
¿Cómo saber si el dolor de cabeza es por estrés?
Publicado: 13 junio, 2025 | 10'
El ritmo del día a día actual suele ser acelerado y, en ocasiones, nos enfrentamos a situaciones estresantes en el ámbito laboral o personal que provocan diferentes síntomas en nuestro cuerpo, especialmente si se prolongan en el tiempo. Uno de estos síntomas son los dolores de cabeza, como la cefalea tensional y la migraña.
Te explicamos cómo identificar este tipo de dolor de cabeza, por qué aparece y qué podemos hacer para hacerle frente con consejos que puedes implementar en tu rutina diaria.
¿Cómo identificar un dolor de cabeza causado por estrés?
Cualquier agente externo o interno, que se percibe como adverso, genera una respuesta coordinada a ese agente por parte de nuestro cuerpo, activando una serie de procesos que involucran a casi todo el organismo, entre ellos la producción de cortisol, la hormona responsable de mantener el alerta y activar las respuestas frente al estrés. Este proceso es útil ante un peligro real, pero cuando esta amenaza o problema se alarga en el tiempo y los niveles de cortisol se mantienen altos, puede provocar alteraciones en el estado de ánimo, cambios físicos, problemas en la piel, y dolores de cabeza, entre otros síntomas.
Este dolor de cabeza normalmente suele venir acompañado de tensión en los músculos del cuello y la cabeza, denominándose cefalea tensional que es el tipo de cefalea más común.
Síntomas típicos del dolor de cabeza tensional
A menudo la sensación de este tipo de dolor de cabeza es la de sentir presión alrededor de la cabeza y que, en ocasiones se traslada al cuello o, al contrario, que viene de este. Normalmente la cefalea tensional dura unas pocas horas, aunque puede alargarse varios días y convertirse en crónica, llegando a ser incapacitante.
Además de estar relacionada con el estrés, los dolores de cabeza tensionales también pueden producirse debido a molestias osteoarticulares del cuello.
Zonas del cuerpo afectadas: cuello, hombros y cabeza
Normalmente las cefaleas tensionales afectan en mayor medida a adolescentes y adultos, y aparecen cuando los músculos del cuello y el cuero cabelludo se contraen y se tensionan. Por esta razón es habitual la sensación de tensión en los hombros y el cuello, también llamada coloquialmente como tener la zona “cargada”.
Diferencias entre el dolor de cabeza por estrés y otros tipos de cefaleas
A nivel general, las cefaleas se pueden clasificar en primarias, en las que no existe una causa metabólica previa, y secundarias, que son debidas a alguna condición previa. Las más frecuentes son las primarias, y en ellas se clasifican la cefalea tensional y la migraña.
A diferencia del dolor de cabeza tensional, la migraña o jaqueca suele aparecer durante la adolescencia y es recurrente, se alarga en ocasiones durante toda la vida, afectando en mayor medida a mujeres debido a la influencia hormonal. Se caracteriza por aparecer en episodios recurrentes que pueden durar hasta 2 o 3 días y de intensidad moderada a severa. Presenta un dolor normalmente en un lado de la cabeza junto con otros síntomas asociados como náuseas y/o vómitos, sensibilidad a la luz, al sonido e incluso a los olores.
Por su parte, la cefalea tensional episódica, definida como aquella que ocurre menos de 15 días al mes, habitualmente dura entre 30 minutos y varios días, siendo común que los episodios duren varias horas. Se trata de un dolor generalizado en la cabeza, no solo en un punto como ocurre en la migraña y de carácter leve a moderado, similar a tener una banda presionando alrededor de la cabeza. También es más común en mujeres que en hombres y está directamente relacionada con el estrés.
Existe otro tipo de cefalea primaria llamada cefalea en brotes o cefalea en racimos que es menos común y se caracteriza por episodios de dolor agudo concentrados en una zona concreta de la cabeza (normalmente alrededor del ojo o en la sien). Puede aparecer incluso hasta varias veces al día y afecta en mayor medida a hombres, presentando también lagrimeo, congestión nasal y moqueo.
CÓMO DIFERENCIAR LOS TIPOS DE DOLORES DE CABEZA | |||
CEFALEA TENSIONAL | MIGRAÑA O JAQUECA | CEFALEA EN BROTES O RACIMOS | |
DURACIÓN | Pocas horas a 2 días | De a 2 a 3 días | Varias veces al día |
TIPO DE DOLOR | Generalizado en toda la cabeza | Normalmente concentrado en un lado de la cabeza | Concentrado alrededor del ojo o en la sien |
INTENSIDAD | Leve a moderada | Moderada a severa | Aguda |
SÍNTOMAS ASOCIADOS | Sensación de presión alrededor de la cabeza | Náuseas, sensibilidad a la luz y al sonido | Lagrimeo, congestión nasal y/o moqueo |
Causas del dolor de cabeza por estrés
Las causas por las que puede aparecer el dolor de cabeza tensional son diversas y aunque los expertos no tienen totalmente claro el mecanismo exacto detrás de él, sí que se conocen bien varios factores y situaciones que suelen desencadenarlo, veamos algunas de ellas.
Estrés emocional y físico
Cuando se detecta un agente estresante, nuestro sistema límbico se encarga de regular las emociones y también a nivel físico a través del cortisol, como ya hemos mencionado, cuyos receptores se encuentran repartidos por todo el cuerpo. Así, se activa una especie de “estado de emergencia” para obtener energía y hacerle frente. Cuando esta situación se alarga, nuestro organismo se mantiene en un estado de tensión continua y aparecen síntomas asociados como el dolor de cabeza, que es el más común.
Las exigencias diarias causadas por el trabajo, los estudios y otras preocupaciones a nivel personal suelen provocar cansancio mental, con consecuencias a nivel físico de tensión en los músculos del cuello, hombros y mandíbula de forma involuntaria, que puede desencadenar o agravar el dolor de cabeza. Este tipo de dolor de cabeza por estrés es muy habitual actualmente debido al ritmo de vida acelerado y que afecta cada vez a más personas, incluso en edades muy tempranas.
Postura incorrecta y tensión muscular
Cualquier actividad que suponga mantener la cabeza en una misma posición durante horas es desencadenante de cefalea tensional, como los trabajos frente al ordenador sin prestar atención a los descansos necesarios o dormir en una mala postura. Estas posturas generan una tensión continua en la zona de hombros y el cuello al igual que ocurre con el estrés.
Fatiga mental y falta de descanso
El dolor de cabeza tensional también está asociado a la falta de sueño, y es que un mal descanso tiene un impacto directo en la duración y la intensidad de los dolores de cabeza, pero también ocurre de forma inversa, ya que un dolor de cabeza puede dificultar el descanso.
Normalmente una alteración del ciclo del sueño también está vinculado a situaciones de estrés, en las que suelen presentarse patrones de sueño irregulares, dificultad para conciliar el sueño o bien despertares nocturnos que provocan un mal descanso y, a su vez, fatiga mental.
Otro agravante del dolor de cabeza es el cambio en la rutina, tanto en el horario del sueño como de las comidas, que habitualmente es consecuencia de una situación estresante.
Factores que agravan el dolor de cabeza por estrés
Nuestro estilo de vida es determinante en la intensidad y duración del dolor de cabeza, ya que hay algunos hábitos en nuestra rutina que pueden empeorar la situación, como la falta de actividad física y la alimentación.
Estilo de vida sedentario
Practicar ejercicio físico repercute positivamente en prácticamente todo nuestro organismo, mejorando nuestra salud y bienestar general. Una de las causas del dolor de cabeza tensional, como hemos mencionado, es la tensión muscular acumulada a causa de inactividad o sedentarismo, pasando largos periodos en la misma posición. Además, el ejercicio también activa la circulación sanguínea, ayuda a liberar tensión e impacta directamente en nuestro estado de ánimo liberando las llamadas “hormonas de la felicidad” como las endorfinas.
Consumo excesivo de cafeína, alcohol o tabaco
Los hábitos alimenticios también tienen estrecha relación con los dolores de cabeza tensionales, concretamente las sustancias estimulantes. Por ejemplo, en el caso de la cafeína, se cree que esta sustancia estimulante puede ayudar a aliviar ciertos tipos de dolor de cabeza, en pequeñas cantidades, aunque su consumo excesivo (a partir de 160 mg de cafeína que equivale a 2 cafés expreso), puede provocar el efecto contrario. Además, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) advierte que: “un consumo regular de cafeína puede causar dependencia física moderada a partir de 100 mg/día y tolerancia a esta sustancia, creando la necesidad de consumir una dosis mayor que la inicial para conseguir un efecto similar al original”.
La nicotina del tabaco tiene un efecto similar, ya que tiene efectos complejos sobre los vasos sanguíneos cerebrales, provocando una reacción en el sistema nervioso que puede desencadenar estas cefaleas tensionales. Por último, es recomendable no abusar del alcohol, aunque el tipo de dolor de cabeza que desencadena no es tensional, sí es desencadenante de cefaleas y migrañas.
Cómo aliviar el dolor de cabeza por estrés
Los dolores de cabeza tensionales se producen cuando los músculos del cuello y en torno a la cabeza se contraen como respuesta ante una situación de estrés prolongada en el tiempo. Por tanto, la mejor forma de abordar este tipo de cefaleas es ver de forma personalizada cómo mejorar los niveles de estrés y la forma de afrontarlo en el día a día. También podemos poner en práctica algunas recomendaciones si ya ha aparecido el dolor como las que comentamos a continuación.
¿Qué puedo hacer en casa?
Desde casa podemos tomar medidas para intentar reducir el dolor de cabeza tensional como tomar una ducha fría o tibia que active la circulación sanguínea por todo el cuerpo, o bien poner un paño de agua fría sobre la cabeza.
Masajear la zona del cuello o la cabeza puede proporcionar alivio a la zona ayudando a reducir la tensión muscular acumulada, se pueden realizar con la ayuda de aceites de masaje que incluyan ingredientes como el Aceite de Árnica, con efectos calmantes y reconfortantes sobre los músculos.
Realizar actividades relajantes como yoga o meditación favorece la relajación y ayuda a reducir la tensión muscular. También es posible ambientar la casa con aromas relajantes con la ayuda de un difusor de aromas y aceites esenciales como el Lavandín.
Ejercicio físico
Practicar ejercicio físico suave o moderado puede ayudar a reducir la tensión muscular y promueve la liberación de endorfinas, hormonas responsables de inhibir la transmisión del dolor, entre otras hormonas que nos proporcionarán sensación de bienestar. Por el contrario, si el dolor de cabeza no es de tipo tensional, sino migraña, la actividad física intensa puede empeorarlo, por lo que es importante identificar bien su origen y síntomas.
Mejorar el descanso nocturno
Como ya hemos visto, el dolor de cabeza tensional puede aparecer a causa de un descanso inadecuado, por lo que intentar tener una rutina regular, acostándose y levantándose a la misma hora, y dormir al menos 7-8 horas ayudará a reducirlo. También evitar dormir demasiado o pasar largas horas en la cama al despertar, ya que puede desencadenar el dolor en algunas personas.
Cómo evitar que vuelva a aparecer el dolor de cabeza
Tener un estilo de vida saludable y aprender a controlar y actuar frente al estrés será el objetivo principal si queremos evitar en la medida de lo posible las cefaleas tensionales. En esto, algunos hábitos diarios nos pueden ayudar como:
- Tener una rutina adecuada de descanso nocturno.
- Realizar ejercicio de forma regular varias veces a la semana de intensidad moderada, será útil tanto para mantenernos en forma como para desconectar del día a día y liberarnos de la tensión y sobrecarga mental.
- Combinar el ejercicio con otras actividades que ayuden a controlar el estrés como el yoga, la meditación o técnicas de relajación, incluso estiramientos para finalizar el día.
- Limitar el consumo de sustancias estimulantes como el alcohol, la cafeína y el tabaco.
- Simplificar la agenda diaria y priorizar tareas dejando siempre tiempo libre para realizar alguna actividad que disfrutes. También es conveniente aprender a decir “no” en ciertas ocasiones como compromisos familiares o de amistades, e incluso ante la sobrecarga de trabajo.
- Llevar una dieta equilibrada y beber suficiente agua. Una alimentación con falta de nutrientes o con exceso de sustancias inflamatorias como los aditivos, azúcares añadidos y grasas saturadas puede desencadenar o empeorar los dolores de cabeza. Así, seguir una dieta antiinflamatoria puede ser beneficioso en estos casos, a base de alimentos como verduras verdes, legumbres, frutos secos y semillas.
En el caso de que los dolores de cabeza tensionales sean recurrentes o supongan un impedimento de las tareas diarias, lo más recomendable es consultarlo con un facultativo que determine las pautas más adecuadas a la hora de reducirlos y llevar un control. Es posible que este nos solicite registrar a modo de diario los momentos en los que aparece el dolor, así como su duración, y otros factores a tener en cuenta como las actividades que se estaban realizando o la alimentación. Esto puede ayudar a detectar patrones o hábitos que nos pueden estar desencadenando el dolor.
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Contenido revisado por los especialistas del área de Información Científica de MARNYS. Este artículo es informativo y no sustituye la consulta de un especialista.