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Caída del cabello: ¿Cómo frenarla?

Caída del cabello: ¿Cómo frenarla?

Publicado: 22 octubre, 2023 - Actualizado: 18 marzo, 2024 | 13'

El cabello es uno de los rasgos característicos en los humanos, con un alto valor simbólico ya que el estilo o su peinado es un medio de comunicación social y de proyección de identidad. Es la zona de nuestro cuerpo que más cuidamos y a través de la historia se ha asociado a la belleza, la atracción y la autoestima. Además, desde el punto de vista sociológico se vincula frecuentemente como un marcador de edad, salud, nutrición y fecundidad.

El cabello tiene como principales funciones:  la protección frente a factores externos, la termorregulación y la producción de sebo y feromonas.

El pelo es un derivado de la epidermis y consta de dos partes bien diferenciadas: el folículo (donde nace el pelo) y el tallo piloso (el pelo propiamente dicho). Veamos cómo crece y las razones por las que perdemos cabello.

¿Por qué se nos cae el cabello?

El cuero cabelludo contiene unos 100.000 tallos pilosos con distintos grados de crecimiento. Su ciclo de vida promedio es de unos 3,5 años, con una tasa de crecimiento de 0,05 centímetros al mes.

El folículo piloso es el responsable de la nutrición del cabello, del volumen de la fibra capilar y de su grosor, de la velocidad y regulación del crecimiento capilar. Además, el folículo piloso está sujeto a un recambio constante y perpetuo a través de 3 fases de regeneración capilar:

  • Anágena (proliferación): es la fase de crecimiento y dura de 2 a 7 años y el volumen de cabellos puede cambiar entre un 85 a 90,6%. Es la fase más vulnerable en el caso de factores que afecten negativamente su desarrollo. En general, es más larga en las mujeres que en los hombres.
  • Catágena (involución): dura aproximadamente de 2-4 semanas. El volumen de cabellos puede variar entre un 1 a 2%.
  • Telógena (reposo): dura unos 3 meses y el volumen de cabellos varía entre un 10 a 15%.

Este recambio capilar, donde existe pérdida de cabello, es un ciclo normal del metabolismo del folículo piloso. Cuando alguna de estas fases se desequilibra, especialmente la anágena, es cuando se puede presentar pérdida excesiva del cabello, reducción del grosor capilar, crecimiento ralentizado, entre otros.

¿Cuánto cabello perdemos al día?

Tal como lo hemos comentado anteriormente, es normal la pérdida de cabello por el ciclo regenerativo capilar. Se estima que al día se caen entre 50-100 cabellos en condiciones normales, pero puede convertirse en un problema cuando la pérdida está por encima de 100 y si tiene una duración de varias semanas.  En estos casos la recomendación es acudir a un profesional que evalúe la causa y que pueda orientar sobre el tratamiento más acertado.

Principales causas de la pérdida de cabello

El crecimiento del cabello y sus fases regenerativas están influenciadas por un sinnúmero de factores. Los internos son referidos principalmente a la genética, la acción hormonal, la nutrición, entre otros; los externos están asociados a causas ambientales, condiciones climáticas, práctica laboral, productos usados para la higiene capilar, etc. Veamos algunas de esas causas.

Efectos del estrés y la ansiedad

El estrés es un reacción normal frente a presiones de la vida cotidiana. Esta reacción provoca cambios fisiológicos y psicológicos con el objetivo de poder activar o actuar con eficiencia y coherencia frente a situaciones diversas. La hormona cortisol es la principal responsable de las reacciones derivadas del estrés; de hecho, se ha demostrado que el cortisol tiene un efecto negativo en el mecanismo de formación del folículo piloso, especialmente en su estructura.

Así mismo, se producen cambios a nivel inmunológico, hormonal y cardiovascular, que están muy implicados en el metabolismo del folículo piloso. Tanto el estrés como los cambios que se producen, no debieran ser permanentes, por lo cual es transitorio la caída del cabello; sin embargo si la situación estresante es continuada y no es manejada adecuadamente, si se producen alteraciones que pueden tener una duración mayor.

Existen dos tipos de caídas del cabello asociadas al estrés:

  • Efluvio telógeno (ET): caracterizado porque una gran cantidad de folículos pilosos pasan a la fase de reposo (telógena) y el grosor del cabello disminuye. Se clasifica en aguda (<6 meses) y su inicio es muy rápido alcanzando las mayores pérdidas de cabello entre 6-8 semanas; si se trata adecuadamente la persona experimenta una rápida recuperación capilar a las 6 semanas y una optimización del crecimiento a los 12 meses; y en crónica (>6 meses) que al igual que en la aguda hay caída del cabello, sumándose un adelgazamiento difuso del cabello y un acortamiento de la fase anágena. Las mujeres entre 30 y 60 años suelen ser las más afectadas.
  • Alopecia areata (AA): una pérdida de cabello de origen autoinmune, que se caracteriza por zonas localizadas con una reducción notable de cabellos. Afecta principalmente a la fase de proliferación capilar y es reversible, siempre que se trate adecuadamente.

Los cambios de estación

Los cambios de temperatura ejercen estrés térmico sobre el folículo piloso. Durante el verano el ciclo capilar tiende a estar en la fase de reposo (telógena), pasando a fase catágena (involución) en otoño con pérdida de cabello. Durante la primavera también, aunque menos acentuadamente, el cabello pasa por la fase catágena y se reinicia el ciclo con el crecimiento del cabello.

Componentes genéticos

Los genes determinan el grosor, el volumen, la curvatura, el color del cabello, entre otros. Así mismo, regulan el ciclo de crecimiento capilar teniendo que la denominada alopecia androgénica es la causa más común de pérdida de cabello.

La alopecia androgénica (AGA por sus siglas en inglés) es causada tanto por factores genéticos como los relacionados con la edad. Las estadísticas indican que afecta al sexo masculino en un 80% (50% a los 50 años y 70% en las etapas más adultas), y entre 40-50% de las mujeres (un 16% por debajo de los 50 años y un 30-40% por encima de los 70 años)6,13. Es importante resaltar que en las mujeres el componente genético para presentar AGA es de sólo 21%, mientras que para los hombres es del 50%.

El mecanismo androgénico está relacionado con la regulación de la enzima 5-alfa reductasa y otras prostaglandinas. Este mecanismo androgénico permite que el pelo velloso se convierta en pelo terminal más largo, grueso y oscuro; su disfunción estimula la regresión de los folículos pilosos para que se conviertan en pelos vellosos, provocando lo que se denomina miniaturización del folículo (se hace muy pequeño).

La importancia de la alimentación

La integridad del funcionamiento normal del cabello depende en gran medida de una alimentación adecuada y equilibrada. Los más de 100 mil folículos pilosos que están presentes en nuestro cuero cabelludo, están en un 90% en fase anágena o de proliferación, por lo que el aporte de nutrientes como proteínas, vitaminas y minerales son claves para el mantenimiento de un cabello sano. Además, se ha visto que varios micronutrientes minimizan el estrés oxidativo porque desempeñan un papel durante la alopecia.

En general, la caída del cabello (sin problemas de descamación), se produce en la caída difusa del cabello, en el efluvio telógeno crónico, en la alopecia androgénica y en la areata. Las deficiencias de yodo, biotina, inositol, niacina, ácido pantoténico, entre otros, causan caída del cabello.

Caída del cabello en hombres

El AGA, en los hombres, presenta un patrón de pérdida de cabello (MPHL por sus siglas en inglés), que se caracteriza por el adelgazamiento a ambos lados del cuero cabelludo frontal, a lo largo de la línea de implantación del cabello, que se extiende hasta el vértex. La tasa de progresión difiere de un individuo a otro con heterogeneidad clínica entre familiares afectados, además de variaciones raciales con relación a su presentación clínica.

Tal como lo comentamos anteriormente, el AGA se produce por una disfuncionalidad de la 5-alfa reductasa, que está implicada en la conversión de testosterona en dihidrotestosterona (DHT). Al elevarse los niveles de DHT dentro del folículo piloso acorta el ciclo capilar, reduce su tamaño y por tanto, pierde calibre y calidad causando la caída del cabello.

Caída del cabello en mujeres

En las mujeres el patrón de pérdida de cabello (FPHL por sus siglas en inglés) relacionado con AGA, es más difusa y se acentúa en las regiones frontal y media del cuero cabelludo y en algunos casos puede afectar la zona parietal u occipital. Al igual que en el caso masculino la 5-alfa reductasa puede estar implicada, ya que también participa del metabolismo de los estrógenos y su acción debilita el folículo piloso.

La prevalencia del AGA en las mujeres es más frecuente por encima de los 70 años, mientras que las pérdidas de cabello durante la adolescencia, en la edad reproductiva y la menopausia, indican que los ciclos hormonales femeninos en estas épocas son los que influencian el ciclo capilar.

Embarazo, postparto o lactancia

Los cambios hormonales que se producen durante estas tres etapas están determinados por los niveles elevados de estrógenos, progesterona, gonadotropina y prolactina, así como por factores de crecimiento. Revisemos qué sucede con el cabello durante estos cambios.

  • Durante el embarazo la acción combinada de las hormonas recientemente mencionadas retrasa la fase catágena. Además, incrementan la tasa de crecimiento y el diámetro del cabello. Tanto la prolactina como la progesterona inhiben la actividad de la 5-alfa reductasa que es responsable de la caída del cabello.

  • El rápido descenso de los niveles de estrógenos y progesterona que se experimentan durante el postparto propicia el efluvio telógeno (ET) que puede extenderse entre 2 a 4 meses. El ET estimula una caída sincronizada del cabello durante 6-24 semanas, y es poco frecuente que se extienda por encima de 15 meses.
  • Cuando se inicia la liberación de la leche materna y siguen elevándose los niveles de prolactina, se revierte el efluvio telógeno y el ciclo capilar regresa a la normalidad teniendo un equilibrio entre las fases anágena/telógena.

Cambios hormonales

Existen otros cambios en los niveles hormonales que afectan directamente el ciclo de crecimiento del cabello. Algunos de ellos están relacionados con etapas propias del ciclo de desarrollo sexual y otras con factores externos o disfunciones internas.

Durante la pubertad hay liberación de andrógenos que son las hormonas que estimulan la salida del vello en diferentes zonas del cuerpo, y así mismo estimula el crecimiento del cabello. También la hormona tirotropina (producida por la tiroides), estimula positivamente al folículo piloso elongando el tallo piloso (tallo capilar) y a la fase de crecimiento del cabello (anágena).

Por el contrario, la presencia en niveles altos de las hormonas corticotropina y cortisol (que están relacionadas con los estados de estrés), estimulan la fase catágena e inhiben la producción de ácido hialurónico y proteoglicanos que forman parte del folículo piloso. Otro factor que puede propiciar la caída del cabello es el desequilibrio en los niveles del neuropéptido galanina, que además de regular el ciclo capilar, también participa de la sensación de apetito, del proceso de memoria y aprendizaje, entre otros.

La menopausia es otra etapa donde los cambios hormonales afectan el ciclo de crecimiento del cabello, produciéndose una marcada disminución de la densidad y del diámetro del cabello. El cese de la producción ovárica de estrógenos y las interacciones con otras hormonas, factores de crecimiento y citoquinas contribuyen a alterar las características del crecimiento del pelo8. Por su parte los niveles de andrógenos se mantienen durante más tiempo y el aumento de la hormona luteinizante propician no sólo la caída del cabello, sino que modifican el equilibrio entre las fases anágena y catágena. Las zonas de menor presencia de cabellos durante esta etapa se localizan a nivel parietal y fronto-sagital.

Soluciones naturales para frenar la caída del cabello

Es un hecho reconocido que los nutrientes que obtenemos de los alimentos son los que nos proporcionan la energía y los elementos necesarios para el crecimiento, la reparación y el mantenimiento de nuestros tejidos y órganos, entre ellos el cuero cabelludo. Por tanto, una alimentación equilibrada es esencial para mantener una buena salud. Revisemos qué ingredientes naturales son claves en favorecer el crecimiento del cabello.

Complejo estimulador del crecimiento capilar

¿Sabías que existen ingredientes activos de origen vegetal que tienen la capacidad de estimular la regeneración de la papila dérmica (un depósito de células madre encargadas de regular el ciclo de crecimiento del cabello y prolongar su vida)?

Puedes encontrar más información en nuestro artículo: Complejo estimulador del crecimiento capilar.

La importancia del zinc y la biotina

La biotina y el zinc participan activamente del ciclo capilar a diferentes niveles, veamos cómo.

  • Biotina: es esencial para la producción y descomposición normal de proteínas, grasas e hidratos de carbono en el organismo, ya que participa de un complejo enzimático denominado Las proteínas queratina y colágeno dependen de su presencia para su producción; además, la biotina contiene azufre que favorece el crecimiento del cabello y regula la cantidad de sebo. Esta vitamina puede encontrarse en alimentos de origen vegetal (principalmente en cereales, verduras y algunos frutos secos) y animal (hígado, huevos, leche). La ingesta diaria recomendada de biotina en adultos es de 40 µg/día, teniendo que las dosis máximas pueden estar entre 1000-2000 µg/día.
  • Zinc: su papel es clave dentro del sistema antioxidante del cuero cabelludo y en la producción de colágeno. El zinc participa de la regulación androgénica del folículo piloso y de la fase catágena, propiciando el crecimiento del cabello y favoreciendo su grosor y firmeza. Las principales fuentes dietéticas del zinc son el pescado y la carne, y la ingesta diaria recomendada en adultos es de 10-12 mg con una ingesta máxima de 25 mg/día.

 El papel del colágeno y queratina

El colágeno y la queratina conforman la estructura tanto del folículo como del tallo piloso. El colágeno aporta al folículo funcionalidad, ya que proporciona firmeza y elasticidad a la piel que lo rodea.

Por su parte, la queratina aporta firmeza, elasticidad y brillo, y su presencia estimula los factores de crecimiento del cabello.

Cistina y metionina

Son aminoácidos azufrados que conforman la estructura de las proteínas y son precursores de la síntesis de las proteínas queratínicas del cabello.

La cistina es el principal aminoácido de la queratina (10-17%) y su producción está regulada por la presencia de La tasa de crecimiento, el diámetro del cabello, su firmeza y la síntesis de proteínas son favorecidas por la presencia de la cistina.

Las fuentes alimenticias de estos dos aminoácidos son: las de origen animal que incluyen el atún, el salmón, las gambas, la carne de ternera, el cordero, huevos y lácteos; y las de origen vegetal pueden ser aportadas por los pimientos rojos, la cebolla, los cereales, las alubias, las lentejas, la soja, el germen de trigo y la espirulina.

Saw palmetto

El extracto o aceite obtenido de las bayas de la palma enana americana (Saw palmetto por su nombre en inglés), es rico en ácidos grasos. Su actividad favorece la capacidad antioxidante del cuero cabelludo y regula la actividad de la 5-alfa reductasa. Además, el beta-sitosterol que es otro de sus principios activos, ejerce una acción positiva sobre la fase anágena.

Ácido hialurónico

El ácido hialurónico es un polisacárido presente en todos nuestros tejidos conectivos, entre ellos la piel y el cuero cabelludo. Su presencia en el folículo piloso es clave para el mantenimiento de la viscoelasticidad, de la humedad y la regulación del metabolismo. Además, su presencia permite la construcción de otros componentes fundamentales del folículo piloso, como lo son los proteoglicanos.

Recomendaciones finales para evitar la caída del cabello

El cabello constituye uno de los distintivos de nuestra imagen y es la parte del cuerpo que más cuidado conlleva. Para esto es fundamental una buena alimentación que aporte los nutrientes que favorezcan la salud del cabello, que pueden ser complementados con suplementos alimenticios.

Existen diferentes razones por las que podemos tener pérdida de cabello, desde factores como el estrés, los cambios hormonales hasta las variaciones climáticas. Es fundamental que un profesional determine la causa subyacente para poder instaurar las medidas apropiadas que lleven a una regularización del ciclo capilar.

  Referencias


Contenido redactado y revisado por los especialistas del área de Información Científica de MARNYS. Este artículo es informativo y no sustituye la consulta de un especialista.



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