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Cuidado de la zona íntima, las 10 dudas más frecuentes

Cuidado de la zona íntima, las 10 dudas más frecuentes

Publicado: 16 enero, 2023 - Actualizado: 21 agosto, 2023 | 9'

Cuando hablamos del cuidado de la zona íntima, no nos referimos solamente a una cuestión de higiene, sino a prestar atención a la salud vaginal de la mujer.

Una inadecuada higiene vaginal afecta la estructura del tejido vaginal, la fertilidad, e incluso el deseo sexual y/o a la capacidad para alcanzar el orgasmo.

Nos preguntamos, ¿qué es la salud vaginal y cómo podemos mantener nuestra zona íntima en óptimas condiciones? El doctor Joan Matas, ginecólogo integrativo, nos resuelve algunas de las dudas más frecuentes sobre el cuidado de la vagina y la zona íntima.

1. En general, ¿cómo debo cuidar mi zona íntima?

El punto de partida sería comprender la “estructura vaginal”. La vulva es la primera línea de defensa para proteger el tracto genital ante posibles infecciones, mientras que la vagina es el canal fibromuscular que se extiende hasta el cuello del útero. Vulva y vagina configuran una unidad funcional interdependiente, de modo que la alteración de una afecta a la otra.

El ambiente de esta zona genital se caracteriza por alta humedad, mucosidad, un pH adecuado que oscila entre 3,8-4,2 y flora bacteriana propia. Algunos factores como la sudoración, la menstruación, las relaciones sexuales, la higiene, la contaminación uro-fecal, o los productos cosméticos, pueden “alterar” la zona interior de la vagina, además de otros factores relacionados con la anatomía, la edad, las fluctuaciones hormonales, etc.

Por tanto, si hablamos de cómo sería una correcta higiene de la zona, debemos empezar por una limpieza suave de la vulva, un aspecto fundamental de la higiene íntima femenina y de la salud vulvovaginal en general. La higiene diaria de la vulva (genitales externos), evita la acumulación del flujo vaginal, del sudor, la orina y la contaminación fecal, y es especialmente útil para mujeres con flujo vaginal oloroso. El lavado externo diario, además, puede reducir el riesgo de recurrencia de la vaginosis bacteriana.

Algunos de los consejos para cuidar la zona íntima femenina indicados por ginecólogos y obstetras serían las siguientes:

  • Realizar un lavado de la zona externa una vez al día (que pueden ser dos durante la menstruación), utilizando un jabón líquido hipoalergénico suave con pH de 4,2 a 5,6 y agua. Es una zona que prefiere un “agua jabonosa”, mejor que mucha cantidad de jabón aunque éste sea adecuado.
  • Evitar el uso de esponjas o toallas. Lavar la zona de la vulva solo con la mano y luego secar suavemente con una toalla.
  • Evitar el uso de jabón inadecuado, gel de ducha, exfoliantes, baños de burbujas, desodorantes, toallitas para bebés o duchas vaginales.
  • No usar polvos de talco.
  • Cambiar los tampones y las compresas con frecuencia.
  • Antes y después del coito, limpiar la vulva de delante hacia atrás.
  • Usar ropa interior holgada de algodón.

2.  ¿Qué pasa si lavamos en exceso la zona íntima?

Ejercicios salud vaginal

Lo recomendable es lavar la zona externa una vez al día (que, como hemos mencionado, pueden ser dos veces si es necesario durante la menstruación), y siempre utilizando jabones íntimos suaves e hipoalergénicos. Esta recomendación se debe a que nuestra zona vulvo-vaginal debe presentar unas condiciones de humedad, pH y flora bacteriana óptimas para evitar el riesgo de sufrir infecciones o de alteraciones de nuestra vida sexual.

Una limpieza excesiva puede agravar los síntomas vulvares (por ejemplo, síntomas de dermatitis por contacto) o alterar las condiciones naturales de la zona íntima, especialmente pH y microbiota vaginal.

Debido a los riesgos asociados con el lavado interno, los lavados externos femeninos se consideran más apropiados para la salud íntima femenina.

3.  ¿Son recomendables las ‘duchas vaginales’?

La ducha vaginal es un método para lavar la vagina que consiste en utilizar una solución, que generalmente vienen en una botella o bolsa, e introducirla en la vagina a través de un tubo donde el líquido es pulverizado. Las soluciones pueden contener agua, jabón, vinagre, bicarbonato de sodio, entre otros, además de contener una fragancia.

Estas duchas vaginales no son recomendables ya que pueden contribuir a la aparición de vaginosis bacterianas, (que es la alteración de la microbiota vaginal), enfermedad inflamatoria pélvica, endometriosis e infecciones de transmisión sexual. Esto se debe a que las duchas vaginales pueden eliminar la flora vaginal normal (además de alterar el pH), permitiendo el crecimiento de otro tipo de bacterias “no naturales de la vagina”; así mismo, el fluido presurizado de líquido en la vagina propicia el transporte de microorganismos desde el tracto genital inferior hacia el útero, las trompas de Falopio o la cavidad abdominal, pudiendo afectar el bienestar de estas estructuras.

Existen datos clínicos, como el estudio PEACH (2001), donde se mostró que las mujeres con endometritis o infección del tracto genital superior habían sido más propensas a haberse sometido a duchas vaginales que las mujeres que nunca se habían sometido a las mismas.

4. ¿Es recomendable usar geles íntimos y otros productos teniendo infecciones urinarias?

La recomendación cuando se tiene una infección urinaria sigue siendo tener una higiene óptima del área íntima, lavar diaria y suavemente la piel que rodea la vagina y el ano (externamente), con productos adecuados para esto: jabón hipoalergénico, con pH balanceado, que no contenga perfume y que no afecte a la flora bacteriana natural. Usar otro tipo de productos como geles íntimos no es recomendable.

Así mismo, durante una infección urinaria se recomienda, junto al tratamiento que haya indicado tu médico, beber mucho líquido (sobre todo agua), orinar con frecuencia, y mantener una adecuada limpieza anogenital.

5. ¿Hay que evitar el uso de productos de higiene íntima perfumados?

Sí. Son numerosas las asociaciones de ginecólogos que recomiendan a las mujeres usar un agente de limpieza hipoalergénico (que no contenga perfume), con pH balanceado para la limpieza diaria de la vulva, que no afecte a la flora microbiana natural y que haya sido testado clínicamente para asegurar que sea bien tolerado.

Los productos como desodorantes, tampones o toallas sanitarias con olor, geles íntimos perfumados, etc. no están recomendados para su uso en el área íntima.

Es importante resaltar que la zona íntima debido a su estructura, humedad y flora bacteriana, tiene un olor característico, que debe ser monitoreado ya que si cambia puede ser un signo de alteración de la mucosa vaginal. En estos casos se recomienda consultar con el médico o ginecólogo.

6. ¿Cómo mantener la flora vaginal o microbiota vaginal?

Además de las recomendaciones que proporcionan las sociedades ginecológicas, que hemos visto antes, existen otras buenas sugerencias para mantener en equilibrio la microbiota vaginal, como:

  • Cuidar la alimentación. Las dietas ricas en hidratos de carbono favorecen el crecimiento de bacterias patógenas en el tracto intestinal y urinario, por ello, modera su consumo. Entre los alimentos que sí se recomienda tomar regularmente para la microbiota vaginal estarían el yogur o productos fermentados, frutos secos, alimentos con fibra y ácidos grasos tipo Omega.
  • Beber una buena cantidad de líquidos diariamente, al menos 1,5 litros, que puedes obtener del agua, zumos vegetales naturales, infusiones o caldos. La hidratación facilita el equilibrio del pH en la zona genital, la conservación del moco cervical y la lubricación.
  • Evitar usar ropa demasiado ajustada, ya que la zona íntima es sometida a mayor calor y sudoración, más aún si la ropa es sintética.
  • Acudir al ginecólogo al menos una vez al año y en caso de notar cualquier cambio en el área genital, acudir enseguida a este especialista. El ginecólogo, en ocasiones, puede recomendarnos la ingesta de probióticos específicos para el área genital.

7. Si tengo sequedad vaginal, ¿qué debo hacer?

La sequedad vaginal es un fenómeno muy común, principalmente se asocia a mujeres de edad avanzada tras la menopausia, aunque puede ocurrir en edades más tempranas. Normalmente, se produce por cambios hormonales, la toma de anticonceptivos orales, el uso de ropa interior sintética, el estrés o tratamientos oncológicos como la radioterapia, entre otros.

La vagina normalmente es elástica con una elevada humectación y, debido a los factores mencionados antes, se puede producir una disminución de la mucosa, menor lubricación e hidratación. Ello origina picor, dolor o incomodidad.

Cuando se presentan estos síntomas es recomendable buscar la orientación de un facultativo, quien podrá sugerir apropiadamente el uso de lubricantes, geles restauradores del pH o probióticos, hidratantes vaginales, como el ácido hialurónico local, o estrógenos tópicos.

8. ¿Qué son los hidratantes vaginales y cómo elegir uno?

Un hidratante vaginal es una loción, crema o gel que se aplica tanto fuera como dentro de la vagina, generalmente dos o tres veces por semana. El objetivo de estos hidratantes es equilibrar la humectación del tejido y reestablecer el pH vaginal.

La aplicación continua de los hidratantes vaginales mejora la integridad de la mucosa, humecta el tejido subyacente y permite la conservación de los pliegues y rugosidades, tanto de la vulva como de la vagina. Además, los humectantes vaginales han demostrado una buena eficacia en el tratamiento de síntomas urogenitales locales, como sequedad, prurito vaginal, irritación y dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales).

Uno de estos hidratantes es el ácido hialurónico. Es un componente natural de la piel y de las mucosas (entre ellas la vaginal), cuyas propiedades son mantener la hidratación del tejido y su firmeza. Diferentes estudios4,9 han mostrado que el ácido hialurónico alivia la irritación asociada a la sequedad, el picor, la dispareunia (dolor coital), además de equilibrar el pH del tejido, en igual medida que el uso de un estrógeno tópico.

Hidratante vaginal de uso interno y externo

Los hidratantes vaginales deben cumplir con tres premisas básicas: que respeten la flora bacteriana, que equilibren el pH y que restauren el tejido epitelial de la vagina. Junto a esto, que sea probada clínicamente su tolerabilidad a nivel dermatológico y ginecológico.

Existe una amplia variedad de estos hidratantes, entre ellos aquellos que contengan una mezcla de ácido hialurónico y otros agentes naturales en una base acuosa, son los que más cerca están de mantener la “naturalidad” del tejido vulvo-vaginal.

También se consideran los más seguros, dentro de los hidratantes o productos para la zona íntima, ya que no son irritantes y no causan el deterioro del látex, asociándose con menores tasas de rotura de preservativos.

9.  ¿Hay ejercicios para la salud vaginal?

Salud íntima

La vagina está recubierta por una capa muscular que, como todo músculo, debe ser ejercitada. El buen estado de esta musculatura, que se ve afectado por el paso de los años y con los partos vaginales, permite un mejor mantenimiento del ecosistema vaginal y mejora las relaciones sexuales, al potenciar el “efecto presa” de la vagina del miembro masculino.

El mantenimiento de esta musculatura se puede mejorar mediante los conocidos ejercicios de Kegel, que ponen en práctica la contracción de la musculatura vaginal, así como del suelo pélvico.

10. ¿Cuándo hay que hacerse una revisión ginecológica?

La revisión ginecológica ordinaria, rutinaria, debe realizarse anualmente. Esta cadencia permite ser eficaces en el diagnóstico precoz del cáncer ginecológico, cáncer de mama, de ovarios, endometrio y cuello uterino. Además, permite expresar molestias, dudas y resolver patologías benignas molestas que pueden ser tratadas.

Toda mujer que empieza a tener relaciones sexuales debe iniciar estos controles anuales, tenga la edad que tenga. En cualquier caso, a partir de los 15 o 16 años ya deben iniciarse estos controles, o antes si hay alguna molestia que lo requiera. En estos controles ginecológicos podemos hacer el diagnóstico precoz de enfermedades de transmisión sexual y tratarlas eficazmente.

  Referencias


Contenido elaborado por los especialistas del área de Información Científica de MARNYS con la colaboración del Doctor Joan Matas. Este artículo es informativo y no sustituye la consulta de un especialista.


Sobre el especialista

El Doctor Joan Matas es ginecólogo integrativo, especialista en en Patología Mamaria, Fertilidad y en Medicina y Nutrición Ortomolecular. Desde sus redes sociales @dr.matasdalmases ayuda a informar y promover los hábitos saludables.

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