ya hemos comentado. Estos producen ácido láctico que provoca un ambiente ácido formando una biopelícula sobre la superficie de la mucosa vaginal. Además, los lactobacilos producen sustancias antimicrobianas (como las bacteriocinas) y peróxido de hidrógeno (H2O2), que inhiben la adhesión de patógenos.
Estos Lactobacillus que forman parte de la flora habitual de la vagina son comúnmente llamados las “bacterias buenas” por sus efectos positivos sobre el bienestar de la microbiota como la inmunomodulación y el restablecimiento de la microflora característica de la vagina y del intestino, donde también están presentes.
Señales de alarma: ¿Cómo saber si tu microbiota vaginal se ha desequilibrado?
Cuando se reduce la presencia de lactobacilos, otros microorganismos pueden crecer excesivamente en la zona haciendo que el pH suba por encima de 4,5, causando así un desequilibrio de la flora que da lugar a la aparición de infecciones urogenitales, llamadas vaginosis bacterianas. El doctor Matas confirma que “las alteraciones del pH son muy comunes durante la etapa fértil de la mujer, así como los cambios en los niveles de estrógenos en edades más avanzadas”. Estos cambios provocan molestias en la zona vaginal y pueden actuar como señales de alerta que ayudan a detectar este desequilibrio. Además, son mucho más frecuentes en verano debido a los baños en piscina o el mar y por los efectos del sudor que aumentan la humedad en la zona genital.
Otro desequilibrio vaginal muy común es la infección por hongos, en la mayoría de los casos provocada por una levadura del género Candida spp, principalmente la especie llamada Candida albicans, comúnmente denominada candidiasis. Normalmente esta especie es un componente de la microbiota vaginal normal y su presencia se mantiene bajo control gracias a los lactobacilos, pero cuando se produce un desequilibrio y disminuye por debajo de un nivel crítico la concentración de lactobacilos, esta situación puede ser aprovechada por estos hongos, dando lugar a un elevado crecimiento en la zona.
Molestias comunes de una microbiota vaginal desequilibrada
Según el doctor Matas, “un desequilibrio de la microbiota a causa de la deficiencia de estrógenos puede causar atrofia vaginal y otros síntomas como sequedad vaginal, picor, molestias, cambios en el flujo o dolor durante las relaciones sexuales”.
Las alteraciones del pH provocan síntomas similares como irritación, sequedad y cambios en el flujo, pero también escozor, olor fuerte, dolor al orinar e incluso molestias anales.
Pruebas y diagnósticos para evaluar la salud de tu microbiota vaginal
Lo ideal es realizarse chequeos ginecológicos regulares si no existe ninguna patología previa para comprobar que todo está en orden con un examen físico o bien, si es necesario, realizar otras pruebas como una citología o cultivos que determinen la presencia de otras lesiones, infecciones vaginales por la presencia de hongos u otros parásitos o infecciones de transmisión sexual (ITS), entre otras condiciones.
Ante cualquier alteración visible o molestias como las descritas anteriormente, lo más recomendable es acudir al profesional sanitario que determine la causa y el tratamiento adecuado y no automedicarse.
¿Qué factores se asocian con el desequilibrio de la microbiota vaginal?
Los desequilibrios que se producen en la flora vaginal pueden deberse tanto a factores internos como externos. En primer lugar, existen factores inevitables que forman parte del ciclo vital de la mujer que afectan a esta microbiota como:
- La edad, como hemos mencionado anteriormente, puesto que a medida que envejecemos, aparecen variaciones en la composición de la flora, disminuyendo el número de lactobacilos que forman parte de la flora habitual.
- La fase del ciclo menstrual. Por ejemplo, el fluido menstrual puede suponer variaciones en los valores de pH de la zona vaginal, apareciendo diferencias entre los diferentes momentos del ciclo menstrual.
Otros factores dependen del estilo de vida, hábitos cotidianos o de situaciones puntuales que pueden alterarla, veamos algunos de ellos.
Hábitos cotidianos asociados al desequilibrio de tu microbiota vaginal
Existen hábitos del día a día que alteran los niveles de las bacterias que habitan de forma habitual en la vagina, o bien que pueden ayudar a la proliferación de microorganismos causantes de molestias como son:
- Una actividad sexual muy frecuente o diversas parejas.
- Una higiene íntima inadecuada con productos que son agresivos como jabones con pH diferente al propio de la flora, desodorantes o duchas vaginales.
- El uso de tampones, especialmente durante infecciones u otras alteraciones, ya que pueden empeorar su estado.
- La vestimenta también puede afectar con el uso de prendas muy ajustadas o ropa interior de tejidos que no son transpirables, ya que el más adecuado es el algodón.
- La dieta también influye, ya que el exceso de azúcares o hidratos de carbono favorece la presencia de bacterias patógenas.
Efecto de medicamentos sobre el equilibrio vaginal
El uso de algunos medicamentos también puede afectar a los niveles de las bacterias características en la microbiota, tanto intestinal como vaginal. Esto ocurre con los antibióticos, los cuales pueden alterar el equilibrio normal de la microbiota al realizar su función. Por tanto, los antibióticos pueden provocar variaciones en la composición de la microbiota vaginal.
Por otro lado, “la toma de anticonceptivos orales u otro tipo de terapias hormonales afecta al equilibrio de la flora vaginal en la medida en la que influye en los niveles de hormonas, puesto que se elevan los estrógenos”, informa el doctor. Además los anticonceptivos orales alteran la microbiota intestinal y todas las microbiotas están interconectadas, con lo que pueden ser negativos para la microbiota vaginal.
Afecciones y condiciones relacionadas con la microbiota
Algunas etapas de cambios hormonales como la pubertad o el embarazo afectan a los niveles de lactobacilos y otros microorganismos de la flora vaginal, provocando así cambios en el flujo u otros síntomas como los descritos anteriormente.
También algunas condiciones intrínsecas como una diabetes descontrolada, o bien un sistema inmune debilitado por ciertos tratamientos, estrés, u otras causas que afectan a otros procesos del organismo.
Las enfermedades e infecciones de transmisión sexual también (ETS e ITS) pueden afectar a la vagina y provocar síntomas como cambios en el flujo u otras variaciones de la microbiota. Para evitarlo, el doctor explica que “es importante mantener unos correctos hábitos e higiene íntima, así como anticonceptivos de barrera para evitar estas modificaciones, que pueden llegar a ser crónicas”.
Recupera el equilibrio: Cómo mantener la microbiota vaginal
Mantener un equilibrio adecuado del área vaginal está directamente relacionado con una correcta higiene junto con una alimentación saludable. Aunque son muchas las condiciones que pueden afectar a su equilibrio y por causas diversas, hay algunas pautas que se pueden seguir para favorecer su buen estado como:
- Mantener el área genital limpia y seca.
- Utilizar ropa interior de algodón y evitar la ropa muy ajustada que pueda irritar por la continua fricción y dificultar la transpiración.
- Durante el ciclo menstrual, cambiar regularmente las compresas, tampones o copas menstruales según las recomendaciones de cada uno de los productos de higiene íntima. Los salvaslip también deben cambiarse según las recomendaciones y necesidades individuales.
- Acude al ginecólogo de forma regular, especialmente si presentas afecciones en la zona vaginal o notas cualquier tipo de molestia o síntoma no habitual.
Consejos dietéticos para nutrir tu microbiota vaginal
Además de los anteriores consejos higiénicos, seguir una alimentación adecuada también favorecerá el buen estado de la microbiota vaginal.
- Hidrátate correctamente (de seis a ocho vasos de agua al día), ya que esto ayudará a orinar de forma regular y favorecer la expulsión de posibles bacterias del tracto urinario.
- Modera la ingesta de carbohidratos, ya que estos pueden favorecer el crecimiento de bacterias en el tracto intestinal y urinario. En su lugar, opta por cereales integrales y fibras para evitar harinas refinadas.
- Evita las grasas saturadas y los azúcares refinados.
- Ingerir nutrientes como la vitamina C o las vitaminas del grupo B y otros minerales como el zinc, que ayuden a las etapas de la respuesta inmunológica.
- Alimentos ricos en probióticos y prebióticos.
Probióticos y prebióticos: Los aliados de tu flora vaginal
Los probióticos son microorganismos vivos que se encuentran en algunos alimentos y que resultan beneficiosos para nuestra microbiota, principalmente en la intestinal y vaginal. Los lactobacilos son un ejemplo de probióticos, ya que, además de encontrarse de forma habitual en nuestra flora vaginal, también se encuentran en algunos alimentos derivados de los lácteos como el yogur y el kéfir, el chocolate negro, y derivados vegetales como el chucrut y los encurtidos.
En cantidades adecuadas y de forma regular, la ingesta de lactobacilos tiene efectos beneficiosos para el mantenimiento de la microbiota vaginal, así como para su recuperación tras un desequilibrio y evitar la recurrencia.
Por otro lado, los prebióticos son un tipo específico de fibra alimentaria que estimulan el crecimiento de los probióticos en nuestro organismo, ya que constituyen un alimento para ellos. Por esto es recomendable ingerir una buena cantidad de fibra vegetal en nuestra dieta diaria.
“De esta forma, una alimentación con alto contenido en alimentos probióticos y prebióticos será beneficiosa para nuestra microbiota vaginal e intestinal”, asegura el doctor.
Dr. Joan Matas Dalmases: Experto en ginecología integrativa
Como ginecólogo, el doctor Joan Matas recuerda la importancia de seguir unos correctos hábitos como los detallados anteriormente, pero también como experto integrativo indica la importancia de “prestar atención a nuestra salud general, puesto que un desajuste o problema vulvar puede estar derivado de otra condición”.
La visión del experto sobre la importancia de la microbiota vaginal
La microbiota vaginal es única y propia de cada mujer, además de contar con características diferentes del resto del cuerpo. Esta microbiota es vulnerable puesto que se encuentra expuesta al exterior directamente a través de la vulva. Su importancia reside en “la capacidad de mantenimiento de la salud vaginal y sistema propio de barrera, puesto que es capaz de regular y modular la presencia de bacterias y otros microorganismos con el fin de preservar su integridad y ayudar a controlar la adhesión de bacterias patógenas”, por lo que el doctor incide en seguir unos cuidados y pautas específicos que preserven su buen estado.
Recomendaciones del Dr. Matas para mantener una microbiota vaginal saludable
Como ya hemos mencionado, “el ambiente de la zona genital se caracteriza por alta humedad, mucosidad y un pH propio, que puede verse alterado por diversos factores. Por tanto, en primer lugar, lo más conveniente es empezar por una correcta rutina de higiene íntima de la siguiente forma”:
- Lavar la zona externa vulvar una vez al día con un jabón hipoalergénico suave.
- Evita utilizar gel de ducha común, baños de burbujas, exfoliantes, toallitas, o cualquier otro producto con perfumes.
- No utilices esponjas o toallas, lava la zona con la mano.
- Secar tras la ducha de forma suave y completamente con una toalla. Cambiar la ropa interior o lavar suavemente tras una sudoración excesiva y los baños en la playa o la piscina, cambiando el bañador mojado por uno seco.
- Evitar las duchas vaginales, ya que estas alteran directamente las bacterias que se encuentran en la vagina para protegerla.
- Prestar atención a la higiene antes y después de las relaciones sexuales, y utilizar protección durante. Además, es recomendable orinar después para facilitar la expulsión de posibles bacterias.
Existen otros muchos factores que pueden variar la composición de la microbiota. Por ello, “es vital seguir un estilo de vida saludable y activo con una dieta balanceada, la práctica de ejercicio regular, así como un descanso adecuado y evitar el estrés, que complemente estas pautas de higiene para mantener una microbiota sana”.
Abordaje integrativo de los desequilibrios en la microbiota vaginal
“La medicina integrativa se basa en entender el cuerpo humano como un todo interrelacionado”, explica el experto. “Así, desde la ginecología integrativa, buscamos el origen de un desajuste en nuestra microbiota, o bien otra condición que pueda surgir, puesto que este no siempre parte de la zona vulvar”.
Un desajuste en nuestra microbiota puede deberse a otros factores como un sistema inmune debilitado a causa del estrés o la toma de ciertos compuestos, por ejemplo. También puede estar ocasionado por un desajuste digestivo, bien crónico, debido a procesos virales o bacterianos. Por ello, “es importante abordar el problema de cada paciente desde una perspectiva integrada y teniendo en cuenta cualquier condicionante interno o externo”.
La base de la medicina integrativa es también la práctica de combinar los tratamientos médicos convencionales con terapias alternativas naturales o complementarias con el fin de proporcionar la mejor atención posible.
Preguntas frecuentes sobre la microbiota vaginal
Ante cualquier molestia en la zona vaginal, lo más recomendable es acudir a un especialista que determine el motivo de las molestias lo antes posible y evitar que derive en un problema mayor.
¿Cuánto tiempo tarda en recuperarse la microbiota vaginal?
El estado normal de la microbiota vaginal suele recuperarse en unos pocos días tras un desequilibrio producido por factores habituales como una infección por hongos o vaginosis bacteriana siguiendo unas pautas de higiene y alimentación adecuadas, así como el tratamiento indicado por el ginecólogo.
¿Qué puedo hacer para mantener mi microbiota vaginal equilibrada a largo plazo?
Lo más adecuado para mantener la microbiota equilibrada es seguir una correcta higiene íntima y un estilo de vida saludable como hemos detallado en las indicaciones más arriba. Todo ello acompañado de chequeos habituales en el especialista junto con actuar rápido ante cualquier molestia o alteración.
¿Es normal tener flujo vaginal? ¿Cuándo debo preocuparme?
Es habitual que todas las mujeres experimenten cambios en su flujo vaginal, especialmente debido al ciclo menstrual por los diferentes niveles hormonales. Por ejemplo, el flujo suele ser más abundante durante los días de ovulación y más escaso tras el sangrado.
Los cambios más significativos que pueden ser signo de un desequilibrio en la microbiota son:
- Cambio de consistencia a más grumoso o pastoso.
- Color amarillento, blanquecino, grisáceo o verdoso.
- Un olor fuerte o mal olor.
- Más cantidad de lo habitual.
Si presenta cualquiera de estos cambios lo más habitual es consultarlo con el especialista que determine la causa y el tratamiento adecuado.
Si quieres saber más sobre la microbiota…
- Microbiota intestinal. Funciones y su importancia para la salud
- Microbiota. ¿Sabes qué es y en qué partes del cuerpo se encuentra?
- Probióticos y prebióticos: ¿cuál es su diferencia?
Contenido elaborado con la colaboración del doctor Joan Matas. Este artículo es informativo y no sustituye la consulta de un especialista.
Sobre el especialista
El Doctor Joan Matas es ginecólogo integrativo, especialista en en Patología Mamaria, Fertilidad y en Medicina y Nutrición Ortomolecular. Desde sus redes sociales @dr.matasdalmases ayuda a informar y promover los hábitos saludables.