El envejecimiento, enfermedades reumáticas o degenerativas, estilos de vida como la práctica de ejercicio físico intenso, lesiones deportivas, laborales o accidentes, entre otros factores, pueden variar la composición del sistema osteoarticular, provocando afecciones musculares o articulares que limitan el movimiento.
Las molestias en determinadas articulaciones como rodillas, cadera o muñecas suelen incidir en algunas personas cuando bajan las temperaturas, sobre todo en los meses más fríos de invierno, lo que puede afectar la flexibilidad de la articulación.
¿Qué ejercicios ayudan a la salud osteoarticular?
El ejercicio físico y la nutrición son los principales aliados para favorecer el buen estado de huesos y articulaciones.
Ciertos ejercicios para fortalecer músculos, huesos y articulaciones nos ayudarán frente a posibles lesiones e inflamaciones, siempre con la precaución de no forzar las articulaciones cuando existe cualquier tipo de molestia y consultar con nuestro fisioterapeuta en casos agudos.
Deportes como la natación, caminar, yoga o pilates ayudan a la flexibilidad y el tono muscular.
A ello debemos unir una correcta alimentación que proporcione los nutrientes correctos para el buen funcionamiento osteoarticular, y podemos combinar una dieta variada y equilibrada con complementos naturales que integren ingredientes activos para la flexibilidad y movilidad en huesos y articulaciones.
¿Qué ingredientes naturales pueden ayudar a los huesos y articulaciones?
Colágeno para los huesos y las articulaciones
El colágeno es una proteína presente en el organismo, se encuentra en la piel, en los cartílagos y en los tejidos conectivos, siendo parte fundamental de las estructuras del organismo.
A medida que envejecemos, las reservas de colágeno de nuestro organismo decrecen. Por ello es fundamental incluirlo en la dieta y complementarla con un aporte extra de colágeno para velar por el mantenimiento de la salud osteoarticular o especialmente cuando existe algún tipo de molestia.
En la alimentación podemos encontrar aporte de colágeno al comer carne, pescado o gelatinas. Además, en el mercado existen complementos alimenticios con colágeno y con otros nutrientes naturales como la vitamina C y el magnesio, cuya combinación facilita la normal producción de colágeno y el mantenimiento de huesos y músculos.
Calcio para huesos sanos
La salud de nuestros huesos y articulaciones también depende mucho del suministro de calcio que les proporcionemos. Además de ayudar a órganos y tejidos, este mineral contribuye al correcto funcionamiento de nervios, células y músculos.
Su obtención se produce, únicamente, a través de los productos con calcio que ingerimos, por lo que es importante incluir alimentos ricos en calcio a nuestra dieta, y puede complementarse además con suplementos alimenticios. En la alimentación encontramos aporte de calcio en el consumo de leche, yogures, queso, sardinas, legumbres, almendras, etc.
Vitaminas A, C, D y K para la salud de huesos y articulaciones
Un adecuado aporte de vitaminas como la A, C, D y K es importante para la salud de huesos y articulaciones. En el caso de la vitamina D, por ejemplo, su función se encuentra fuertemente ligada con el aporte de calcio,ya que ayuda a la absorción y utilización de este mineral, y consigue que estos órganos y tejidos mantengan su funcionalidad.
Asimismo, la vitamina K también resulta imprescindible para el correcto crecimiento de los huesos.
Por otro lado, y para conseguir una normal producción de colágeno para el correcto funcionamiento de huesos y cartílagos, el cuerpo también necesita presencia de alimentos ricos en vitamina C (piña, mango, kiwi, etc.).
Por último, la vitamina A, presente en alimentos como la zanahoria y la leche, ayuda al proceso de crecimiento celular que se efectúa en huesos y articulaciones.
Glucosamina, esencial para cartílagos y tendones
La glucosamina es un sustancia natural presente en la estructura del cartílago y desempeña un papel importante en su formación. La glucosamina forma parte de los exoesqueletos o capas exteriores de algunos crustáceos, así como de los cartílagos o huesos de algunos animales, destacando partes como el hocico o el talón del cerdo, la vaca o el conejo.
Condroitina, componente fundamental del cartílago
La Condroitina forma parte de una molécula proteica grande (proteoglicano) que proporciona elasticidad al cartílago, y las fuentes son de origen animal.
El sulfato de condroitina es uno de los activos más buscados en complementos alimenticios para huesos y articulaciones y a menudo se combina con otros activos como glucosamina o ácido hialurónico.
Curcúma
La Cúrcuma es ampliamente utilizada por las culturas orientales, está estandarizada en su principal bioactivo curcumina, y sus propiedades ayudan a reducir la inflamación en articulaciones y músculos.
MSM (Metilsulfonilmetano)
El MSM es un compuesto de azufre orgánico que supone el tercer nutriente con mayor presencia en el organismo humano. Dentro del cuidado de nuestros huesos y articulaciones, el MSM juega un papel destacado, sobre todo, en relación a las articulaciones. Además, forma parte de la estructura de las proteínas. Algunos alimentos que lo contienen son el maíz, los tomates, la fruta, el té y el café, entre otros.